La Economía fraudulenta

14 de agosto, 2018 4
Treinta años Economista Titulado del Banco de España. Economía internacional. Autor del blog "Decadencia de Occidente", blog sobre los estragos... [+ info]
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La propuesta de Trabajo Garantizado: marco conceptual y objetivos (II)

“Vamos a presentar la propuesta de Trabajo Garantizado: cuáles son sus fundamentos; qué objetivos persigue; cuáles son los beneficios esperados; cómo incluirla en una agenda política más amplia; y, finalmente, cómo diseñarla e implementarla,”

De Juan Laborda

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volvemos a la fantasmal idea que todos los economistas hasta ahora se han equivocado y que existe, gracias a la MMT (Modern Monetary Theory, ver mi blog anterior) la posibilidad “evidente” de que no  haya paro y que todo el que quiera trabajar lo haga, a un salario satisfactorio para todos. 
En el artículo no hay más que una fantasmal idea que el Estado puede ofrecer a los que estén parados en el sector privado todo el trabajo que pidan. 
Realmente no hay más contenido que éste. No habría paro si el gobierno se ocupara de rellenar este vacío. Punto. ¿Cómo se financiaría? Ni idea, salvo lo que insinuaba en el primer artículo de monetizar toda la deuda pública que hiciera falta. En este artículo II ni se molesta en mentarlo. Lo único que hace es citar a una tal 

Pavlina Tcherneva (que) define el pleno empleo como una situación en la que cualquier persona en edad de trabajar, y que desea hacerlo, puede obtener un empleo con un salario y condiciones de trabajo dignas. Esto incluye, entre otros, a los nuevos participantes que se incorporan en el mercado laboral; a personas con "desempleo oculto", que normalmente no se cuentan en las estadísticas oficiales; y aquellas que trabajan involuntariamente a tiempo parcial u otras formas de trabajo precario. %255BUNSET%255D

Acudimos a Internet para saber algo más del mensaje de esta Pavlina, de la Universidad de Missouri, y la verdad es que dice exactamente eso: todo el que quisiera trabajar podría hacerlo para el sector público (SP), con tal de que éste se molestara en colocarlo a podar árboles, hacer carreteras y puentes, y todas esas cosas que no están hechas por desidia y mala fe. 
Lo mismo daría, digo yo, que el SP diera el dinero al sector privado para crear esa demanda de trabajo que absorbiera la oferta insatisfecha. Porque, ¿qué más da que ese tramo de trabajo lo ofrezca uno que otro, si el dinero lo pone el Estado? 
¿Será porque la empresa privada lo iba a disponer para otros fines? Eso es indudable, porque sabemos de las aviesas intenciones de la empresa privada, con su manía de los beneficios. No, es mejor que sea el Estado que defina los fines de ese dinero, que no nos explican de dónde sale. 
Parece ser que esta gente cree que al crear empleo, se crea gasto que generará un ingreso para otros, pues los salarios así pagados se gastarían en consumo y esto iría como ingreso al sector privado. 
Esta teoría sólo es válida en caso de recursos no usados, como sucede en una recesión, en que la tasa de paro aumenta por encima del que había en el techo del ciclo, y entonces se puede hablar de recursos inutilizados que además sufren de “histéresis”: pierden efectividad laboral y es cada vez más difícil reubicarlos en el mercado. Esto lo hemos sufrido en España más que en cualquier otro país, dado que nuestra tasa de paro es la más alta de mundo adelantado. 
La histéresis no es una broma. Puede afectar a la vida laboral de generaciones. En Larry Summers, tenemos, esta vez de una voz auténtica y fiable, una exposición de política monetaria para reducir la histéresis, y otros efectos de la recesión, que no tiene nada que ver con los cantamañanas Laborda/Tchervena. Es una oferta alternativa de estrategia monetaria para obviar los fallos que se han detectado de la actual, en que sólo se persigue el objetivo de estabilizar la inflación al 2%. Pero se trata de un análisis serio, en el que se critica que la política monetaria actual prolongue las recesiones e incluso afecte a la productividad negativamente. 
Obviamente, la tesis de Summers no se sale del marco conceptual de que la economía tiene que partir de la base de que los recursos no son ilimitados, y que lo que usas para un fin no lo puedes usar para otro. Además, este planteamiento básico es intertemporal, lo que quiere decir que los recursos que uses hoy no los tendrás mañana disponible, y que la estructura de precios futura, que todos desearían conocer, es una de las claves del buen o mal funcionamiento de la economía. Si te equivocas hoy, luego es difícil rectificar la falsa tendencia. 
En este aspecto se dirime la cuestión principal entre la economía de mercado y el comunismo (porque no hay otro nombre). La economía de mercado es imperfecta, la comunista es catastrófica definiendo los objetivos en la asignación de recursos. Y eso sin tener en cuenta el sesgo hacia la corrupción (¡más todavía!) en los recursos que gasta el Estado. 
¿Qué pasa con la productividad, qué con el ahorro, qué con la ligazón presente-futuro, tan crucial para la buena marcha a largo plazo de un país? Está bien que el estado se arrogue ciertas funciones, pero no todas. O bien ese dinero monetizado se usa escrupulosamente, por ejemplo en educación compitiendo con la privada, o bien crearemos suplantación y, por falta de límites, duplicidad e inflación. La productividad caería por los suelos, y el país se haría rápidamente no competitivo, expulsado de todos los mercados internacionales, autóctono, como lo es Venezuela hoy, y por ende catastrófico. 
Téngase en cuenta que Summers está hablando de EEUU, un país cuyas universidades, privadas, son las mejores del mundo. Eso no es óbice para que haya universidades públicas, pero es evidente que si todas lo fueran, EEUU no estaría a la cabeza de la tecnología. ¿Pero qué les importa a estos fraudulentos economistas tales frivolidades? Nada. Para ellos, un seudoparado desmochando árboles es lo mismo que un técnico de laboratorio con años de formación, puesto que los dos están ocupados. Que el segundo esté creando futuro, da igual, se la pela. ¿De verdad que usan la cabeza? 
Ya dije en mi artículo citado que la economía no es ideología. Pues desgraciadamente, en España sí. Se habla por hablar, se confunde al profano, se crean ilusiones falsas, y se borra de un plumazo la base sobre la que se construye una economía medianamente auténtica. 

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Este artículo tiene 4 comentarios
estos son tontos o sirven a intereses inconfesables.

Bertrand russell decía en su infumable y pésimo Road to Freedom que bajo el socialismo o el anarquismo, habría bienes y servicios para todos trabajando solo 4 horas al día y no todo el mundo pues el que no quisiera trabajar tb recibiría de que vivir sic. SIn comentarios

Así son estos sujetos, usan la testud para embestir y poco más.
15/08/2018 10:14
antiguo usuario
Pero si no hay trabajo para todos ... que hay que hacer con el resto?
El resto no debería ser responsabilidad del gobierno ?
Y si al resto se les deja a su suerte eso sería muy peligroso para los bendecidos ,jajajs
Al final la solución es una RB lo de Laborda y la chica lo que propone es una RB encubierta osea trabajando, tampoco está mal , esto no es producto de la riqueza si no del progreso ,
Es que si nó para que coño sirve el progreso ,jajaja
15/08/2018 11:17
HAY trabajo para todos...a condicion de que todos trabajen y quieran trabajar. Las empresas necesitan materiales y servicios...si todos trabajan todos tienen clientes y cada vez mas trabajo etc
15/08/2018 17:25
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