Si se han dignado ver una parte del debate de moción de censura, habrán apreciado la distancia descomunal entre Rajoy e Iglesias, candidato a presidente.
Rajoy le ha dado un baño imperial a Iglesias, al que se la bufa las formas políticas e incluso su futuro, porque no creo que ganara muchos votos.
Para medir la distancia que hay entre el hoy y el ayer, lean el artículo de García Domínguez donde hace una comparación entre este Iglesias y aquel comunista catalán, Solé Tura, que por lo menos como marxista ortodoxo sabía que no se puede ser comunista y separatista. Alega Iglesias que Solé era partidario de "derecho a decidir", lo que es rotundamente falso. Como lo expresa García Domínguez,
Pues dar a entender, como Iglesias hizo desde la tribuna del Congreso, que el ponente comunista en la Comisión Constitucional que elaboró la Carta Magna era alguien proclive al mal llamado derecho a decidir solo demuestra un ignorancia de dimensiones enciclopédicas a propósito de cuál fue su verdadero pensamiento. Jordi Solé Tura, que jamás fue nacionalista, no solo se manifestó ajeno a los coqueteos de alguna izquierda local con el principio de la autodeterminación, sino que lo combatió de forma expresa en multitud de artículos teóricos. Piezas que, ya en vísperas de sentir los primeros síntomas de la cruel enfermedad que padeció en sus últimos años de vida, reunió en un libro, Nacionalidades y nacionalismo en España. Autonomías, federalismo y autodeterminación, obra de cuya existencia el postulante Iglesias, huelga decirlo, carece de la más repajolera idea. En ese texto, Solé Tura sitúa el derecho a la autodeterminación inserto dentro del único contexto que da sentido a su existencia y eventual ejercicio, esto es, la doctrina fijada por la Asamblea General de la ONU para los supuestos de territorios sometidos al dominio colonial por parte de otros Estados. Única y exclusivamente para esos supuestos.
Algo se ha perdido en el entretiempo. Antes, un nacionalista era obligatoriamente de derecha burguesa. Un comunista era internacionalista, todo lo contrario de separatista. Rajoy le ha dicho que se aclare, que si presenta una moción de censura para ser presidente de España, y a la vez está a favor del derecho a decidir, que decida antes qué es España, no vaya a ser que se encuentre sin suelo donde poner la residencia del gobierno.
Por lo tanto, Rajoy ha ganado por goleada, lo que es claro si uno no se ofusca con la propaganda podemita. Es lo malo de Rajoy: en el toreo de salón es el mejor.
Luego me dicen como soy capaz de votar a Rajoy. Bueno, pues es algo. Será un sin vergüenza y un vago, pero es lo único que veo en el horizonte con hechuras gobernante. Porque, anda que Pedro Sánchez... ¿Ah, Riverita? Siempre está al margen, en la barrera. O si no les gusta los similes taurinos, en el banquillo.