Por mera casualidad, he leído esta mañana una riada de artículos que reflexionaban "profundamente" sobre la razón, el porqué, de una España y una Europa que se entregan a los bárbaros, que están votando a los bárbaros. Brexit, Podemos, luego Le Pen, etc, fuerzas centrífugas que están corroyendo los huesos del imperio. Si el imperio, como dice Simon Heffer ,
But dominating everything is a wider, connected truth: which is that all empires fail. They fail because of over-reach, and because they seek to control people determined to control themselves. The EU is an empire, albeit one not achieved by military conquest; and the signs of its decay have been obvious since long before the current, and insoluable, crisis of the euro. What has happened in Greece – and another instalment of debt repayment is about to destabilise it and the eurozone again – is indicative of why the EU cannot go on like this. Our leaving would not be the cause of that decay and failure; it would merely accelerate it. It should be abundantly clear that there is no point in asking what will become of us if we leave: we shall be quite all right, not least because of the huge trade surplus other EU nations have with us and their urgent need to carry on trading with us. The real question is, what will become of the EU?
Denmark, Sweden and Finland would be the next to seek a way out. Holland will become restless. In France, Marine Le Pen’s Front National will become more militant in its demands for France to leave. French popular support for that policy will ensure Mme Le Pen wins the first round of next year’s presidential election, and does (from Brussels’ point of view) embarrassingly well in the second, in which an establishment candidate will beat her, inheriting an angry and divided nation. Mrs Merkel could be out of her Chancellery by the end of next year; Greece will then be out of the euro, as the bailouts dry up; both Spain and Italy face separatist movements, the former in Catalonia, the latter as the north argues to break away from the south. All over Europe, peoples starved of democratic rights, – and living under an overpriced cartel with high unemployment, low growth and falling real wages – will look at the opportunity the United Kingdom had, and ask for something similar themselves.
Europa es un imperio sin emperador en las caras de las monedas, pero nunca deja de ser imperio por eso. Y el imperio se deshace, se craquela.
Todos esos ensayistas se preguntan y no aciertan, ¿por qué, por qué? Es fácil, más para ellos que son, muchos de ellos, historiadores, como los que cita Jon Juaristi en su artículo. Pero los historiadores no saben leer la historia. No saben seleccionar las variables relevantes, se pierden en consideraciones morales, creen los votantes son racionales y deberían no votar a los bárbaros (UP).
Permítanme, sellos ensayistas, señores historiadores, que relean la historia del derecho, no del revés. La cuestión fundamental no es la ética. La cuestión fundamental es que hay una crisis económica que produce un general malestar, una ansiedad y un rencor que, combinado con el cambio generacional, desemboca en el fatídico ascenso de grupos que quieren acabar con las instituciones vigentes y empezar de cero. Desgraciadamente, es su gran oportunidad. Hitler lo consiguió hace ochenta años. Y Europa toda se desintegró, y acabó en una guerra de unos contra otros.
Porque lo que está pasando ya pasó en Europa, y para que no volviera a pasar se creó un nuevo imperio sin emperador, que ha fracasado sin apelación posible en sus principales objetivos. Si sus principales objetivos eran crear una paz duradera, ha fracasado. Y ha fracasado doblemente, porque las institucionales que crearon para raptar la soberanía de sus países miembros han ampliado la crisis y luego han sido incapaces de resolvera. El malestar se ha prolongado casi una década, desde aquel agosto de 2007 que empezó a derrumbarse todo el tinglado de las subprimes.
¿Ven como es fácil? Las disfunciones europeas que Uds, ensayistas, historiadores, políticos, periodistas, no quiere ver, porque lo han apostado todo a la carta europea, y no quiere abrir los ojos a otra cosa, son la causa directa de que 5 millones voten a Podemos, no porque sea Podemos, sino porque esto es España. En Francia se trata de Marie Le Pen. En Gran Bretaña, del Brexit. Así de fácil. Sí no, ¿por qué iba a darse este fenómeno en tantas latitudes, por casualidad?
Hay más complejidades, claro. Explican los matices, las diferencias, pero no son lo esencial. En 1930 hubo el mismo proceeso en Europa, una enorme, salvaje y aniquiladora crisis, y los valores se fueran a tomar viento. Votaron a Hitler, votan hoy a Podemos.
También se encuentra uno con unas risas a costa de los ingleses, tratados como los más tontos del continente, porque se quieren ir de un imperio que se cae. Entonces se preguntan, ¿pero cómo se quieren ir del futuro? -porque par uds, ¡el futuro es Europa! Pero veo más racionalidad en los partidarios del Brexit que en los eurófilos, que no saben ver que la moneda única es una losa fúnebre: no tiene en su haz la cara de un emperador... Los ingleses ven que el poder de decisión se aleja cada vez más de su Parlamento, porque Europa va invadiendo competencias, inevitablemente, y cuanto peor le salen las cosas más invasora se vuelve la burocracia europea, que algunos acusan de neoliberal y otros de intervencionista, pero que en realidad es simplemente ineficaz, aunque todavía no ha alcanzado su máximo nivel de ineficacia. Ahora se ha reafirmado en su intención de ir rápidamente hacia el objetivo máximo: la Unión Política total, un gobierno europeo con plenos poderes, lo cual es la lógica implacable de estos tinglados: si se equivocan no rectifican, sino que aplastan más.
A pesar de ello, el imperio sin rostro humano se cae.
Lo que no está claro es cuando. Nunca está claro. ¿Cuándo murió el imperio romano? No se sabe a ciencia cierta; lo que sí podemos conjeturar es que el Brexit, de producirse, será un estacazo que aceleraría la rebelión de otros países, como dice Heffer en el texto citado.
Pero lo probable es que no se produzca. Las encuestas han cambiado la tendencia tras el asesinato de Jo Cox, y, demás, las casas de apuestas, que fallan menos que las encuestas, dan claro vencedor al Remain. Aun así, si gana el Remain, nada será igual. Aquí no vale ganar por los pelos. Recuerden en referendum francés de 1992 por el euro. Ganaron los europeistas, pero por tan poco margen que se desencadenó la tormenta contra el franco y otras monedas que aniquiló al SME (no sin antes haber producido una crisis económica en toda Europa).
Así que ganará el Remain, las bolsas se podrán ciegas, pero Cameron quedará muy tocado, y el RU ya no será igual en sus negociaciones en Europa, porque los que han perdido serán suficientemente fuertes para exigir que los fingers burocráticos no entren en su parlamento.
Todo esto se resolvería con un impulso económico, que derrotaría a los bárbaros. Pero es justo en lo que ha fracasado Europa, en su promesa de crear prosperidad y trabajo. Sus modelos económicos han fracasado. En EEUU, se ha cambiado de modelo y han salido más airosos de la crisis (y, po cierto, el GB con su esterlina). Y si no se rectifica pronto, si no se abandona ese modelo, el imperio seguirá su caída irremisiblemente.
Así, que para favor, ensayistas, españoles, historiadores, periodistas, ¡y políticos! pónganse al día. Dejen de jugar a las cábalas electorales, dejen de exigir un parlamento eficaz, un gobierno eficaz, cuando es imposible. No entra en los esquemas mentales de estos pobres políticos. Dejen de creer que todo es un juicio ético. Los hombres no se rigen por una razón infalible que no existe. Las sociedades menos. Primero, averigüen cuales son las razones de la estabilidad. No crean un la historia tiene un hilo conductor hacia el bie supremo, que el "progreso" es infalible. Y al menos dejen de creer que Europa es la perfección suprema. Un día se erró profunda y lamentablemente con el Tratado de Maastricht, y mientras ese error no se atienda, el pobre imperio seguirá cayendo.