Shanghái en 1987:
Mismo lugar en 2017:
Es evidente que cuando en España apareció la fiebre del cemento en forma de burbuja muy similar a la japonesa de finales de los 80 las cosas acabaron muy mal cuando la fiesta se terminó en 2007, al igual que en 1990 en Japón. En España, el consumo aparente de cemento se pegó un costalazo de tal calibre que en muy poco tiempo se situó en niveles de los años 60.
En la China actual existen gigantescas ciudades fantasma que alguien tendrá que costear algún día, por ejemplo en pleno desierto del Gobi al norte de China.
Ordos, otra ciudad fantasma situada en el mismo desierto con construcciones de casas a la europea para un millón de habitantes, fue un capricho del cacique de la zona.
Para hacernos una idea del tamaño irracional de la burbuja de cemento, tanto para vivienda como para las infraestructuras, solo hay que ver el siguiente gráfico:
¡Es decir que en solo tres años, 2011, 2012 y 2013, China ha consumido más cemento que USA en todo el siglo pasado!. Evidentemente esto no va a terminar bien y tal tsunami venidero afectará a todo el planeta puesto que se trata de la segunda economía mundial.
El PIB chino cerró 2016 en un 6,7% de crecimiento, el mas bajo de los últimos 26 años. La producción de cemento parece estancada . De momento la economía china parece solida gracias a las macro inyecciones de crédito para el sector de la construcción, infraestructuras y, sobre todo, consumo. La inflación en China crece y por ende están apareciendo algunos brotes en el resto del mundo por efecto exportación de inflación china. El próximo octubre el partido comunista elegirá nueva hoja de ruta y a partir de entonces veremos que sucede. Por lo pronto el indice de incertidumbre económica esta en máximos históricos, así que puede pasar de todo el próximo octubre, o quizás antes.