Keynesianismo de juguete

23 de noviembre, 2012 0

¿Keynesianismo?


A lo largo de toda la historia de la economía se han formado dos doctrinas económicas que corresponden a varios pensamientos relacionados con dicha ciencia. He intentado hablar de por qué promover el gasto - con anotaciones - estimularía la economía y sobre cómo la austeridad - aparte de conformar un retraso social, político y económico - se dedica a condenar al ciudadano corriente y a a empresa. Esta afirmación no es algo inventado por un servidor: está demostrado con datos y estadísticas fiables. Porque llegados a una situación como esta hay que preguntarse 'y después qué'; sí, sabemos que la austeridad y las políticas de los liberales son geniales - note la ironía ¡por favor - pero ¿y cuándo fallen? ¿Cuáles son los planes a largo plazo? ¿Realmente alguien cree que a las empresas que alaban el liberalismo no les afectan tanto la crisis? Se han hecho inmunes a esta situación, parece. Toca comprender que hay más que mercados y más que grandes entidades financieras. Necesario en estos tiempos.

Porque además nos falta quizá comprender que la demanda se estimula - si se dispone de la renta suficiente - cuando se gasta en la oferta y no sucede si se da la situación contraria. Es decir: la economía funciona si los ciudadanos disponemos de suficiente renta como para gastar en la oferta - cualquier producto -. A la hora de hablar del gasto público - es decir, aquel que realiza el Sector Público o el Estado - nos vendrá a la mente la imagen de España y el gran derroche que hemos hecho en nuestro país - sonoro el ejemplo del Plan E -.

El Estado por el que se abogaba no es este en ningún caso. Creer que gasto <-> derroche es completamente estúpido. Cuando Keynes habló de inversión por parte del Estado no se refería al derroche. Aún más: cuando las teorías neokeynesianas se alzaron no hablaban en ningún caso del derroche. El problema que empezaron a ver los lbierales en Keynes fue eso de 'destruir para poner gente a trabajar' pero en la mayoría de las ocasiones, esas afirmaciones no muestran sino necedad.

Las teorías de Keynes fueron ya actualizadas y adaptadas a la situación actual. Al fin y al cabo - y teniendo en mente que esta crisis no es cíclica en ningún caso - el hecho de desregular en un burdo intento por parte de Reagan de ser 'liberal', fue lo que nos trajó hasta aquí - y de donde no podemos salir, por cierto -. A partir de este momento se empieza a afirmar que las políticas intervencionistas de Keynes son el origen de todos los males y que el pobre economista inglés es el culpable de todo lo que nos sucede. Nos encontramos en una economía mixta con un Estado totalmente sobredimensionado. Esto tampoco fue lo que propuso Keynes.

No estamos viviendo en una economía keynesiana. Estamos viviendo en un keynesianismo de juguete. Hemos cogido lo expuesto por él y hemos empezado a tergiversarlo hasta el punto de poner en contra de dichas teorías a la mayoría de la población. ¿Keynes argumentaba gasto? Derrochamos. ¿Keynes argumentaba intervención? Decimos que coarta la competitividad. Esta última es llamativa. Se defiende que la intervención del Estado ahoga la competitividad entre empresas - que es falso - por diversas razones. Pero lo que no se cuenta es que el Estado interviene para corregir las situaciones desfavorables que provoca el mercado por si mismo.

El liberalismo nació antes que el keynesianismo. Y este último nació en contra de lo que provocaba el primero. Negar que no existe, no importa o que no es necesario es cuanto menos ridículo. Lo que se ha llevado a cabo es una política de desprestigio por parte de losausteríacos - Krugman... - para intentar seguir ahogando al ciudadano en una libertad que no existe de ninguna forma. Sólo aquellos que se obstinan en vivir como hombres del cromañon llevarían al extremo al mercado; y lo mismo pasaría con el otro lado: llevar tanto el Estado como el mercado al extremo es antiguo y ridículo.

No olvidemos lo importante: lo que forma la ciencia económica. Afirmando que hay situaciones que son totalmente desfavorables para el ciudadano, es turno de entender que la economía no siempre ha de ser a favor del banco y del mercado. Es cierto que ambos conforman una realidad necesaria para el ciudadano de a pie. Pero olvidar que este es lo más importante, es enterrar nuestros pensamientos en el olvido.

Pueden seguirme en twitter: https://twitter.com/JaimeMAD - Sobre el autor: Jaime es un joven escritor de 16 años. Se define de izquierdas y se identifica con el Keynesianismo - sin abusar, claro -. Ahora está trabajando en un ensayo sobre cómo llegamos hasta aquí y sobre cómo la austeridad no nos sacará de ninguna recesión, sino que nos sumirá más en ella.


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