Japón gusta mucho (II): ¿Dónde se ha ido el dinero que ha entrado en Japón?

19 de agosto, 2013 0

Tras la publicación de mi último artículo, Japón gusta mucho, me preguntaba mi amigo Ángel Martín Oro en un comentario que dónde se había ido el dinero que ha entrado en Japón. Por así decirlo, Ángel me "compraba" el argumento a medias, me daba la razón con que la apreciación del yen era debido a un aumento de la demanda de yenes pero me decía que no había ido a equity porque el Índice Nikkei había estado cayendo últimamente. Por tanto, pareciera que mi tesis cojeaba y resultaba preciso, desde luego, matizarla más y explicarla. Comencemos viendo los datos en perspectiva, para ello, las siguientes variables tomaremos la evolución de las mismas desde principios de este 2013 (salvo que indique lo contrario) y veamos: 1) Si es cierto que ha entrado más dinero en Japón aupando el Yen, y 2) Si es cierto que ese dinero ha ido a equity.

Empecemos descartando la entrada de capital para comprar deuda gubernamental. Si bien sobre este punto ya hemos resaltado que de haber entrado nuevo dinero en Japón no ha ido precisamente a deuda gubernamental los datos, de hecho, nos corroborarían esta versión. Así, el bono a diez años japonés cotizaba a finales de diciembre y principios de enero a 0.4% de tipo de interés mientras que hace un mes el tipo de interés había aumentado en más del 100% (rozando el 0.9% de interés) y, a día de hoy, se sigue desplazando lateralmente como contaba en mi último artículo (y parece que así se quedará un tiempo).

Pero veamos, como comentábamos, si en Japón han entrado divisas o no. Si cogemos los datos de reservas de divisas extranjeras nos topamos con que éstas han aumentado (desde julio) hasta USD 1.26 trillones partiendo de un mínimo en abril de USD 1.23 trillones. Es un alza llamativa puesto que supone la rotura de la tendencia histórica desde que comenzaron las abenomics, cuando las reservas de divisas extranjeras se encontraban en torno a USD 1.28 trillones. Esta entrada de divisas está impulsada, a su vez, por el primer cambio de tendencia importante y, parece, sostenible desde hace más de un lustro. Así, la subida ha sido del 2% desde diciembre y, pese a una ligera caída del 0,5% entre mayo y junio, en julio y ahora en agosto comenzó a remontar volviendo casi a los niveles de abril. 

Este crédito ha ido, principalmente y como comentábamos hace meses, a aumentar el parqué inmobiliario japonés. Así, la liquidez y el cambio de tendencia junto con una gran demanda inmobiliaria han aupado los tipos de interés a largo plazo en el sector privado al 1.35% frente al 1,20% que había llegado en mayo. Las nuevas incertidumbres sobre el futuro japonés y el aumento considerable de la demanda cambian la tendencia de unos tipos que pasaron de un muy estabilizado 1.4% en 2011 y 2012 al 1,15% en sólo unos meses con las abenomics. Todo ello dirigido, principalmente y como decíamos, al sector inmobiliario. El Housing Index se encontraba a la baja en enero, en los 6900 puntos mientras que este cúmulo de condiciones (divisas que entran, intereses que caen, crédito que deja de dirigirse tanto al sector público y empieza a trasladarse al sector privado y bajos tipos de interés) han empujado al alza el índice situándolo hoy por encima de los 8,400 puntos básicos. Esta subida puede que no sea relevante si la tendencia varía (como viene sucediendo desde 2009). Empero, está en sus máximos desde entonces y tal vez llegue a los 10,000 puntos en los que se encontraba antes del inicio de la Gran Recesión. Para los que piensan que Japón y las abenomics no sólo no supone nada nuevo (como yo) sino que no va a variar la volatilidad en niveles raquíticos japoneses de los últimos tiempos (algo que, sobre el PIB, ha comentado más de una vez Juan Ramón Rallo) probablemente este alza a 8,400 puntos no signifique nada puesto que podría bajar y confirmarse el desplazamiento lateral. Para los que pensamos que sí que se va a notar el cambio de tendencia hacia el sector privado (no en términos de crecimiento pero sí en términos de alza de activos peligrosos, como lo es sin duda el inmobiliario nipón) esta tendencia probablemente continuará mientras el BoJ siga detrás asegurando la liquidez del sistema. Algo que, por otro lado, estaría apoyado en el índice de confianza empresarial de Japón que pasó de -12 a principios de 2013 a +4 en la actualidad (niveles que ya se vieron en 2010 pero que hay que ir hasta 2008 para, de nuevo, ver estas cifras estabilizarse).

Concluyendo, puede que sea cierto que el Nikkei no haya recogido todas las divisas que han estado entrando. Al cabo, pese a la importante subida del Nikkei por influjo del BoJ desde enero (de los 10,000 puntos a casi 16,000 a mediados de mayo) la caída ha sido potente desde entonces y ahora se mueve en un desplazamiento lateral entre 13,500 puntos y 14,500 puntos. Pero no olvidemos que el USDJPY estaba en 85 a principios de 2013 y, coincidiendo con los máximos en bolsa, llegó a estar en USDJPY 102.5. Con la caída a 13,000 puntos de la bolsa también se depreció el yen hasta USDJPY 95 pero a día de hoy a vuelto a tomar la senda alcista. 

En fin, estos son sólo algunos de los datos que nos inclinarían a alterar ligeramente la tesis del último artículo: divisas no tanto dirigiéndose a equity (vista la correlación subidas de bolsa-depreciación del yen) si no, sobre todo, a sufragar créditos al sector privado que se dirigen al inmobiliario. Queda, no obstante, por ver si esta tendencia se mantiene o si cae con fuerza a niveles de 2011-2012. Me inclino a pensar que se mantendrá la tendencia hacia este sector privado lo que, si bien puede hacer a algún inversor ganar bastante dinero en Japón, no sería nada bueno para la economía japonesa que, en medio de una depresión histórica, tuviera que enfrentarse con activos burbujeantes.

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