El Sol naciente parece que se vuelve a esconder, El PIB japonés, a falta de confirmación definitiva, está en niveles que no se veían desde los tristes accidentes del tsunami y de la central nuclear de Fukushima, ambos ocurridos en 2011. Las causas de este retroceso eran de prever, no hace mucho publique dos artículos sobre la interesante economía japonesa (aquí y aquí). Básicamente la fuerte reforma fiscal ha restringido la economía interna y el PIB ha resultado lastimado.
Las reformas del primer ministro japonés Shinzo Abe (los Abenobics) lo que han hecho entre otras cosas es ahuyentar por el momento la deflación que venia siendo una lacra desde que estalló la crisis en 1990, aumentar la masa monetaria al estilo Reserva Federal y, por tanto, duplicar la revalorización del Nikkei, pero la subida de tres puntos porcentuales del IVA ha dañado el consumo interno. Japón es la economía con mayor deuda pública del planeta y es lógico que su gobierno necesite recaudar con urgencia pero a costa de una espiral viciosa de la que es difícil salir.
La variación trimestral del PIB ha sufrido una caída de 3,1 puntos porcentuales, es decir del 1,6% del primer trimestre se ha pasado al -1,7% en el segundo trimestre.
La variación interanual ya esta en zona de recesión a confirmar en el próximo trimestre
Y el indice Nikkei formando cada vez mas un dibujo terminal según el descenso del macd semanal, aunque sin confirmar todavía.
El macd mensual lleva desde junio cortado a la baja, sin duda una señal bajista