Janet Yellen fue el único consuelo para el oro esta semana,
que el martes tocó su mínimo de un mes al cotizar en los 1.261 dólares
la onza. Pero con esos dos primeros días de la semana a la baja, el
mercado se autoconvenció de que la (casi segura) futura sucesora de
Bernanke, Yellen, seguiría dando apoyo a la política laxa y los precios del oro recibieron un pequeño impulso hacia mitad de semana. Y recalco lo de pequeño porque no fue nada del otro mundo.
Y Yellen, con su aplastante seguridad y demostrando que se está
ganando a pulso el título de nueva presidenta, siguió defendiendo las
medias del banco central para apuntalar el crecimiento, dejando claro
que continuaría con la política monetaria ultra expansiva de la
Fed hasta que sus miembros estén totalmente convencidos de que la
recuperación económica puede sostener la creación del empleo.
El oro experimentó subidas durante su discurso alcanzando máximos de la semana de 1.294 dólares la onza.
Sin embargo, no tardaron en corregir y situarse de nuevo por debajo del
nivel de cierre del viernes pasado. Yellen dijo lo que todos sabían, pero no fue más allá. El movimiento de la plata fue
moderado, sin la marcada volatilidad que la caracteriza y se mantuvo
prácticamente plana después del discurso.
Analistas opinan que actualmente los precios del oro están fuertemente atados al sentimiento del inversor. La
recuperación de las bolsas ha desviado la atención hacia las acciones y
lejos de las commodities. Pero cuando los precios de las commodities
avancen como resultado de la inflación o de un aumento de la demanda,
los inversores suelen volver al oro. En teoría, es lo que ocurrirá a
consecuencia de una política monetaria acomodaticia. Además, el oro está
ahora demostrando una correlación negativa con el dólar, moviéndose a
cotas más altas cuando el dólar cae y viceversa.
El viernes por la tarde se estableció un fixing de 1.287,25 dólares la onza (-0.14%), reflejando un precio muy cercano al de la semana pasada.
El Fixing de la plata ha situado al metal a las 12am en los 20,635 dólares la onza (-4.91%).El jueves el World Gold Council publicó su último informe trimestral, el Gold Demand Trends,
El titular podría ser que la demanda de oro cayó entre el segundo y el
tercer trimestre de este año por primera vez en seis años. La demanda de
oro entre julio y septiembre también cayó con respecto al mismo periodo
del año anterior más de un tercio, con los precios una media del 20%
por debajo.
Según se lee en el informe, dos importantes factores contribuyeron a
esta caída. En primer lugar justifica el "canibalismo" de las compras
durante el tercer trimestre con el resurgimiento de la demanda del
segundo trimestre, potenciada por la mayor caída de precios en tres
décadas. En segundo lugar, la demanda del mayor consumidor de oro, India,
ha sido fuertemente golpeada por las reglas anti-importaciónd el
gobierno. "Pero esto no quiere decir que India haya perdido su apetito
por el oro", comenta Marcus Grubb en un vídeo resumen del informe, "ya
que las primas [sobre el precio internacional del oro] han seguido
altas". Sin embargo, China ha seguido incrementando la demanda de oro
en base anual, aumentando un 18% las compras durante el tercer
trimestre hasta casi 210 toneladas, lo que contrasta con las 148 de
India.
Con respecto a los bancos centrales, la demanda se
ha mantenido estable, siendo el 11º mes consecutivo en el que han sido
compradores netos de oro con el objetivo de seguir diversificando contra
el dólar y la deuda soberana, "reconociendo la cualidad del oro como
activo de reserva".
Las liquidaciones de ETF han sido menores en el
último trimestre (119 toneladas frente a las 402 toneladas del anterior
periodo). Muchos de los inversores que se decantaron con el oro como
protección al principio de la crisis han salido del mercado. Pero según
Grubb, se han quedado los inversores a largo plazo que pretenden
diversificar y protegerse contra los riesgos financieros a través del
oro.