Hace más de un año, el premio Nobel Paul Krugman defendió la idea de que una invasión alien sería muy bueno para la economía. Lo primero que llamaba la atención es que alguien que es uno de los economistas con más influencia y más seguidos defendiera algo que aparentemente sonaba ridículo. Su tesis era que el ataque extraterrestre era un eufemismo cuyo trasfondo era que ante una posible esclavización por parte de unos alienígenas malvados, la gente dispararía su consumo y el gobierno aumentaría su gasto para prepararnos ante la inminente posible catástrofe. Su idea básicamente era que el dinero debía de moverse aunque fuera sin control y sin motivos.
Una vez que se empieza a entender la idea deja de ser aparentemente ridícula y cambia de "aparentemente" a "en esencia", puesto que no soluciona nada, simplemente mueve el problema. Es una especie de juego de la silla, en la que hay que imaginarse la música hasta que deja de haber sillas libres, los más crédulos perderán su silla por haber jugado a imaginarse la música y los más incrédulos tendrán una incluso si antes no la tenían.
Pero si una persona tan reputada y que puede perder esa situación de privilegio se atreve a lanzar una teoría tan estrafalaria (aunque no es el primero que propone teorías similares) por aportar ideas con las que intentar arreglar algo de la situación actual, significa que la situación es bastante complicada de resolver y los economistas no han llegado a ninguna idea clara y segura de que soluciones aportar. Es en este punto donde voy a intentar aportar una idea disparatada que, como Krugman, intenta tener un trasfondo.
¿Por qué una invasión alien? ¿Por qué no vender la luna?
Lo primero que habría que hacer es saber de quién es la luna. Quizás este sea el punto más delicado. Si asumimos que la luna es otro territorio del que podemos adueñarnos y que deberíamos de poseer todos los humanos, podemos pensar que la legitimidad recaería en un organismo internacional. Los beneficios que obtuviese se podrían gastar en lo que acordemos, desde pagar deudas de países, hasta mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Lo que se acuerde.
La luna tiene 38 millones de Km cuadrados ó 38 billones de metros cuadrados. Puesto que estamos en un ejercicio de imaginación, es necesario suponer que en el caso de venderse el 10% de la superficie a 0,10 € el metro cuadrado, se recaudarían 380.000 Mill de € o unos 500.000 Mill de $. Es muy poco en comparación con lo que produce USA en un año (sería entre un 3 o 4 % de su PIB) pero tendríamos el primer punto positivo de la idea, se ofrecería un producto que hasta ahora no tenía oferta y que seguro que muchas parejas enamoradas, personas que les apasiona todo lo relacionado con el espacio, gente filantrópica que encuentra el motivo perfecto para ayudar a la vez que adquiere un pedazo de la luna, especuladores o cualquier otro tipo de persona encuentran motivos suficientes para comprar su parcela en la luna si verdaderamente es suya y se les reconoce esa propiedad.
Y es a partir de aquí donde puede estar lo verdaderamente interesante de la idea. ¿Qué pasaría con toda aquella persona que ahora posee un trozo de luna y no puede ir y después de un tiempo no le sirve para absolutamente nada? ¿se organizaría con otros para invertir en desarrollar medios de transporte y poder visitar su flamante adquisición? ¿habría sido esto una simple y absurda moda o abriría la puerta real para la colonización de la América de nuestro tiempo?
Creo que de la crisis no se saldrá de verdad hasta que no se oferten nuevos productos que la gente demande de forma sostenida y que sean capaces de generar nueva inversión, probablemente a esta nueva oferta le pase como en el pasado, que sean cosas absurdas e innecesarias hasta que dejen de serlo. Por eso, como he dicho al principio, si Krugman se atreve a aportar ideas absurdas que pretenden tener un trasfondo para intentar mejorar la situación económica, aquí he dejado yo la mía.
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