Josep Bou, empresario catalán, dice que “hay que intervenir Cataluña, no hay otra solución”. Y yo digo, ¿qué gobierno, éste que todavía cree en el acuerdo con Torra? ¿No habría que intervenir antes España?
Dice Puigdemont que “el catalán no ha sido nunca violento”. Fake. Le recuerdo lo que era el pistolerismo en Cataluña y el enfrentamiento entre sindicatos anarquistas y empresarios antes de que llegara la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Dicha dictadura acabó con el pistoletismo de unos y otros en un día. Lo que demuestra que violencia llama violencia hasta que el estado se erige en el monopolista de ella.
Tenemos un cáncer en Cataluña, y un gobierno central no débil, debilisimo, cuyo único objetivo es lunático, de muchas lunas especulares: Sánchez se conforma con mirarse en los escaparates de Time Square. No piensa ni en sueños aplicar sus poderes legales, sino aguantar con el apoyo de los violentos catalanes, enardecidos por su loco presidente Torra. Mientras, Valencia y Baleares toman nota y ejemplo de la inmersión lingüística nazi-Catalana y aplastan a la mayoría que habla castellano.
España no tiene un problema, tiene varios, y todos ellos la parten en dos bandos, uno de los cuáles poco a poco va tomando conciencia de que este país está enloquecido, en manos de gente totalmente lunática. El otro día dijo Borrell, “rompeolas de las Españas” en el gobierno (se suponía), que Cataluña no tendrá arreglo antes de dos años, por los menos. Tiene razón, pero es deprimente, porque dos años más así, sin un objetivo claro ni acuerdos centrales posibles, es imposible hacer frente a la centrifugación en marcha, cada vez más fuerte.
Mientras España no arregle su problema, su debilidad, no hay solución viable. Para ello, se necesitaría al menos el apoyo de las regiones todavía creyentes en la Nación española. Pero la centrifugación está desbocada. Haría falta además un gobierno nacional de amplio apoyo parlamentario con el acuerdo básico de restablecer la ley en Cataluña. Todo esto se me antoja muy difícil. Se necesitan políticos coriaceos, que saben que pueden perder la cordura y la tranquilidad para toda la vida. Se necesita que estén convencidos que tendrán que emplear la fuerza legal, sin complejos. Se necesita que al menos Europa le apoye, y a ser posible el concierto internacional, que por su parte ve esto como muy lejano. Recordemos Yugoslavia, ¿intervinieron las potencias con sentido de la realidad?
Rajoy creyó que “su lluvia fina” económica convencería a los catalanes - Les sobornaría con puestos de trabajo. No ha convencido a nadie con esos puestos de trabajo de un día a otro. Ya no hay lluvia fina ni nada así que valga. Es una parte muy violenta de la sociedad que, como los sindicatos de antaño, cree en la violencia como el camino más corto para sus objetivos republicanos catalanistas.
Mientras tenemos a 17 reinos de taifas insolventes, incapaces de emitir deuda, que viven de lo que tenga a bien darles el Estado, que además tendrá que asumir sus deudas. Es decir, todos los españoles, en un batiburrillo de deudas que revierten al Estado.
El país no se arregla ya con elecciomes que no traigan gobiernos fuertes y con apoyo de los partidos constitucionalistas. Pero, ¿quienes son éstos? La tendencia al caos se ve imparable. Caos = gobierno superado por el más mínimo obstáculo, es decir, nulo, de chirigota.
Todo esto me lleva a otro área defierente: La supuesta racionalidad del sujeto económico. Es un supuesto de partida débil, que se suponía útil para poder edificar modelos matemáticos cada vez más sofisticados, pero cada vez más alejados de la realidad. ¿Cómo se puede pensar en le racionalidad de los catalanes, salvo los que perdiendo mucho dinero y de vida personal, que se tienen que marchar? Como explicar que la mayoría aguante esos mandatarios, ¿no sería más lógico unirse para sustituir a la alcaldesa y al Presidente, ante el daño económico que están haciendo, como se muestra aquí y aquí? Pone los pelos de punta leer cono se desintegra una de las zonas más cultas, ricas y placenteras del mundo para vivir, por la creencia absurda del nacionalismo de una minoría.
No, el cerebro del hombre no es predominantemente racional. Es apasionado y retorcido, y cuando muchos toman una idea como creencia, te puedes despedir de la dulce libertad individual. La mayor parte de la poblacion mundial vive bajo creencias muy diferentes pero dictatoriales, y la mayoría de esa población vive voluntariamente bajo una tiranía sea ésta islamista, hinduista, comunista, nacionalista o lo que se imponga.
No hay racionalidad que valga como base del análisis económico. Antes viene el dominio de las creencias sociales más profundas. Créanme, la Libertad no está garantizada.
Una prueba de que mi pesimismo no es infundado, y es compartido porque la mayoría,
Leo en Libertad Digital, Manuel Llamas que el Índice de Condianza del Consumidor (elaborado por el CIS) se pega un castañazo en septiembre, desde que Sánchez está en la Moncloa. Aquí los datos básicos,
Y a continuación, un gráfico de variaciones.
Nótese que desde la crisis del euro de 2012, no se habían registrado caídas tan pronunciadas. Sólo que ahora son por razones internas.