Inflación y recesión. ¿Qué hacer?

31 de marzo, 2022 8
Treinta años Economista Titulado del Banco de España. Economía internacional. Autor del blog "Decadencia de Occidente", blog sobre los estragos... [+ info]
Treinta años Economista Titulado del Banco de España.... [+ info]

Aunque no parece haber consciencia de ello, el problema actual en la economía mundial es de dimensiones cósmicas, del que carecemos de antecedentes cercanos. Unas  bolsas de liquidez originadas para aliviar la contracción de la pandemia, precisamente ahora que está rebrotando la inflación con gran empuje, y una recesión que se anuncia ya en algunos indicadores; lo que algunos traducen como una estanflación ineludiblemente dura, con  subida del desempleo, PIBs a la baja, inflación... y rebeliones innumerables para colorear las calles de camioneros, o de cualquier otro sector que repentinamente se da cuenta que su servicio no es solo útil, sino que tienen poder de mercado... Vamos, que puede obtener un precio desmesurado por él. Camioneros, buques, aviones, pueden paralizar la economía cuando y como quieran, y sin estar sindicados, como es el caso. El simple interés basta para prender la chispa. 
Se suele admitir con demasiada facilidad que la inflación es y será siempre un problema monetario. Cuidado. Esto es verdad siempre que uno se refiera al proceso de subidas de precios, a tasas constantes o crecientes. Porque es verdad que sin una aumento constante del dinero, no se puede mantener un proceso inflacionista, que se vería abortado en cuanto la liquidez dejara de crecer. Ergo, es fácil relativamente cortar un proceso inflacionista en cuanto se rompan las expectativas sobre la tolerancia del Banco Central. Si se cree que efectivamente va a cortar en seco sus emisiones de liquidez, el público cambiaría sus expectativas hacían una inflación cada vez más moderada. Eso sí, un corte seco en el suministro de dinero crearía una cruel recesión, como hizo la FED en los años setenta. Como se ve en la imagen,

Por eso se dice que la confianza en el Banco Central, bien asentada, es la mejor baza que tiene este para proyectar a largo plazo una senda de inflación moderada en la que confiarán cada vez más los agentes. Los años noventa fueron un ejemplo de sutil confianza mutua entre el Banco Central y la sociedad. Se creció constantemente, pero la inflación fue moderada y sin sobresaltos. Se estableció una regla no escrita sobre el crecimiento del PIB nominal (3% crecimiento real y 2% inflación, aproximadamente), que se cumplió sin grandes problemas. 
Bien. Pero esta vez es que la inflación ha desatado sus fuerzas, alcanzando niveles no vistos desde los años ochenta, y no podemos culpar sólo la política monetaria, que se había desplegado para hacer frente a la aguda contracción que originó la pandemia. La subida en flecha del PIB  demostró que la política era la acertada. Especialmente en EEUU, al que le costó menos de un año volver a los niveles originales de producción y empleo. ¿Por qué está amenazadora (hiper)inflación ahora?

Desgraciadamente, la pandemia no desapareció sin dejar sus huellas en ramas de actividad básicas, en forma de cierres y estrangulamientos y contracción de la oferta, lo que hizo surgir la inflación en mercados de materias primas, porque volver a la normalidad suponía reabrir las empresas, restablecer conductos de comercio que se habían cerrado, etc. Hemos pasado un pandemia que ha distorsionado tramos clave de la producción, impulsando al alza precios de materias básicas cuya influencia se traslada a todas las fases la cadena, de la extractiva al consumidor final de bien. La propia pandemia ha influido en ese proceso al incitar a cerrar negocios para reducir costes. Esto era de esperar que se normalizara con el tiempo.
Pero había otra cosa. Durante la pandemia, los gobernantes siguieron acelerando su programa de limpieza energética, con nuevos protocolos y fechas que superaban cualquier límite prudencial, dado el contexto crítico en el que no a movíamos: se han suprimido fuentes energéticas “antiguas” como si estuviera asegurada una transición suave a las “renovables”, algo que no es así en absoluto. 
Se empiezan a oír quejas de que el proceso de limpieza energética ha ido demasiado rápido, queriendo hacer una transición ecológica que hubiera requerido más años, relegando así fuentes de energía que hoy por hoy no tienen sustitutos limpios, que no son más que proyectos vendidos muy deprisa como alternativas viables, cuando no hay nada firme todavía. Par dessus le marché, España, en una muestra de autosuficiencia chulesca (cuando es uno de los países más dependientes de energía), ha dicho NO a la propuesta de la UE en el sentido de que la energía nuclear y la gasista sean consideradas de momento ecológicamente viables. Pues España no, y tiene programado cerrar en 2035 las nucleares en funcionamiento. 
Todo eso no puede más que desestabilizar la oferta energética y hacer subir los precios hasta donde mande el mercado, si acaso el mercado negro. Es poner a la economía del país a los pies de los caballos. Por eso decía que no se podía culpar a la política monetaria de la inflación: que hay raíces en los mercados mundiales de suma potencia destructiva.
En otras palabras, no sólo la pandemia y la guerra han distorsionado la oferta energética; la actuación precipitada de los políticos, el voluntarismo incomprensible, ha reducido fuentes a cero de energía indispensables, haciendo muy difícil ahora volver a poner en marcha procedimientos industriales cancelados con un optimismo sin sentido. 

Ahora nos encontramos con el dilema siguiente: (1), o ser ortodoxamente monetaristas, ordenando a los bancos centrales a que cercenen, o incluso reduzcan, la oferta monetaria y suban los tipos de interés, con todas las consecuencias esperables en caída del PIB y del empleo a los niveles máximos conocidos en la pandemia, 
o (2) hacer una política de oferta que haga el menor daño posible a la actividad, con una tolerable inflación más elevada que el 2% al que nos habíamos acostumbrado. Y eso nos obliga a mirar y reformar lo que sea posible en los mercados mundiales.
Como señala Bion Lomborg, prestigioso ecologista (pero no dogmático), 

Durante décadas, la UE ha afirmado que las energías renovables pueden aportar seguridad energética porque se pueden producir en casa y no es necesario importarlas. Pero las energías renovables clave, la solar y la eólica, no son fiables: sólo funcionan cuando brilla el sol o sopla el viento. Para conseguir una energía fiable las 24 horas del día, la solar y la eólica necesitan el respaldo proporcionado por el gas.La política energética verde de la UE contribuye pagando a Rusia más de 500 millones de dólares diarios, sobre todo en concepto de combustibles fósiles y especialmente de gas, para que ofrezca un soporte a la energía solar y eólica europea.Los defensores de la energía solar y eólica afirman que las baterías pueden ser un factor clave cuando el sol no brilla y el viento no sopla. En realidad, el conjunto de todas las baterías de Europa apenas puede almacenar energía para 1 minuto y 21 segundos de la demanda media de electricidad del continente, después de lo cual volvemos a depender principalmente de los combustibles fósiles. A modo de comparación, en Alemania hay periodos en invierno de calma del viento que duran más de 5 días.Además, la electricidad sólo representa una quinta parte del consumo energético total de Europa, casi tres cuartas partes del cual se satisface con gas y otros combustibles fósiles. A pesar de la propaganda, la energía solar y la eólica aportan menos del 4% de la energía total de Europa. Cuando el canciller alemán Olaf Scholz insiste en que las renovables harán que Alemania sea "independiente y menos susceptible de chantaje", se equivoca.

Necesitamos una cura de realismo y humildad para enderezar el arduo camino que tenemos que hacer para llegar a bueno puerto sin poner la economía mundial en un grave riesgo de colapsar por falta de energía absolutamente necesaria. Esta falta de energía no ha sido causada por la guerra, pues los aumentos  precios ya se habían manifestado antes, sino por un frívolo optimismo sobre la Transición a fuentes de energía renovables sin tener en cuenta la subida enorme de costes que conlleva la sucesión tajante de las viejas fuentes - como es obvio, de esto se han aprovechado monopolistas como Putin para subir el coste a la estratosfera de la energía que necesitamos. 
De manera que no hay más remedio, hasta que los mercados se normalicen - y no lo harán a corto plazo - hacer las cosas fáciles para que los bancos centrales puedan moderar lo máximo posible su política que será, necesariamente restrictiva. Mientras, debemos dar cabida a energías fiables, que no son de futuro porque generan CO2, pero que necesitamos un tiempo mayor del esperado por las circunstancias excepcionales que nos condicionan. Bion Lomborg propone que dejemos de cerrar nucleares y que incentivemos el fracking, energía que se ha demostrado en EEUU barata y más respetuosa que otras con el medio ambiente. Yo añadiría usar, sí necesario, combustibles fósiles.
Sean cuáles sean las fuentes transicionales elegidas, mantener el nivel de capacidad productiva es una prioridad sobre el dogmatismo hoy por hoy adoptado, cuyos riesgos harán mucho más difíciles la transición ecológica hasta el punto de hacerla imposible.

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Este artículo tiene 8 comentarios
El problema es que los verdes de Alemania y los pro-ecologistas de toda Europa (incluido nuestro gobierno) se juegan su existencia política: si admiten que la agenda era equivocada, es decir, atrasan los plazos para la transición energética 20 o 30 años (total 50 años) y dan su brazo a torcer, el juicio del alemán y el europeo medio, votante influido por ideas ecologistas, va a cambiar, desde "me han mentido" hasta "no son capaces de hacer lo que habían prometido". En ese caso estarían políticamente muertos y fuera de juego, por lo que es muy difícil que den un giro radical a su postura sin un cambio electoral.
31/03/2022 21:33
antiguo usuario
Ahora suben las energías por culpa de las renovables ...
Antes bajaban los fósiles para que no compense investigar e invertir en nuevas energías... según la dirección del viento será una teoría diferente ...jajajs
Es como el chiste o te caes o es la fuerza de la gravedad...jajajs
Lo normal es que conviva energías limpias y sucias ,
El precio del petróleo o del gas no es porque haya poco en el mundo, eso sería lo que realmente haría subir el precio ,pero no son las renovables ni cosas por el estilo es solo especulación,. Tenemos fósiles para mil años todavía ,
Si Europa bajara el consumo de forma drástica tendría que bajar el precio ,o solo con la idea de del cambio energético debería bajar,. todas estas subidas no se lo que durará pero va acelerar proyectos de energía limpia como plantas de hidrógeno , ya hay empresas dispuestas a comprar la producción ya que esperan un gran ahorro en energía...se habla del 2030 pero en tres años podrían estar algunas listas ,
Y el nuevo cambio energético España sería una de las ganadoras .. en contraste con las energías sucias que España es una perdedora ..
Por lo tanto no es tan descabellado lo que hace España ...quizás loque vemos en Rusia es algo parecido al rebote del gato muerto ,jajaja
01/04/2022 08:53
En respuesta a Pepe Mary Fer
Como bien indicas los combustibles fósiles están en cantidades lo suficientemente altas como para mantener precios bajos. El problema es que está repartido en un oligopolio que controla la extracción para ganar lo máximo posible inflando precios, es no va a cambiar nunca. Precisamente la transición ahora es más necesaria que nunca, es más le han dado un empujoncito. Al estar tan caro los fósiles hace más rentable proyectos alternativos de energía renovable y encima hay que añadir que la eficiencia productiva ha aumentando bastante en todo el siglo. Eso sí, criminalizar la energía nuclear es la peor decisión energética del continente. A futuro Europa podría ser independiente energéticamente con un aumento de la producción nuclear que complementase a las renovables que sumado al coche eléctrico haría caer enormemente la dependencia de petróleo externo.
01/04/2022 13:15
antiguo usuario
En respuesta a Mister killer
Hasta hace poco los barcos petroleros dando vueltas por el mundo sin saber que hacer con él y se fue a cero la cotización , ahora parece que algunos se tiran de los pelos
porque España podría tener pozos de petroleo y gas ser autosuficiente , pero el precio a pagar seguiría exactamente igual de caro que ahora , el precio lo pone el mercado y tendríamos la misma inflacion...jajsjs
01/04/2022 14:13
Pienso que el primer paso que debe hacer la CEE es eliminar el mercado de emisiones de co2 que no es mas que un mecanismo artificial para aumentar el precio del gas que ya de por sí está y seguirá estando por las nubes.
01/04/2022 11:46
antiguo usuario
Además el combustible fósil ,además de contaminar y de crear problemas geopolíticos está en manos de los malos osea dictadores antidemocráticos que lo único que quieren es tenernos pillados por los guebos , la energía sube y sube y la inflación se dispara ,todos los liberales mirando al gobierno a ver qué hace ,
No veo a nadie criticar el intervencionismo del gobierno... crítica lo mal que interviene pero sigue siendo intervencionismo ...jajajs
Según la teoría del libre mercado en la que estos o la teoría austriaca nada de intervencionismo... la economía se ajusta sola sin intervenir ... Todos callados , pero claro es el cambio energético el culpable de todo...jajaja
01/04/2022 14:44
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