El mundo económico se ha formado el criterio general de que los precios en los mercados es el resultado de la oferta y la demanda que imponen vendedores y compradores en un mercado y del equilibrio de ambas fuerzas se fija un precio.
En base a ello, si hay más compradores que vendedores el precio debería subir o en caso contrario bajar, mientras a igualdad de fuerzas los precios permanecerían estables.
Existe, sin embargo, una premisa para que todo lo anterior se engrane y funcione: el mundo económico-financiero precisa crear la necesidad de aquellos bienes o inversiones que no son necesarias. ¿Quién compraría-vendería un bien no necesario sin la idea de una futura plusvalía, bien al alza o a la baja? Queda claro, necesitamos una inflación de precios que nos muestre el convencimiento de que lo comprado hoy valdrá más dentro de algún tiempo futuro.
Llegado a este punto aparece la teoría de las manos fuertes y las manos débiles, es decir los grandes operadores y el resto del mercado, que muestra la conclusión de que son las manos fuertes las que fijan los precios, y estas manos fuertes llevan cinco días mareando la perdiz con unos 20 cotizaciones pasadas del ibex y 45 factores multiplicadores, sirviendo como ejemplo los siguientes:
9711,6-9492,5=219,1x49/36298,2+9351,8=9650
9658-9496,3=161,7x49/33=240,7+9456,3=9696,4
9644,9-9492,5=142,4x49/33=226,3+9415,6=9641,9
9630,7-9520,5=110,2x51/36=156,1+9451,8=9607,9
No hay que ir muy lejos en el tiempo para encontrar todas las cotizaciones en los gráficos.
Si hay un patrón lo desconozco, pero sí se refleja que unos pocos o uno imponen los precios en los mercados.
