Sexta semana consecutiva sin ningún valor acumulando energía.
La semana termina con 3 nuevas maldades que podemos añadir a la lista de maldades de las últimas semanas.
Maldad 1 de esta semana:
El número de valores en el club de los pringaos suma un nuevo miembro: Bankia.
El club con unos socios que si alguien se fija bien, evolucionan como si estuviera en una carrera de relevos, al estilo:
ahora yo estoy en el candelero, ahora hago un rebote fuerte y se olvidan de mí, ahora vuelvo al candelero.
Este club con la incorporación de Bankia ya asciende a 12 socios:
Tef, Tre, Sgre, Rec, TL5, Itx, Ele, Eng, Dia, NeW!! Bankia, Acs y ACX.
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Bankia semanal. Ostris pavito!!, estabas escribiendo seminal ,en vez de semanal, ¡Fiuu!, menos mal que te has dado cuenta y lo has corregido a tiempo, eso sería peor que confundir, Haber con a ver y ahí con hay, ¡eso te pasa por ir poco a clases!, ¡estás poco cultivado!, j,ji,ji……
….El abuelo del Pavito le dijo una vez:
Recuerdalo bien, Pavito, nietecito mío, nunca, nunca, nunca inviertas en un valor cuya sede está en un edificio inclinado.
Buenuuu, pues Bankia es el primer banco en apuntarse a la moda de escribirse una palabra en la frente.
Pone: problemas, claro que ahora no sabemos la magnitud del asunto, no se sabe si son problemillas, problemas o PROBLEMAS.
Lo que si se sabe es que en Bankia, mejor no estar.
Ha roto el mínimo de las últimas 52 semanas por un pelín, pero para esto basta un pelín, lo han roto.
Se ha tirado, ¡manda truco!, 88 semanas sin romperlo.
¡Dichoso 8, 80 y 88!, ¡está por todas partes!, ¿se estará volviendo turulado el pavito?.
Hace unas semanas la semana 8 del mes de un año, el 2018, terminado en 8, el bote del euromillones fue en dos direcciones, fuera de España y en España.
En España les tocó 88 millones ochocientos y pico mil a una peña de Cadiz con 80 mienbros.
El día anterior y el anterior a ese, el pavito al encender la radio a los pocos segundos, idem ambos días, escucha a Carlos Herrera decir:
-Son las 8 y 8 minutos…
¡AAAGGGG!!.
Mejor que el pavito no siga con el 8 porque es mucho, mucho, mucho.
Fijaros bien y empezaréis a ver y a escuchar el 8, 80, 88 o incluso 8888, por todas partes, ¿de que irá esto? ¿será un síntoma de algo?, ¿será un experimento de alguien o algo? ¿le sucede sólo al pavito o le sucede a alguien más?, si le sucede a alguien más, ¿por qué nadie dice nada?
Buenas preguntas, MMMmmmmm….
¿Por donde iba el pavito?, un momento, esto tiene fácil arreglo, es igual que con la televisión en blanco y negro, unos golpecitos por aquí y otros por allí.
Toc, toc.
Ya está, a los 52 semanas de salir a cotizar a bolsa, allá por el verano del 2011, a las 52 semanas, bankia acumulaba ya una caída del –87,19%.
Mucha gente pensó que no podía caer mal, había caído mucho, pues bien, al tener ya 52 semanas, decidió romper dicho mínimo y desde esa rotura hasta el mínimo más bajo que hizo cayó, ¡no te lo pierdas! Un –91,88%.
Se tiró 282 semanas sin saber lo que era romper máximos de 52 semanas.
La segunda vez que rompió mínimos de 52 semans, sólo cayó un –52,66%.
Ahora está en la tercera ocasión, las caídas del pasado no nos dirán a cuanto ascenderán las caídas del futuro, pero lo que si nos dice es que, desde el punto de vista del precio, mejor no meterse en el berenjenal de comprar acciones que rompen mínimos de 52 semanas, especialmente en un índice con la misma manía y que por encima lleva unas semanas entre los peores del mundo+la lista de valores con la misma manía está en crecimiento.
Bankia tiene 2 precios bastante pegaditos, el 3,50 y el 3,58, lo más normal será que se pare unas cuantas semanas o tal vez más en estos precios por tenerlos tan pegados, si caen a plomo, no sería de extrañar un rebote profundo de toda la caída precedente, al llegar a estos precios.
Puede suceder que vaya al 3,50, dilatando algo, rebote y más tarde pierdan el tiempo repitiendo jugada en el 3,58.
Por fundamentales, vete tú a saber como está, pero por la manera de mirar el precio del Pavito Frito, piensa mal y acertarás.
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Maldad número 2 de esta semana. El ibex 35 es un índice que ya está oficialmente en el club de los pringados, a lo que habría que añadir el detalle de estar entre los peores índices del mundo.
Ibex semanal: por si fuera poco lo que ya tenemos aquí, aparece un precio nuevo el 9349….
…ese precio está muy cerca de ese otro de 9382, buenuuu, habrá que mentalizarse que tal vez en esos 9349-9382 se van a entretener unas semanas o tal vez unos meses, pero algo se van a entretener ahí, de eso tienes que ir mentalizándote pavito Frito.
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Ibex 35 diario: a muy corto plazo, el ibex que le ha dado un mordisco al hueco bajista más cercano, lo normal es que cierre ese hueco y vayan como mínimo un poco más allá, ese más allá estaría en los 9734, aquí con algo de dilatación veremus si les da electricidad suficiente para….
….volver a doblar la cabecita y ejecutar nuevos mínimos o si esa electricidad es poco cosa, respetan los mínimos de ahí abajo y extienden el rebote.
De una u otra manera, mientras no se demuestre lo contrario, aquí no se puede pensar en un rebote para besar el cielo, el pavito, mientras no aparezcan pruebas al alza, tiene que pensar que en caso de extensión del rebote, ese rebote será un rebote para besar el suelo.
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Tercera maldad de la semana.
¿Cómo explicas esto Pavito? ¿Cómo lo explicas sin dar detalles secretos secretorumsss?
Buenuu, podemos decir lo siguiente:
Las acciones en el lado alcista del ibex suman 0.
Para entender las puertas que se están abriendo y las que se están cerrando en el ibex, tenemos que retroceder a principios de Febrero del 2017.
En ese momento el ibex había cerrado en 9352,1, y al terminar la semana aparecía un Cero en el lado bajista.
Cuatro meses más tarde, con un movimiento tendecial muy limpio, el ibex llegó a sus máximos de mayo con una subida superior al +19% desde la aparición del cero en el lado bajista.
De esta vuelta es al revés, aparece un cero en el lado alcista, imaginemus que puede suceder.
No será exactamente igual, seguro, pero de entrada es otra maldad más a una lista que no para de crecer, en un índice que se puede poner fino filipino mandarino en el sentido bajista de la palabra.
Esto por supuesto es la opinión del pequeño, muy pequeñito, Pavito Frito.
Oremus, recemuss, y observemusss.
Por cierto, seguramente para la gente que es capaz de controlar el tema fundamental, una vez que el pequeño rebote del ibex finalice y volvamos a las andadas, seguramente podrán adquirir buenas gangas.
Pavito, despídete, no seas maleducado.
Buenuuu, levanto mi mano derecha y me despido de manera mecánica.
Criccc, cruccc.
Buenuuu, me he despedido de los chicos, las chicas os podéis quedar aquí, ji,ji,ji.
¿Por qué Pavito?, pregunta una chica inocentemente.
Pues porque..... (el pavito coge carrerilla y se acerca corriendo a las chicas) ......¡¡¡ toca ataque de besitos y abrazitos, jumpppiii!!!.
Las chicas salen corriendo en todas las direcciones antes de que el pavito pueda dar ni un besito ni un abracito.
Booohhh!, se queja el pavito ahora que se ha quedado solito, siempre me pasa igual.
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Me estoy acordando de una cosa, cuando tenía 6 años entre en el colegio, los primeros meses vivía lejos del colegio e iba a casa en autobús, más tarde nos fuimos a vivir cerca del colegio y podía ir y venir caminando.
Buenuuu, el caso es que yo venía de la guardería y no sabía nada de engaños ni de rollos, suponguuu que era un pardillo, pero claro, me parece normal, ¿quién no es un pardillo a los 6 años, cuando uno tiene el cuerpo nuevo pero el cerebro muy poco cocido?.
En fin, estoy en el bus, todavía recuerdo la mirada rara de aquel chaval de mi clase.
Casi no lo conocía, en clase eramos unos 44 o 45, el caso es que este se me acerca súper serio, me mira fijamente a los ojos y todo convencido me dice:
-Tu mamá me ha dicho que te bajes en esta parada.
El Pavito como era tan inocente ni se lo cuestiono, sobretodo porque la mirada y el tono de voz de aquel chaval parecía muy convincente.
El pavito se baja en una parada que no es la suya, supongo que el chaval maligno, ahora que lo pienso debía de ser un psicópata en ciernes, bueno, supongo que se quedo sonriendo cuando vió al pavito bajar en la parada que no era.
El pavito está allí agarrado a las correas de su mochila, no ve a mami por ninguna parte.
Decide esperar.
Al rato, un instinto o algo le dice que tiene que ponerse en marcha.
¡Pudo haberle sucedido cualquier cosa!.
Se pone a caminar sin rumbo fijo, no conocía muy bien esa parte de la ciudad.
Por fortuna, era una parada antes de la parada donde le estaba esperando mami.
Ella también se había puesto en marcha y a medio camino se encontraron.
¡Qué alegría se llevó el pavito!.
Esto marcó al pavito, ¡la gente puede engañarte!.
También marcó al pavito en otro sentido, nunca olvides a quien te hace algo malo.
El pavito le cogió manía al chaval psicópata, pero no se lo hizo saber.
Cuando el pavito tenía 8 años llegó su oportunidad, iba en tercero de EGB, armado con un tirachinas con el que había practicado muchas horas averiguó a través de otro compañero de clases donde vivía el psicópata.
Eran otros tiempos, supongo.
En fin, el pavito estuvo en el colegio apuntado a muchas clases extraescolares, probó el atletismo, el baloncesto y se quedó con el ajedrez, ji,ji,ji.
El psicópata también iba por las tardes a actividades.
El pavito todavía recordaba muy bien el susto que le había dado y el peligro que había corrido.
Llevaba meses practicando con el tirachinas, estaba en un colegio sólo de chicos y todos eran, buenuuu, eramos unos brutos, los profesores nos tiraban el borrador del encerado, tizas y de vez en cuando te llevabas un reglazo en la cabeza.
En fin, teníamos juegos brutos, azules contra grises, todos los de A en un lado del patio contra todos los de B en el otro lado, de repente uno gritaba:
¡Al ataqueee!.
Las reglas del juego eran muy sencillas, se trataba de chocar contra los de la otra clase para derribar al mayor número posible, entonces los jefes de cada clase gritaban
¡retiradaaa!
Los supervivientes volvían a sus puestos y los que habían caído quedaban allí tirados intentando levantarse.
Entonces se volvía a oir:
Ataque!!!
Y la avalancha de enanos volvían a enfrentarse y de paso los caídos que no habían logrado levantarse corrían el riesgo de ser pisoteados.
En fin, así eran las cosas en aquel colegio de las narices, un lugar muy democrático, el típico de la época suponguuu.
El tirachinas era muy útil, el pavito lo uso como defensa y como ataque en varias ocasiones.
El pavito no tenía una idea muy clara de cómo iba a vengarse del psicópata que unos años atrás puso en riesgo la vida del pavito.
Entonces surgió la oportunidad, se enteró de que el psicópata que siempre cogía el autobús (el pavito sólo lo usó los primeros meses cuando iba en primero), iría a un cumpleaños de un amigo, y el pavito sabía donde vivía ese amigo.
Casualmente, bueno, no tan casualmente, el pavito se había aficcionado a llevar el tirachinas y unas piedras especiales siempre encima.
No se lo pensó dos veces.
El que celebraba el cumpleaños vivía a 5 minutos del colegio, el pavito salió de los primeros y se acercó corriendo hasta allí.
Al otro lado de la calle, el pavito sabía que había un solar con un muro de metro y medio o algo así.
Entró en el solar, puso una piedra bajo el muro para apoyarse y poder sacar su cabecita por arriba.
Sacó su tirachinas y tuvo tiempo para elegir la mejor piedrecita.
Entonces esperó.
No tardó en escuchar sus voces.
El pavito se quedó detrás del muro con la cabeza por debajo hasta que oyó como las voces se alejaban.
Entonces sacó la cabeza por encima del muro, a la derecha iba el psicópata, a la izquierda el amigo, unos metros por delante casi a las puertas del portal la madre del amigo.
Todos estaban de espaldas al pavito.
El pavito entonces ya conocía un montón de palabrotas, apuntó con el tirachinas a la oreja del psicópata y dijo, mentalmente, algo así como:
Toma XXXXXX.
La piedra salió volando a toda pastilla, dándole justo en la oreja al psicópata que casi al instante dio un alarido que se escuchó en varios kilómetros a la redonda.
Entonces el pavito escondíó su cabecita detrás del muro.
El psicópata gritaba (como decíamos entonces en aquel colegio), como una nena.
El pavito al otro lado del muro quietecito y con el corazón latiéndole a toda velocidad.
Al otro lado los gritos del psicópata que parecía que se había puesto histérico.
La madre del amigo también se puso a gritar.
El pavito pasó miedo pensando que lo iban a descubrir o algo así.
Durante unos minutos escucho un alboroto de voces y unos gritos que empezaron a menguar.
Entonces no había móviles, y la madre del amigo, junto con su hijo y el psicópata chillón, entraron por fin en casa.
En cuanto el pavito se dio cuenta de que sólo se escuchaba el ruido de los coches al pasar y voces de otras personas hablando normal, salió de su escondite.
Ahora ya no le latía el corazón.
Y estaba súper contento, como un soldadito que había cumplido correctamente con una misión especial.