Hertz confirma la separación de su negocio de alquiler de equipos industriales mediante un spin-off, noticia que avanzó el rotativo Financial Times, el viernes pasado. La futura compañía, que estaría valorada por 4.500 millones de dólares, se independizará a comienzos de 2015 y transferirá 2.500 millones de dólares a la empresa madre, que servirán para reducir deuda acumulada de hasta el 60% del patrimonio.
Hertz Equipment Rental Corporation (HERC) es el segmento que facilita desde alquiler de equipos industriales como son grúas, tractores o maquinaria de cortar césped, hasta motosierras para trabajos manuales. La diversidad de clientes e industrias a las que se dirige ha sido hasta ahora uno de los motivos principales de discusión entre analistas y directiva; este mercado tan fragmentado, y extremadamente cíclico, dificultaba la focalización de las decisiones de la administración.
Entre los partidarios de una separación se encontraban los ganadores del Pershing Square Challenge del 2013; tres estudiantes de Columbia que a través de una análisis señalaron que la presencia de HERC bloqueaba el crecimiento global del grupo. Los mismos estudiantes que encendieron la pasión de los poderosos inversores por Hertz, también aconsejaros un spin-off como la mejor vía de reestructuración.
La división de HERC dejará el camino libre a la directiva de la compañía madre para se puedan concentrar en otros ámbitos que requieren más esfuerzos, como es la integración de la hasta ahora principal competidora del mercado de alquiler de coches, Dollar Thrifty, en las operaciones del grupo. Por otra parte, este movimiento debe tener un efecto directo en las cotizaciones de bolsa. En un comunicado, Hertz ya ha anunciado una recompra de acciones que podría ascender hasta el 20% de títulos en el mercado. La disminución de los gastos por tipos de interés y otras cargas de efectivo procedentes de HERC permitiría un aumento de los beneficios por acción de Hertz de hasta 2,90 dólares, según el mismo análisis de los estudiantes.
Whitney Tilson, Carl Icahn o Dan Loeb son algunos de los inversores que ya habían anunciado el interés por la compañía y por su negocio, con la acumulación de títulos en las carteras de sus hedge funds. Aunque Hertz activó un mecanismo de protección para evitar una campaña de activismo para modificar la estructura interna, si que habían dejado la puerta abierta a una posible operación corporativa que beneficiara el rumbo de la compañía y a sus accionistas.
