Ayer el S&P500 consiguió cerrar por encima de la resistencia de 2000 puntos que venimos comentando que es clave para certificar que en los mínimos de agosto y septiembre se ha confirmado un suelo en la mayoría de mercados de renta variable. Tras un inicio de sesión dubitativo, la lecturas de las actas de la FED dieron el impulso necesario para tener un muy buen cierre de las bolsas americanas y que estas contagiasen de optimismo a las bolsas asiáticas y a la apertura de esta mañana en Europa.
¿Y qué dijo la FED para generar este optimismo? Pues nada del otro mundo. Vino a decir que la economía de Estados Unidos está lo suficientemente fuerte como para justificar ya una subida de tipos pero que los riesgos globales, les hacen ser precavidos y no van a tener prisas por tomar la decisión no sea que terminen arrepintiéndose. Esto ya lo sabíamos desde hace semanas. Lo que sí que entendemos que es probable que generase optimismo es la frase en la dejaron claro que el problema de crecimiento de los mercados emergentes no afecta de forma grave a la economía de Estados Unidos. Una frase similar a la que pronunciara hace unos días nuestro ministro de economía. Todos los países desarrollados insisten en que el frenazo de los emergentes no les va a afectar, pero sin embargo ayer conocimos que las exportaciones de Alemania han corregido en agosto nada menos que un 5.2% frente a un retroceso estimado del 0.9% y se ha revisado a la baja el de julio del 2.4% al 2.2%. Las importaciones también han corregido un 3.1% frente a previsión de caídas del 0.6%.
El dato de superávit de la balanza comercial ayer de Alemania fue de 15.300 millones de euros frente a los 19.000 estimados y muy por debajo del dato de 25.000 millones del mes anterior.
Pero cómo la bolsa lleva subiendo varias sesiones consecutivas, las malas noticias no tienen tanto peso. Cuando los mercados suben el optimismo cala rápidamente en todos los inversores y las subidas de las cotizaciones te dejan la sensación de que tienes que comprar rápidamente para no quedarte fuera del mercado. Si hace unas semanas decíamos que no había que dejarse llevar por el pánico y vender en el peor momento, hoy el mensaje viene a decir lo mismo. No hay que dejarse llevar por la euforia y comprar a cualquier precio pensando que ya nos vamos de nuevo a máximos anuales.
Insistimos que hay que estar muy pendientes de los resultados empresariales. Ayer los resultados de Alcoa fueron mucho peor de lo esperado, y eso que tal y como comentamos, los analistas habían rebajado muchísimo sus previsiones desde junio. La compañía publicó unos BPA de 7 centavos por acción frente a los 13 estimados por el consenso. Las ventas también fueron peor de lo esperado (5.573 millones frente a 5.614 estimados). En Alemania corrige casi un 4% y demuestra que las compañías de sectores de materias primas y energía van a seguir sufriendo mientras se mantengan las revisiones a la baja del crecimiento global.
Así pues, de cómo le afecte al S&P500 hoy y la semana que viene la publicación de resultados empresariales, dependerá que las bolsas mantengan el impulso alcista actual. Si miramos el gráfico podemos ver que efectivamente ayer tuvimos el cierre más alto desde los mínimos de agosto y se superó el nivel crítico de 2.000 puntos. Todo apunta a que al menos debería irse la a zona de siguiente resistencia que situamos en 2.050 puntos.
Pero hay que tener mucho cuidado porque un nuevo cierre por debajo de 2.000 puntos en la sesión de hoy, podría provocar una nueva trampa alcista como la ocurrida a mediados de septiembre. Siguiendo con las similitudes de la corrección actual con la que vivimos en el verano del 2011, podemos observar que el nuevo tramo al alza que generó casi cuatro años de subidas en las bolsas se inició cuando el S&P500 pudo superar los mínimos perdidos ese verano (los señalo en línea horizontal roja discontinua).
Es decir, que la verdadera resistencia para el S&P500 a medio plazo está en la zona de 2.050 puntos que son los mínimos de antes del verano.
Algo similar ocurre con los índices europeos. El Ibex está hoy justo en la zona de resistencia. Estamos en los máximos de la semana del 24 al 28 de agosto y la zona de mínimos de julio y febrero de este año.
Para el Eurostoxx 50 la resistencia está en 3.300 puntos. Mínimos de enero de este año, máximos de 2014 y máximos de septiembre y de la semana del 24 al 28 de agosto.
Por tanto, insistimos en lo de ayer. Todo aquel inversor que nos hizo caso y no se dejó llevar por el pánico hace dos semanas y no soporta la volatilidad de la renta variable, debería aprovechar estos rebotes para reducir riesgos en cartera. Es mejor vender cuando el mercado encadena varias sesiones consecutivas de subida y estamos ante resistencias. Y el que esté en liquidez y no haya aprovechado las rebajas para comprar, quizás sea mejor esperar a que se superen para comprar.
No estamos diciendo que haya que vender o que el mercado tiene que corregir. El mensaje va destinado a aquellos inversores que a principios de año se dejaron llevar por la euforia y bajísima volatilidad de los mercados para tener más renta variable de la que permite su perfil de riesgo y horizonte temporal de inversión. Para aquellos que entraron y han conocido de primera mano la volatilidad de los mercados, es para los que recomendamos que aprovechen la mejoría del mercado para reducir riesgo de renta variable y así se reducirá la volatilidad de la rentabilidad de su cartera. Para los inversores conscientes de la volatilidad del mercado y con una clara visión de los horizontes temporales, deben mantener riesgos en cartera e incluso incrementarlos si se superan las resistencias comentadas. Estos inversores de largo plazo sí que tienen que tener claro que en los mínimos de agosto y septiembre se ha dibujado un suelo de mercado y tanto si hay nuevas correcciones (no podemos descartarlas si los resultados no acompañan), cómo si se rompen las resistencias señaladas, se debe aumentar riesgos en cartera.