Ayer tuvimos el placer de oír el primer discurso de presidente de Tabarnia, Que pueden ver y gozar en vídeo aquí con subtítulos. Impagable, y que traduzco aquí:
“Ciudadanos de Tabarnia, no estoy aquí. No estoy aquí porque los usurpadores de sentimientos, de dinero, de instituciones, de clubs y de banderas han hecho irrespirable este territorio para los amantes de la libertad y el buen humor.
No estoy aquí porque el lugar donde nací se llenó de rufianes que lo trinchan todo, y han dividido Cataluña., pretenden dividir toda España, y también Europa si pueden.
Ya han roto familias, amistades y negocios, y no les importa llevarnos a la ruina más absoluta. Pero por fin, la rosa de Abril, Morena de la Sierra, ha iluminado la catalana tierra de unos anticuerpos capaces de reaccionar ante la epidemia: son los ciudadanos de Tabarnia, que han comenzado el renacimiento, el renacimiento del sentido común.
Han dicho ¡basta! a tantos capullos disfrazados de "segadors". Han dicho basta de envenenar la cabeza de los niños. Basta de incitar al odio al vecino del rellano. Queremos seguir siendo copropietarios del museo del Prado, de la Alhambra de Granada y del Pilar de Zaragoza.
En Tabarnia queremos reírnos con libertad, queremos reírnos de todo y de todos, sin ser perseguidos como traidores. Queremos hacer buenos negocios sin mordidas institucionales. Queremos pasar las navidades sin malas caras. En definitiva, queremos tener al gran Josep Pla en la misma estima que tenemos a los euros.
En Tabarnia cabe todo el mundo. Ya nos apretaremos un poco sin hace falta. Ahora bien, no vengan con tractores, que no cabremos.
"El payaso Boadella", dirán los rufianes. Es cierto, soy un payaso. Pero a su lado soy solo un modesto aprendiz. Porque por mucho que he hecho, por mucho que me he esforzado, por mucho que he trabajado, no he conseguido nunca superarlos. Siempre han ido por delante con sus farsas. Sus golferías son espectaculares. Han hecho del parlamento el auténtico Teatro Nacional de Cataluña. Y como expertos en el engaño con dinero público, la verdad es que no tienen competencia posible.
Pero ha llegado el momento de decir: Señores trinchadores y rufianes, sus bufonadas con nuestro dinero se han acabado. La Tabarnia triunfante, rica y plena, les avisa de que si siguen insistiendo en este proceso destructivo, nuestra actitud será jovial, explícita, pero también muy catalana.
Así... Butifarra a la Cataluña que nos quieren imponer.
Ciudadanos: ¡Viva Tabarnia! Que es lo mismo que decir: ¡Visca España!”
Y ahora, este gramo de esperanza y de locura sana, ¿hasta donde puede frenar el otro proceso de locura insana? No lo sabemos. Lo que sabemos es que tiene unas raíces sociales que de momento no tienen estructura, pero pueden complicar la vida al separatismo mostrenco, ya que el gobierno brilla por su ausencia y ha dejado indefensos a los unionistas (que no olvidemos, han ganado las elecciones). En esta historia de insania ha jugado un papel el absentismo del gobierno, desde Felipe González a Rajoy. El peor, claro ha sido Zapatero.
Lo bueno de los tabarneses es que no tienen ambiciones de poder. También esa es su debilidad, seamos realistas.
Por supuesto, han sido recibidos con rechifla por los separatistas, pero se les nota un poco tensos. No les ha hecho gracia saber de repente que cataluña NO es un territorio homogéneo entregado a sus insanias. No había más que ver los comentarios ayer, en la SEXTA, de Dani Mateo, un buen humorista de repente sin gracia. Cuando un humorista se pone tenso, se nota y nadie se ríe.
En fin, no sabemos el futuro de Tabarnia. Pero acojámosla como la esperanza más que tenemos ante una España en peligro de extinción. ¡Viva Tabarnia, que es lo mismo que decir viva España! Como dice Boadella.