En un gran tramo de mi vida la reina Isabel II ha estado presente cuando pensaba en Inglaterra, de la que siempre he sido admirador. Era, como dice Marta Ferreira, la REINA de Europa. Esto es rigurosamente cierto, pues todas las dinastías europeas, que reinan en los paises más prósperos del mundo, descienden o se emparentan con la gran reina Victoria, quien en un momento fue realmente la reina de Europa, madre de esa “Internacional Coronada”, que intentó sin éxito evitar la Primera Guerra Mundial. Descanse en Paz quien ha sido símbolo de Paz y Prosperidad para muchos más que los habitantes de las Islas.Bajo la Reina, Gran Bretaña ha sido una isla peculiar por sus tradiciones, pero no ha sido un país que se ha adormecido en el sueño del esplendoroso y caído Imperio.
Ayer hablábamos de Francia y España, para demostrar que Francia no era un país tan decadente. Pues bien, Inglaterra tampoco lo es, como se puede ver en este gráfico de la renta per capita, que desde Thatcher (una gran reformista) empezó a crecer mucho más que en Francia. El liberalismo, le salía bien a Inglaterra.
Por cierto, la tasa de paro es la mitad que la de Francia...
Sin embargo, hoy Inglaterra está en una crisis institucional profunda, Justo cuando muere la reina y hay un cambio de gobierno, hasta ahora inmerso en el caos más profundo. ¿Logrará levantarse en estos momentos de aflicción para todos?
Porque todos estamos inmersos en una crisis del Mundo de Ayer, ese mundo en que le dabas a un interruptor y se encendía una luz, o un ordenador, sin apenas pensar en ello. Ese ordenador hace maravillas que, para los jóvenes de hoy, resultan naturales, pero hace treinta años eran impensables.
Estamos en Estado de Guerra, y Europa todavía no se pone de acuerdo a cómo hacerle frente, que si “capar” los precios de la energía, que si racionamiento...
La nueva Premier de Reino Unido ya puesto un plan sobre la mesa, que muchos han criticado por la injerencia excesiva del Estado. Pero diantres, ¿no estamos en guerra, al menos en economía de guerra? Pues las guerras las organizan, financian y ganan los Estados, y sí, son una gran sangría, pero nosotros no hemos querido esta guerra, está penuria que se nos viene encima por culpa de un paranoico que tiene por objetivo cargarse la vida del Mundo occidental.
Porque el mundo occidental venció la guerra fría, pero está perdiendo la post guerra. Y ahora estamos en son de guerra, y estamos desconcertados. La nuevas Primera Ministra, Lizz Truss, ha demostrado coraje y decisión presentando una estrategia que nos puede servir de orientación al continente desorientado. A mí lo que más me me gusta del plan es que levanta la prohibición del fracking, obtención del gas que en seis mespodría dar sus frutos, en cualquier caso una decisión valiente en este mundo de ñoñez seudo ecologista que soportamos.
¿Y quien iba a tomar y financiar esa decisión, si no es el Estado? La única justificación del Estado es aunar fuerzas para defendernos de agresiones.
En cuanto a limitar la factura de la luz a las familias, eso tiene lógicamente un coste en deuda, como en toda guerra. Pero ya es hora de que caigamos de guindo.