(Cómo novedad, bajo de todo el artículo se encuentra un archivo de audio de un programa que te lee el capítulo sin necesidad de leerlo tu mismo, para todos aquellos que pasen de leer XD).
En el último capítulo, USA dejó medio encauzado el supuesto acuerdo parcial con China. Cómo consecuencia, USA puso su ojo avizor sobre Europa para continuar su batalla contra ciertos bienes que exportamos desde el “viejo continente”.
A principios de octubre 2019 conocimos el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a favor de USA, por la que dicho país podría imponer tarifas a las importaciones europeas por valor de 7.500 millones de dólares. Todo ello, como consecuencia de compensar las subvenciones ilegales que ha recibido durante años el fabricante aeronáutico Airbus.
Cotización Airbus en Francia. Fuente:ProRealTime
Este problema viene desde lejos ya que se trata de una larga disputa que se prolonga 15 años. Los 4 países europeos más afectados son España, Francia, Alemania y Reino Unido. Los mismos que ofrecieron a Airbus financiación a un tipo de interés más bajo que los del mercado, evento que ayudó a la compañía a innovar y desarrollar sus modelos más recientes. Hasta ahí, todo correcto, nos merecemos dichas sanciones. Pero hay un poco de sarcasmo en el asunto, en marzo 2019 la misma OMC, falló que los subsidios que recibe la norteamericana Boeing son contrarios a la normativa internacional y decidirá en 2020 los aranceles que puede imponer Europa. Rondan la misma cantidad que puede imponer USA, por lo que esta batalla aeronáutica podría quedar en tablas.
Cotización Boeing en USA. Fuente:ProRealTime
Lo más preocupante de este conjunto de aranceles, es la parte que afecta a la industria aceitera, tocando muy de cerca a España. Ha hundido el sector más si cabe, desde hace un periodo de tiempo no pasan por su mejor momento. Esto es un mazazo importante ya que deja de ser posible competir en condiciones idóneas con otros productores mundiales que forman parte de la cuota de mercado de Estados Unidos. Nuestro mayor representante español en referencia al aceite, Deoleo, se queda sin un mercado en el que había puesto mucho énfasis desde que entrara al accionariado su accionista de control CVC. Se encuentran en un largo proceso de reestructuración que se presume terminará a mediados de 2020, pasando de ser Deoleo a Deoleo Holdings. Lo más irónico es que la otra meca del aceite, Italia, no ha salido tan mal parada por estos aranceles como España. No me salen las cuentas…
No me salen porque el día que realizó declaraciones Donald Trump en la Casa Blanca sobre el resultado del fallo a su favor de los aranceles, tenía ni más ni menos a su vera al señor Sergio Mattarella, Presidente de la República de Italia.
Este fue el comentario más importante, como siempre, Trump muy humilde:
“(Con China) ha quedado demostrado que no podemos perder una guerra con aranceles. En el caso de la Unión Europea estamos ganando 7.500 millones. E Italia tiene un porcentaje que pagar”.
Trump y Sergio Mattarella. Fuente: CNN
Ese tono jocoso, vacilante y con cierta reticencia, dejaron plasmado que el señor Trump estaba consiguiendo los objetivos propuestos. Su actitud durante este periodo de octubre y noviembre era la de un hombre que se había venido arriba.
De esta forma actuó durante la entrevista con un día previo a las reuniones con representantes de China en Washington, 9 de octubre 2019.
“La pregunta es, ¿quiero hacer un trato? Y la respuesta es: si es el trato correcto, sí”.
“China quiere llegar a un trato más que yo. Estoy muy feliz ahora, estamos cobrando miles de millones de dólares en aranceles”.
En la segunda ronda de negociaciones, el día 11 de octubre 2019, 2 días después escribió por Twitter:
“Gran día de negociaciones con China. Ellos quieren un acuerdo, ¿pero lo quiero yo?”
Se contradice con las declaraciones dos días antes, una muestra más de su don sobrenatural para decir “donde dije digo, digo Diego”. Horas más tarde declaraba a los periodistas en la Casa Blanca que las negociaciones con China iban muy muy bien. Dos días antes decía que las negociaciones con China iban muy bien, por lo que al resto del mundo nos quedaba muy claro la situación, conciso y al grano.
El 12 de octubre de 2019, Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo verbal parcial sobre la “Guerra Comercial Z”. Bajo estas circunstancias, China compraría más productos agrícolas de Estados Unidos por valor de 40.000-50.000 millones de dólares. A cambio USA renunciaría a los nuevos aranceles que tenían que entrar en vigor la semana siguiente. Trump matizó que podrían pasar semanas hasta que la fase 1 del acuerdo estuviera por escrito, por lo que había que ser prudente dado los antecedentes de estos países durante la Guerra Comercial. Por lo menos provocó alivio en los mercados ya que estaban deprimidos a la espera de noticias claras y concisas.
Unos días más tarde, conocimos el dato de PIB de China, creció un 6%, registrando su peor dato trimestral desde marzo de 1992, cuando se comenzaron a registrar oficialmente estos datos. Cómo siempre digo, ya querríamos en España un problema de esta índole. Quedaba reflejado que el perdedor de esta guerra estaba siendo China ya que USA estaba cumpliendo las estimaciones, aunque con un crecimiento ralentizado de 1,9%. Una razón más para que Trump se diera cuenta de que tenía la sartén bajo el mango.
Una situación curiosa fue la salida de Samsung de China en referencia a los dispositivos de gama alta, algo que Tim Cook, el consejero delegado de su gran rival, Apple, sugirió que sería imposible. Pues bien, Samsung cerró su última planta de smartphones en Guangdong (China), siendo el último golpe al largo dominio de China en la fabricación de dispositivos de alta gama. La causa no viene de la guerra comercial, viene del tremendo bocado a la cuota de mercado chino que tenía la marca surcoreana. En 2013 tenían una cuota de mercado de aproximadamente el 20%, hoy en día tienen una cuota del 1,1%. Marcas como Huawei o Xiaomi están devorando ferozmente con sus productos con una relación calidad-precio más alta que sus competidores más cercanos. La salida de Samsung de China en este nicho de mercado supone la culminación de la estrategia seguida por la compañía durante una década para “diversificar los riesgos de sus bases industriales”.
La atractiva propuesta de Vietnam, ante costes laborales más bajos y las enormes exenciones fiscales abrieron las puertas a Samsung. La tecnológica construyó en 2008 su primera fábrica en dicho país con un coste de 2.500 millones de dólares y otra en 2013 por 5.000 millones. Actualmente, las plantas tienen una capacidad anual combinada de 150 millones de unidades, fabricando aproximadamente el 60% de los teléfonos de Samsung. Una noticia que vino como agua de mayo, es que la compañía en julio 2019 anunció que crearía la mayor fábrica mundial de teléfonos móviles en Noida, India. Cómo menciono, es una buena noticia para este país dado que con la crisis del coronavirus en 2020 su desempleo ha aumentado a niveles no vistos en varias décadas.
Dispositivo de Samsung. Fuente: Mira Cómo Hacerlo
Por otra parte, quise profundizar en cómo estaba influenciando la “Guerra Comercial Z” respecto a las medidas globales a favor del comercio, la realidad es que estaban cayendo. En el estudio realizado por Global Trade Alert (GTA) con la colaboración de la Universidad de San Galo en Suiza se ha descubierto que en 2019 arrojó la mayor caída en siete años del número de medidas aprobadas a favor del comercio global.
La Universidad de San Galo ha registrado 877 medidas proteccionistas en lo que va de año, cerca de las 900 documentadas en el mismo periodo de 2018. Esto supone un incremento evidente ya que la media de los últimos 5 años previos la media se encontraba en 514 medidas proteccionistas. En el otro extremo, se documentaron 270 medidas de gobiernos de todo el mundo a favor del comercio hasta el 3º trimestre 2019. Mientras que en el mismo periodo de 2018 fueron 352 medidas. En términos absolutos, supone la mayor caída desde que empezaron a vigilar la política global en 2009.
En referencia a la reducción del número de medidas aprobadas por gobiernos a favor del libre comercio destacan China, Brasil, India e Indonesia.
El 31 de octubre de 2019, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), volvió a bajar los tipos un 0,25%, dejándolos en un rango de entre el 1,5%-1,75%. Se trató del 3º recorte consecutivo, devolviendo las tasas a los niveles en los que se encontraban en diciembre de 2018, después de que la Fed aplicara 4 subidas.
Su comunicado subrayaba que la inversión empresarial y las exportaciones seguían siendo débiles. Todo lo contrario, respecto al importante gasto de los consumidores y el mercado laboral que continuaba de forma sostenida y firme. Ajustaron este recorte y durante las semanas siguientes decidieron pausar los recortes con un mensaje de espera a los acontecimientos que vendrían sobre un posible acuerdo parcial de USA con China. Una estrategia sabia por parte de la Fed, ante la imprevisibilidad de los actos del presidente Donald Trump.
A mediados de noviembre 2019, China y USA volvieron a conversar vía telefónica, las declaraciones de China a los medios de comunicación dieron la impresión de que habían llegado a un acuerdo parcial en el cuál ambas potencias retirarían los aranceles simultáneamente, pero rápidamente atajó la duda Trump, advirtiendo de que, si no iba hacia delante el acuerdo parcial, directamente elevaría los aranceles actuales.
Simplemente dijo:
“China va a tener que hacer un acuerdo que me guste. Si no, ya está”.
“No creo que estén dando la talla al nivel que yo quiero”.
Esos comentarios nos hacían pensar que los últimos flecos del acuerdo parcial en los últimos días de noviembre estaban siendo cuestionados por parte de China, evento que podría de nuevo llevarnos a un retroceso en un posible acuerdo parcial.
Fuente: Diario Las Américas
Continuará….
Vídeo audio del capítulo