A pesar de que el déficit presupuestario del gobierno griego se acerco en 2014 al mejor dato de los últimos 20 años, un 3,5% por un 3,2% en 1999, nada indica que con este tercer gran rescate a Grecia, se habla de 86.000 millones de euros, las cosas vayan a cambiar radicalmente.
Ahora que las exigencias de reformas estructurales son bastante más duras que las de los anteriores dos rescates, infrahumanas según el anterior gerente del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss Kahn, nada tiene porque cambiar y volveremos a estar igual dentro de una temporada. El tercer rescate solo sirve para pagar los intereses de los anteriores rescates, nada más.
La cosa se agrava con un gobierno anti sistema y sin personalidad política como se ha demostrado. Como muestra dos botones, tal como se esfumó el dinero desde que se convocaron elecciones generales a finales del año pasado con Syriza al frente de intención de voto.
.
Este tercer rescate no es otra cosa que más deuda sobre la deuda ya existente e impagable, agrandar más la bola de nieve a la espera de ganar tiempo y tomar algún día la gran decisión irreversible de expulsar a Grecia del euro en el mejor de los casos o directos a la desaparición de este mal experimento llamado euro en el peor de los casos. La pregunta del millón es ¿ para cuando?.
Esta por ver si la política del euro al final resultará en Portugal y en España, lo que es casi seguro que jamás va a resultar en Grecia, Dentro de tres meses o dentro de tres años volveremos a hablar del cuarto rescate y quizás las cosas ya serán distintas en Bruselas, es decir que ¡no habrá un cuarto rescate!
Es posible que ni los jerarcas del euro se crean lo de las reformas estructurales de Grecia. Ni tan siquiera cuando el mundo vivía una plácida burbuja económica expansiva los griegos cumplían con un simple superávit fiscal, no lo van a hacer ahora que cada griego tiene una soga en el cuello. No me lo creo. Por poner un ejemplo, decía con buen criterio el economista Pepe García Dominguez en su blog de libre mercado que por mucho que bajen los salarios y las pensiones, Grecia no va a crecer. Salvando las ligaduras políticas y económicas, Extremadura y Andalucía son a España lo que ahora mismo puede ser Grecia y Portugal al euro. La mano de obra barata en Extremadura y Andalucía es secular y no ha cambiado con el paso de los años.
Grecia al final acabara saliendo del euro, dentro de tres meses o dentro de tres años, a no ser, claro, que se contemple una unión fiscal en el euro, hoy día impensable.
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.