Tras percibir cada vez más de cerca unas terceras elecciones en España, indudablemente nos preguntamos cómo una privación de Gobierno por culpa de nuestros gobernantes puede llegar a influir en la economía del país, o, si en realidad, dicha privación no es más que un efecto baladí sin llegar a florecer secuela alguna en los mercados o en los indicadores económicos más relevantes.
Con todo lo anterior, ¿es realmente necesario un Gobierno en España? En primer lugar, cabe mencionar que los mercados de capitales, debido en gran medida a la globalización, son cada vez más sensibles a factores externos derivados de la coyuntura global (ejemplos: posible subida de tipos de la FED, aumento de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, variaciones en el precio del petróleo, etcétera) y menos sensibles a factores internos. Precisamente, los bancos centrales “intentan” controlar la economía de sus respectivas regiones mediante todo tipo de disparos: ya sea alterando los tipos de interés, comprando deuda soberana o corporativa, imprimiendo billetes desmesuradamente o estableciendo aranceles para limitar la competencia de “sus” empresas.
Por tanto, más que si es necesario un Gobierno, no sería mejor preguntarnos: ¿consiguen lo que se proponen cuando gobiernan? ¿Es el BCE capaz de inyectar inflación en la Eurozona y de soportar los mercados? ¿Cómo se ha comportado la tan temida “inversión” desde que carecemos de Gobierno en España?
INFLACIÓN ESPAÑA Y ZONA EURO:
Respecto a la inflación, hace ya año y medio (marzo del 2015) desde que Mario Draghi, presidente del BCE, decidiera llevar a cabo la política monetaria acomodaticia y expansiva que tenemos hoy en día (aumentada ulteriormente) y, sin embargo, los datos del IPC son muy similares a los que teníamos a finales del año pasado.
Si la autoridad europea informó que a 31 de agosto de 2016 ya había incorporado en sus balances más de un billón de euros en deuda pública, ¿cómo es posible que no se haya generado inflación alguna? La respuesta, probablemente, venga del alto desapalancamiento al que se ha visto obligado el sector privado tras el estallido de la crisis; incapaz de seguir con la demanda de crédito que acostumbraba en años precedentes.
EVOLUCION IBEX-35 Y EUROSTOXX50 DESDE MARZO DEL 2015
Así mismo, Draghi tampoco ha conseguido soportar el índice de referencia europeo (Eurostoxx 50) ni el español (Ibex-35), dejándose un 18,26% y un 22,77% respectivamente desde que empezara el QE (Quantitative Easing). Cabría pensar, no obstante, que el brexit haya sido el principal culpable de tales pérdidas de valor; pero, lejos de la verdad, el selectivo español ya se dejaba un 20,51% días antes de producirse el referéndum en Reino Unido, siendo un 15,41% la pérdida europea; de hecho, el mercado está recuperando los niveles anteriores a la secesión británica con bastante entereza. Más bien, la burbuja de bonos negativos en la que estamos inmersos, causante de la transferencia de capital de la renta variable hacia la renta fija, pueda ser un elemento importarte en este asunto.
IMPORTACIONES Y FBCF EN ESPAÑA
Por último, la inversión en España para producir nuevos bienes y servicios, esto es, la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), o las importaciones de bienes y servicios, no muestran, a priori, una ralentización por cuanto no hayamos conseguido formar Gobierno.
En suma, los mercados no parecen
reaccionar a los efectos monetarios del BCE como este espera y la inversión en
España (de momento) no se está viendo perjudicada. Mejor un “no Gobierno”, que
un “mal Gobierno” que consiga crear verdadera incertidumbre.