Estos dos gráficos muestran el fracaso de la teoría Monetarista, en su más simple versión de la identidad MV = PT - cuya aproximación a la realidad se hace muy a la ligera, cambiando PT por PIB nominal; así, MV = PIBN.
El fallo, la ligereza, de esta identidad es que ni T es el PIB, ni M es directamente dependiente del balance de Banco Central.
Según la teoría, al aumentar el Balance del banco central, se emite dinero que va directamente al público, que así satisface su súbita huida de los activos a la lucidez.
Como se ve en los gráficos, esto no funciona. No funciona porque en medio está la banca, que es la que crea dinero al dar créditos. Los gráficos representan la cantidad de liquidez en circulación en EEUU y en la Zona Euro, dividido por el volumen del balance de la FED y del BCE. Si la teorería fuera verdad, al aumentar el balance/emisión del dinero, la relación M3/B debería ser constante, aproximadamente. Pero vemos que no lo es.
El dinero en circulación (M2 para EEUU M3 para la ZE) no lo crea el banco central, sino la banca privada al conceder créditos. Esos créditos son la contrapartida fundamental de la M2 y la M3. El crédito se convierte en depósitos que son la liquidez con la que funcionamos.
Desde la crisis, vemos que la potencia de crear dinero de la base monetaria ha decaído profundamente.
Ergo, algo falta en la ecuación MV = PIBN, algo relacionado con el crédito. Algo por la parte de la demanda de crédito, que puede verse anulada por la incertidumbre, o algo por parte de la oferta bancaria, afectada por el mismo síndrome.
Por otra parte, sabemos que el crédito al sector público no ha tenido problemas, ha seguido aumentando, porque casi nadie se plantea ni remotamente que EEUU pueda hacer default.
Eso sí que se pensó del Euro en 2012, cuando la crisis de los bonos: algunos países fueron puestos en duda de su capacidad de recaudar suficientes impuestos para pagar sus deudas. Pero eso lo arregló Draghi, que vino a sustituir al incompetente Trichet, quien debería estar procesado (por subir dos veces los tipos de interés en 2011, detonador de la crisis de los bonos). En cuanto Draghi garantizó que ningún acreedor en euros se quedaría sin cobrar, obró el milagro de desinflar la crisis y rebajar ala primas de riesgo a niveles normales, algo que el gobierno se adjudicó a mérito propio. Mentira.
En todo caso, el sector público tiene la potencia suficiente para aumentar el crédito y la liquidez, cosa que impide la ideología del austerismo, pero de eso ya hemos hablado suficiente.