Estos tres mosqueteros han sufrido una debacle bastante interesante. Mientras en el caso de Twitter y PayPal la caída ha sido larga y continuada durante meses, Facebook lo hizo en apenas unas horas y días. Las tres están donde la razón debería colocar a muchos, en su punto pre COVID. Las tres son tres objetos de moda durante años, aunque no se utilicen o no nos gusten algunas de ellas como es mi caso, no hay que dejar de analizar cuál es su realidad y su realidad es que están presentes continuamente en todas partes y son utilizadas por una legión de usuarios por todo el mundo.
Facebook ya no es Facebook ahora es Meta y no sé si este cambio de nombre ha sido una buena elección, ni tampoco estoy seguro de que sus ínsulas del metaverso ahora sean más importantes que otras de sus herramientas como son WhatsApp o Instagram, pero así decidieron deslindarse de una marca que ya hace años que demuestra debilidad como lo es Facebook. El cambio de nombre era necesario, pero no sé si la orientación ha sido del todo acertada. Que Facebook va padeciendo desde hace años su bajada de interés en las nuevas generaciones no es nuevo, ya hace tiempo que se ve como aumenta la edad media de sus usuarios y como los jóvenes se marchan a otros sitios. Supo encauzar eso adquiriendo Instagram y estuvo también espabilado adquiriendo WhatsApp. ¿De verdad es fácil encontrar a alguien en nuestro entorno que no utilice al menos una de estas tres marcas? ¿Será difícil encontrar a alguno que utilice dos de ellas, incluso las tres? La respuesta nos dejara claro cuál es el grado de integración en nuestras vidas, nos guste o no... y al final a un inversor pocas cosas más deben importarle a la hora de colocar su dinero. La cuestión es que estos días todos están contra Facebook, nadie le dice nada bonito, había muchas ganas por verlo hundido y la gente se está resarciendo con gusto, y dudo que tenga en los próximos meses una campaña mediática tan negativa como la que tiene ahora, quizá se la ha ganado a pulso, demasiadas veces se ha hablado de la venta de datos de usuarios de Facebook.
Twitter ha sido siempre una montaña rusa en su cotización y ahora está en un punto medio bajo dentro de su historial o línea de tiempo de cotización, es algo a tener en cuenta.
El caso de PayPal también es sonado durante los últimos meses, ahora se le ha sumado su divorcio con EBay. De las tres siglas de las que hablamos es la única de la que soy usuario ininterrumpido desde ni recuerdo los años. Su cotización nunca ha sido especialmente especulativa, pero con el COVID se desmadró. Lleva años coqueteando con la posibilidad de implementar el mundo cripto, ahora ha puesto en marcha el pago aplazado de tres meses sin intereses y sigue siendo un plus de seguridad en los pagos por internet. Las pocas veces que he tenido conflictos con compras en internet, PayPal me lo ha resuelto a mi favor de una forma efectiva y rápida, evitándome trabajo y pérdida de tiempo, esto a diferencia de las otras dos, da unos motivos personales para confiar en la inversión.
Bien, estas tres acciones han corregido lo que el Nasdaq no ha hecho como conjunto todavía, las tres se han desinflado de su aumento por el COVID y viendo el comportamiento del índice de referencia que cada día es más errático e impredecible, se antojan como una opción de compra o al menos para tener en observación. Quizá viendo sus resultados, no hay para tanto desgaste, quizá se especuló demasiado y las previsiones que les daban estaban llenas de Fomo y exageración
Aún con la perspectiva de un horizonte sombrío para los mercados, al menos encuentro que en estas tres acciones las cosas han vuelto a su sitio o al menos han desinflado su especulación exagerada de los dos últimos años, eso no quiere decir que no puedan seguir bajando, pero desde luego el correctivo ha sido muy importante ya.