Nuestro gobierno se jacta de que ya estamos al final de la recesión y que empezamos a salir de la crisis, confundiendo ambos conceptos completamente. Y una buena parte de su discurso se basa en lo bien que nos van las exportaciones.
Sin embargo, datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) corrigen permanente las previsiones de este año a la baja.
Comentaba en un anterior post que el crecimiento económico es un señuelo para ocultar el problema del descontrol de nuestra elevada deuda pública, y que ese crecimiento lo estábamos basando en las exportaciones. Sin embargo, para que el modelo funcione debemos contar con países que compren nuestros productos y servicios. El problema no se convierte en irresoluble hasta que todos los países con dificultades económicas basen su estrategia en el mismo principio: incrementar las exportaciones.
Las estimaciones iniciales de la OMC se basaban en un crecimiento de las economías emergentes superior al que están experimentando en estos momentos. A mayor crecimiento de estos países, mayores oportunidades de exportación tenemos.
En el siguiente gráfico vemos estas previsiones para 2013 y para 2014, aunque teniendo en cuenta las correcciones que han realizado en dos ocasiones para 2013 es previsible que las de 2014 sean muy irrealistas.
La salida de nuestra crisis pasa por otras medidas. Si no podemos crecer por exportaciones ni a través de otras políticas, la solución urgente y rápida a nuestro elevado ratio deuda/PIB pasa por reducir el numerador.
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