El ahorro mundial es cada vez más alto en relación a la inversión productiva. Es lo que vemos en el gráfico de arriba. El ahorro es renta no consumida, la inversión es gasto empresarial en proyectos futuros. El gráfico presenta en Ahorro/PIB y la Inversión/PIB. Lo que se llama las propensiones medias a ahorrar y a invertir. La propensión media al ahorro es la opuesta a la propensión media a consumir. Cuanto más proporción del PIB se ahorre, menos se consume. Cuanto menos inversión sobre PIB se realice, menos gasto, lo que sumando al menor consumo, da una menor e insuficiente demanda mundial.
Vemos perfectamente el efecto de la crisis en ambas medidas, con una caída importante de ambas. Los datos son del FMI.
En el gráfico segundo vemos la tasa de crecimiento anual del PIB mundial. Aparentemente, el exceso de ahorro sobre la inversión es una causa de la falta de crecimiento suficiente mundial para llegar al PIB potencial (no inflacionistas). También vemos que el crecimiento mundial está muy por debajo del que era antes de la crisis.
Ese exceso de ahorro mundial está en instrumentos financieros de varios tipos, desde liquidez e instrumentos de renta fija, a acciones y títulos de mayor riesgo.
Lo que es claro es que el aumento de ahorro no se convierte en un aumento automático de la inversión: la inversión no es función del ahorro. Entre ambas hay unos determinantes muy diferentes. No se unen a través de los tipos de interés. La bajada de los tipos a niveles cero e incluso negativos de los ultimos años NO ha incentivado la propensión a invertir suficientemente, y, por el contrario, NO ha animado al ahorro a bajar y al consumo a subir. La teoría de que el ahorro es igual a la inversión gracias a los movimientos del tipo de interés, es falsa.