Si les digo que el destino domina muchos aspectos de nuestra vida, seguro que os hará sentir incómodos si lo asociamos al mundo de la inversión.
En esta vida hay que asumir que no podemos tener todo bajo control, podemos planificar muchas cosas, como en mi caso planificar una pequeña carrera de Running para este mes de Marzo, pero no pude prever hace ya casi seis semanas, que me iba a hacer un esguince de tobillo con arrancamiento de huesos.
El anterior era un pequeño ejemplo, pero si nos vamos a cosas más importantes, nadie puede planificar el momento en el que conocerá a su pareja definitiva con la que compartirá su vida. Al igual que es muy improbable de niño planificar en qué momento vas a fallecer.
Estos ejemplos los quiero usar como analogías con el mundo de la inversión. Si por ejemplo nuestro espacio temporal es de 20 años, le puedo asegurar que el destino o la “suerte” influirá al final de su carrera bursátil y cuanto mas corto sea su espacio temporal influirá todavía más.
Es jodido asumir esto pero es así, siguiendo los mismos pasos exactamente, tendremos unos resultados diferentes si los hubiéramos aplicado hace cien años, cincuenta años, veinte o a partir de hoy.
En un mundo perfecto, desearíamos que nuestro capital se fuera revalorizando cada año un 10% y se incrementase subiendo en línea recta, sin ningún tipo de susto. Lo siento esto es una fantasía, no existe, esto no es un camino de rosas.
En el siguiente gráfico podemos ver los retornos de 20 años del SP 500. Si nos vamos por ejemplo al año 2000, podemos observar que un inversor que hubiera comprado el SP 500 en 1980 y lo ha mantenido hasta la fecha, hubiera ganado casi un 18% si ha reinvertido los dividendos.
Algo similar pasó en los años sesenta, podíamos esperar ganar un 15% aproximadamente si el mercado lo hacía igual de bien que los anteriores 20 años, pero resultó que después de 20 años, sobre los años ochenta, tan solo habría ganado un 7%. Creo que queda claro con este ejemplo que la suerte va a influir en nuestras inversiones.
Vamos a dar un paso más. El siguiente diagrama muestra la media de los retornos, agrupados en diferentes temporalidades, desde un año hasta los cuarenta años. Compara estos retornos entre el SP 500 total return y la típica composición 60% SP500, 40% Bono 10 años de estados unidos desde el año 1900.
Cada bloque muestra el máximo y el mínimo que se podría haber ganado en ese espacio temporal. Los diamantes azules muestran la media de los retornos de ese periodo.
Por ejemplo si cogemos el bloque de veinte años. Significa que si en cualquier momento de la historia se ha comprado SP 500, en el mejor periodo de veinte años se ha ganado un 17,9% y en peor de ellos un 1,9%, y la media de cualquier periodo de veinte años ha estado sobre el 10% tal y como muestra el diamante azul. En cambio si nos vamos al 60/40 vemos que su ganancia máxima ha estado del 15,2% y el mínimo 3.1% y la media ha estado un poco por debajo que la del SP 500.
Redondeando, una diferencia entre el 18% y el 2% para un periodo de 20 años es bestial y se acentúa mucho más en periodos cortos de inversión. Con este ejemplo quiero mostraros dos cosas, la primera es que como dije al principio del post, la suerte va a influir en nuestra carrera bursátil, y la segunda y más importante, tenemos herramientas para controlar la volatilidad y reducir las posibilidades de fracaso.
Si volvemos al gráfico podemos observar que en cualquier espacio temporal, incluso a cuarenta años vista, los peores resultados de la cartera equilibrada eran iguales o mejor que los peores resultados para una cartera de acciones.
Entonces, ¿cómo podemos determinar la magnitud potencial de la mala suerte? Muy fácil, cuanta más volatilidad tenga nuestra cartera, tendremos una más amplia gama de resultados, por lo que tendremos más posibilidad de “tener mala suerte”
Sabemos que a largo plazo, una cartera de renta variable tiene una volatilidad aproximada de un 20%, sin embargo una cartera 60/40 aproximadamente de un 12%. Recuerden, el dinero de verdad se hace en el largo plazo reinvirtiendo beneficios y explotando la magia del interés compuesto, por favor no tienten a la suerte y acoten el riesgo controlando la volatilidad de sus carteras.
Tengo una buena noticia para usted. Controlar la volatilidad es fácil. Corrijo, controlar la volatilidad MEDIA de la cartera es fácil. Siempre hay momentos de alta volatilidad y normalmente en los extremos todos los activos se suelen correlacionar en un periodo corto de plazo. Pero controlar la volatilidad es fácil asignando parte de nuestro capital en activos descorrelacionados históricamente como renta variable, bonos, materias primas, Bienes inmuebles o divisas.
La verdadera diversificación es entre tipos de activos, no solo entre diferentes acciones. No podemos controlar lo que va a hacer el mercado, es totalmente incierto, por eso debemos enfocarnos en lo que podemos tener controlado nosotros, que es la correcta diversificación y el control del riesgo.
Les invito que investiguen sobre las carteras de asignación táctica. Carteras que funcionan bajo diferentes normas que explotan anomalías como el valor o el impulso. Carteras en las que hay reglas y eliminan la discrecionalidad del operador. Carteras que están diversificadas en muchos tipos de activos y asignan parte de su capital en el que tiene más posibilidades de media a largo plazo de hacerlo mejor. Carteras que tienen menos posibilidad de tener mala suerte.
No se centren solo en la renta variable, hay muchos tipos de activos que a largo plazo pueden hacerlo bien como la renta variable, y la combinación de estos es fundamental para reducir la volatilidad.
Saludos!
@Carterasdebolsa