Aparecen nubarrones en la banca europea. Por un lado el asunto del Banco portugués Espirito Santo esta de rabiosa actualidad por el reciente desplome bursátil de la entidad provocado por sus graves problemas de liquidez. Por otro lado las recientes tensiones de los bancos alemanes Commertzbank y Deutche Bank por las polémicas transacciones en países sometidos a embargo como Irak y Sudan son evidentemente detonantes para noticias diversas pero, en esencia, estos hechos no son el problema de fondo, Hace ya tiempo que el gráfico del sector bancario europeo no carbura tal como había indicado en algunos artículos anteriores, y sin el sector bancario funcionando una economía no puede funcionar digan lo que digan las bolsas. La fiesta terminó en 2007 y desde entonces solo hay resaca, mejorada o empeorada pero resaca al fin y al cabo.
Hay que tener en cuenta que de todo el desplome de 2007-2009, es importante no olvidar que solo se trata del primer impulso bajista, apenas se ha visto una devolución del primer nivel de proporcionalidad de Fibonacci en octubre de 2009, Desde entonces ni siquiera se ha vuelto a ver ese nivel
La formación triangular contractiva desde 2009 parecía que podía romper al alza en lo que llevamos de 2014, lo cierto es que parece que vuelve de nuevo ambigüedad en el sector juntandose el fin de la congestión de una posible rotura al alza de la directriz bajista principal con la rotura de la directriz alcista desde los oscuros días de julio de 2012 cuando las famosas palabras de Mario Draghi sobre su defensa a ultranza del euro reactivaron las bolsas europeas y mundiales.
La rotura de la directriz alcista que yo denomino directriz Draghi es técnicamente fea.