El miedo es evidente. Esta semana, sin haber datos macro ni resultados empresariales, las bolsas europeas han perdido los mínimos de la semana pasada después de tres sesiones bajistas. Ayer vimos que la debilidad del sector bancario es el principal lastre de las bolsas europeas y está claro que mientras sigan bajando las tires de los bonos, los bancos no van a levantar cabeza.
También esta semana hemos visto que la rentabilidad de los bonos de gobierno alemán está bajando con fuerza. El miércoles demostramos que esta bajada de rentabilidad no se debía a fundamentales, sino que el bono vuelve a actuar como refugio o, incluso me atrevo a apostar, que es simplemente la especulación de las manos fuertes la que está moviendo el precio de los bonos. En el siguiente gráfico vemos que la rentabilidad del bono alemán a 10 años está a punto de ponerse en negativo por primera vez en la historia. Así que, el GAP entre la rentabilidad a 10 años y la inflación subyacente (0.8%) se está ampliando aún más.
El sector bancario vuelve a ser uno de los que lidera a esta hora las correcciones, perdiendo la línea que une los mínimos desde febrero en lo que podría ser la ruptura del triángulo por la parte inferior. Actualizo de nuevo el gráfico del sectorial bancario. No obstante, estamos justo en la zona de mínimos de mayo (80 puntos).
Mientras aguante el nivel de 80 puntos, podemos pensar que el sectorial bancario mantiene soportes (ayer comentamos que una figura de triángulo pierde fiabilidad si se rompe muy cerca del vértice). El segundo punto que hemos comentado en el asunto es que las bolsas están en soporte. El sectorial bancario está débil, pero si miramos el Eurostoxx 50 vemos que, justo hoy está en la línea que une los últimos mínimos significativos en lo que apunta a un canal alcista de corto plazo (punteado en rojo) dentro del canal bajista de medio plazo (punteado en azul).
El miedo al Brexit está provocando caídas de la renta variable europea a pesar de la fortaleza de los índices de EE.UU. que siguen en máximos anuales y, sobre todo, a pesar de que el euro se está debilitando frente al resto de principales monedas. Semanas atrás hemos visto que la debilidad del euro favorecía a la renta variable, puesto que abarata las exportaciones y encarece importaciones. Es decir, mejoramos competitividad de nuestras empresas e importamos inflación al costar más caros los productos de fuera de nuestras fronteras.
Adjunto gráfico de la evolución del euro frente a las principales divisas.
Pero el miedo por el Brexit no deja ver que quizás estamos ante una buena oportunidad de comprar buenas compañías europeas con descuento. Es racional tener miedo por parte de los inversores ante el riesgo de que los británicos decidan salir de la Unión Europea. Además, aún faltan 9 sesiones para que conocer los resultados del referéndum, por lo que no es descartable que el miedo provoque que los soportes de corto plazo que hemos comentado en la renta variable europea, terminen perforándose a la baja. Esto último no podemos saberlo, sólo podemos decir que estamos en soporte y que si se pierde habrá un tramo a la baja a corto plazo.
Pero viendo la situación macro, la debilidad del euro, el repunte de expectativas de inflación, si hay nuevas caídas, éstas provocarán una mayor oportunidad de compra a los inversores refugiados hoy en los bonos. Sobre todo, si dentro de 10 sesiones el referéndum sale según las probabilidades de las casas de apuestas (hoy dan un 77% a que no habrá Brexit). Entonces, la subida puede ser muy vertical en las bolsas europeas.
El último aspecto que hemos destacado en el asunto de las claves del día es que la renta fija está en zona de resistencia. No estamos hablando de una resistencia de corto plazo, sino de muy largo plazo. Si la rentabilidad está en mínimos, es lógico que el precio esté en máximos. El activo más líquido de renta fija en Europa es el futuro del Bund, que es el equivalente al precio del bono de referencia a 10 años en cada momento. En el siguiente gráfico se ve la evolución de futuro del Bund en los últimos 25 años (serie de la que dispongo). Se va que en los últimos años, la fiebre por la renta fija, presionada por los tipos cero de los bancos centrales ha provocado que el Bund rompa al alza el canal alcista histórico. Pero es que desde que rompió al alza los tres últimos máximos relevantes (2012, 2015 y 2016) en velas mensuales están marcando una clara divergencia bajista en el MACD mensual. Esto es un patrón de techo claro en este activo.
Hoy mismo, uno de los máximos gurús de la renta fija alerta de que el mercado de deuda explotará como "una supernova". Dice que las "rentabilidades globales están en sus niveles más bajos en 500 años de historia registrada. Diez billones de dólares de bonos. Esto es una supernova que explotará algún día. Es evidente que los precios de los bonos están descontando un escenario mucho más catastrófico del que descuentan los datos macro.
Nosotros pensamos que lo que se debe producir es una corrección del precio de los bonos, sobre todo los de más largo plazo para ajustarse a unas expectativas de inflación y crecimiento más altas de las que teníamos hace unos meses. Pero es complicado que sea muy virulento, ya que los Bancos centrales van a seguir apoyando. Pero esta corrección será la suficiente y necesaria como para que el dinero salga de los activos refugio hacia los activos de riesgo. Lo complicado saber si se producirá antes o después del referéndum del Reino Unido.
La opción para los inversores por tanto es clara. Los inversores de corte más especulativos deberían comprar a los precios actuales con la idea de reducirlos fuertemente si se pierden las líneas de soporte comentadas (cerramos hoy por debajo de los precios actuales). Y los inversores de más largo plazo deben mantener unas carteras prudentes, diversificadas y con un riesgo menor del que admite su perfil de riesgo, con la idea de aumentar el riesgo si los índices vuelven a mínimos de febrero o si los votantes del Reino Unido votan en contra del Brexit.