La Operación Twist se acaba.
No vale. Terminará a
final de mes. Sin embargo, se produce un nuevo tipo de estímulo fiscal. Del que hablábamos antes y que habíamos introducido hace no mucho. ¿De qué trata? Se dedicará a imprimir
85.000 millones de dólares (unos
65.000 millones de euros) para comprar bonos del Tesoro y títulos de deuda hipotecaria. Los efectos de esta impresión masiva de dinero son, a día de hoy, claros: aumentará la inflación. Sin embargo, este aumento de la inflación traerá algo de la mano: aumentará el dinero y aumentará el gasto público y la inversión. De hecho, esta, será la que estimulará la economía. La FED ha escogido la expansión cuantitativa o Q3. Bernanke afirmaba que "las condiciones del mercado laboral son un desperdicio enorme de potencial económico y humano; Seguiremos con el estímulo hasta que la mejora se sostenga”, dijo, a la vez que indicó que será “flexible” al modular la compra de deuda, “que se hará en función de la evolución económica"
Ahora, más que nunca, la política económica internacional causará los mayores daños y/o beneficios al conjunto global. Las acciones de EEUU afectarán a Alemania, ergo a Europa. Tenemos un mundo altamente globalizado en el que una acción hecha a miles de kilómetros de distancia se refleja en nuestra economía. Y hablando de ella: está enferma. Necesitamos comprar medicamentos para curarla a pesar de que nos digan que se curará antes sin recetas médicas. Bah, tonterías. No podemos dejar morir a nuestra economía. Si lo hacemos sufriremos La Gran Pérdida. La pérdida, de la que nunca nos podremos recuperar.
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