La decisión de Mario Draghi y el BCE en junio de introducir un tipo de interés negativo para los depósitos overnight no va a llevar a un incremento de la tasa de inflación a pesar de la insistencia de Draghi de que así será. Al igual que en todos los casos de planificación central, esta decisión acarreará costosas e imprevistas consecuencias -algunas de las cuales ya se empiezan a notar. En este caso particular, en lugar de estimular los préstamos a los negocios o la subida de los precios, todo lo que la decisión de Draghi propiciará es el aumento de la adquisición de deuda de gobiernos insolventes -llevándonos un paso más cerca de su eventual desintegración.
¿Por qué constituye la burbuja de la deuda soberana un problema de mayor envergadura?
Desde el anuncio de esta medida a principios del mes pasado, los bancos han estado esquivando la tasa de interés negativa impuesta por Draghi mediante la compra de bonos del estado. Estos representan el vehículo perfecto para los bancos pues se consideran valores prácticamente libres de riesgo.
Podemos ver que esto ya empezó a ocurrir después del anuncio si examinamos el rendimiento de un par de bonos a 10 años de la Eurozona. Teniendo en cuenta que el rendimiento de un bono es inverso a su precio, echemos un vistazo a las trayectorias de los bonos español e italiano a 10 años. El rendimiento de ambos se ha desplomado inmediatemente despues de su anuncio.
Rendimiento del bono español a 10 años
Rendimiento del bono italiano a 10 años
Debería ser obvio que esta medida ya ha permitido y continuará permitiendo que los gobiernos pidan más dinero prestado, además de facilitar la refinanciación de sus obligaciones de deuda existentes. No obstante, más importante y peligroso aún es que aumenta la exposición neta que los bancos (y sus clientes, que somos usted y yo) tienen frente a las promesas de pago de los gobiernos insolventes.
Pongo la palabra "prácticamente" en cursiva por una razón. Para cualquiera que aún no haya retirado su capital del sistema financiero a través de la compra de oro o plata, esto podría anticipar un verdadero problema.
El verdadero colapso todavía está por llegar
A raíz de la crisis financiera de 2008, los últimos 5 años han estado marcados por una intervención sin precedentes por parte de los bancos centrales. Peter Schiff fue uno de los primeros en darse cuenta de que las políticas que se estaban aprobando con el fin de ayudar a la recuperación económica (TARP, rescates, QE etc.) estaban en realidad contribuyendo a la creación del próximo ciclo de auge y caída.
Pero este nuevo boom/burbuja es diferente.
En sus propias palabras, Peter describió el 2008 como el "temblor" que precedería al "terremoto".
¿Por qué existe tal diferencia?
La razón por la que Peter piensa que el día del juicio final está por venir no tiene tanto que ver con el tamaño de la burbuja actual. Aunque el tamaño es importante (17 billones de dólares solo contando la deuda de EE.UU.). En realidad, tiene todo que ver con el lugar por donde la burbuja está siendo inflada.
La crisis que se avecina, el "Real Crash", como él la llama, hunde sus raíces en las falsas promesas de pago realizadas por los gobiernos insolventes respecto a sus obligaciones de deuda cuando tal cumplimiento es literalmente imposible. Es por eso que la decisión del BCE es tan perniciosa. Alimenta una burbuja de deuda soberana que será mucho más destructiva cuando reviente.
Lo que puedes hacer
En su libro, The Real Crash, Peter recomienda varios modos de mantener tu capital a salvo de lo que se aproxima. Entre otros, dice, "posee oro" y "mantén la liquidez".
Si bien poseer oro parece bastante sencillo, ¿qué implica mantener la liquidez?
Existe una joya gráfica poco conocida del economista americano John Exeter, en su tiempo considerado como un experto en la economía de la Gran Depresión. El cuadro se conoce como Pirámide Invertida de la Liquidez de Exeter. A continuación se muestra una adaptación moderna.
Pirámide invertida de John Exeter (Liquidez)
La pirámide organiza diferentes clases de activos de arriba a abajo de acuerdo a su creciente liquidez. Parte de la teoría detrás de la tabla es que, en tiempos de crisis, siempre se da un impulso desde los activos menos líquidos hacia los activos más líquidos. La razón de esto no es difícil de entender. Cuando nos enfrentamos con la realidad de las pérdidas y los impagos, lo que deseamos es reducirlos al mínimo tanto como se pueda. La forma de hacerlo es vender la inversión perdedora a cambio de algo más estable y resistente -algo más universalmente demandado.
En el ciclo de auge y caída más reciente, la crisis inmobiliaria de 2008, hemos observado una venta de los activos menos líquidos (bienes raíces, que encontrarás en la parte superior de la pirámide) a favor de activos más líquidos (dólares, bonos y oro, hablando en términos generales). Tan pronto como un número creciente de participantes en el mercado se dio cuenta de que el auge de euforia había llegado a su término, comenzó una loca desbandada hacia los tipos de activos de mayor liquidez. El valor de los activos menos líquidos se hundió. El valor de los activos más líquidos se elevó. Por supuesto, las caídas siempre implican daños colaterales del mismo modo que muchos activos relacionados se quedan atrapados en la fase de auge.
Ahora estamos en el medio de otro ciclo, creado nuevamente por nuestras instituciones de volatilidad, es decir, los bancos centrales. Sin embargo, este ciclo es diferente. Se trata del terremoto al cual el temblor de 2008 solo precedía. No es de otra burbuja inmobiliaria (parte superior de la pirámide) que tenemos que preocuparnos, sino más bien de una burbuja de deuda pública (en el centro). La decisión de Draghi de hacer negativa la tasa de depósitos overnight ha servido para aumentar la cantidad total de deuda en el sistema. Te darás cuenta de que, en el gráfico, la deuda pública se encuentra justo por encima de los trozos de papel a los que denominamos dinero.
No es que vayamos de nuevo hacia a un precipicio fiscal, es que nos acercamos a un acantilado de dinero.
Una vez que la gente se de cuenta de que este boom de deuda pública no vale ni el papel en que está impreso, se desencadenará una huida similar hacia los activos de mayor liquidez de la parte inferior de la pirámide.
Aquí es donde tanto el oro como la plata entran en escena. A estas alturas, ya debes haberte dado cuenta de que cuando Peter recomienda comprar oro y mantener la liquidez, en realidad está repitiendo la misma cosa. El oro se encuentra en la parte inferior de la pirámide. En cuanto a la plata, podemos decir que se posiciona justo entre el oro y los dólares de papel.
La mejor manera de protegerse a sí mismo frente a la carísima locura de los bancos centrales y los gobiernos insolventes es poseer el activo de mayor liquidez.
El activo de mayor liquidez es el oro.