España: un país con tanta cantidad de oportunidades como de posibilidades de destrozarlas

6 de enero, 2015 1
Analista de mercados y fondos de inversión.
Analista de mercados y fondos de inversión.

Cuando yo era pequeño me decían mis padres que para gastar primero tenía que ganar. Una familia, por normal general, gasta menos de lo que ingresa. Ahora es muy normal que cualquier Estado deba mucho más de lo que genera, como es el caso de España. Los Estados no paran de intentar buscar ingresos que justifiquen lo que gastan, y sin disciplina a pesar de ir creciendo y creciendo jamás mejoraremos.

A veces cuando hablamos de porcentajes se nos olvida la cantidad de dinero a la que ese porcentaje hace referencia. Cuando decimos que España tiene un déficit del 4% ó 5% no nos damos cuenta que son realmente entre 40.000 y 50.000 millones. Muchos políticos y economistas hablan del derecho al déficit como algo normal. Y lo mismo cuando decimos que el porcentaje de deuda pública sobre PIB llega al 100% no nos damos cuenta que en realidad debemos 1 billón, sí sí 1 billón. Detrás de esas cifras insostenibles es donde están las oportunidades.

España siempre fue un ejemplo de que todas las soluciones mágicas no funcionan. Quién no se acuerda de las devaluaciones de la peseta que no funcionaron y de los planes de estímulo entre 2009 y 2011 que nos hicieron pasar de un 3,2% de superávit a un 11% de déficit.

Se nos vende la idea de que imprimir dinero soluciona la crisis y que aumentar el gasto público también y no es cierto. El dinero no es gratis y las deudas siempre se pagan. Si ésta fuera la solución ya hubiéramos salido de la crisis y reducido el paro y no es así. Los inversores ya ven que España está caro y nosotros seguimos sin ver la salida real a la crisis. Cuando vives en un mundo que está bajo los efectos de las drogas lo único que quiere el enfermo es más droga para salir del paso y seguir creciendo aunque en muchos casos pueda ser la crónica de una muerte anunciada.

Parece que el hecho de que baje la prima de riesgo es algo bueno porque nos financiamos más barato, pero sin darnos cuenta de que nos estamos endeudando más. Por eso, vamos a dejar de celebrar que haya bajado la prima de 100 puntos básicos.

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Para darnos cuenta que las deudas siempre se pagan o si no estás fuera de los mercados veamos el caso de Grecia y el partido que según las encuestas llegaría al poder Syriza. Al principio hablaban de no pagar su deuda insostenible, pero ahora ya cambiaron su discurso a un modo más moderado diciendo que lo que proponen es una reestructuración de la misma. La consecuencia desde mi modo de ver es clara, los mercados se van haciendo a la idea desde hace tiempo de una más que probable salida del euro de Grecia si gana Syriza (nunca con mayoría) y la conclusión es clara, si no quieres pagar estarás fuera del euro. Ayer las bolsas cayeron cerca de un 4% y todo el mundo teme un contagio hacia otras economías como la española. El peso de Grecia en la zona euro es muy pequeño, pero como en cualquier unión monetaria el contagio es ineludible. Algo que desde Alemania ya empieza a sonar con fuerza es la salida del euro de Grecia, pero lo que no sé si tienen preparado el cortafuegos para que no sea otro caso Lehman Brothers. Un país no puede hablar de dejar de pagar las deudas y a la vez exigir que se le financie más y más barato, por lo que Grecia se convertiría en otra Venezuela.

Y luego está Podemos, el M5E de Beppe Grillo y el Frente Nacional de Marine Le Pen buscando lo mismo que Syriza. Pero, ¿qué pasará con estos movimientos en estos países si gana Syriza? ¿Y si pierde?

Todo empezó siendo una crisis financiera, pasó a una económica y luego a una social con la consiguiente crisis de valores. Pero ahora ya estamos en la fase más grave y es la crisis política, ellos serán los que nos gobiernen y como español lo que más temo es una España ingobernable, llena de gente sin conocimientos, sin coherencia, sin sentido común y donde se deje llevar por el colectivismo. Gente manipulable donde, ya venga de Podemos o el PP, nos quiten la libertad.

Este mes de enero tiene dos citas clave para el devenir de la Eurozona. La primera es la reunión del BCE el próximo día 22 y la otra las elecciones griegas el día 25. Determinarán el rumbo que tomará la zona euro en los próximos tiempos y seguro que pase lo que pase no se pasará por alto.

Draghi ya tiene donde quería al euro, marcando hoy mínimos de 2006 en torno al 1.19 en su cambio con el dólar. Es una de las apuestas bajistas para 2015.

Aunque creo que cualquier decisión que se tome al respecto ya está más que descontada por los mercados. Que esa semana Draghi nos anuncie el esperado QE no sorprenderá a nadie. Y que Grecia pueda salir del euro tampoco, ya que es una situación que nadie ve tan descabellada hoy en día, siempre y cuando Syriza cumpla con todos lo que tiene en su programa y no modere un poco su discurso, cosa que parece que está haciendo.

Pero no nos olvidemos que Europa solo representa una porción muy reducida de la población mundial y del PIB mundial; pero, sin embargo, llegamos casi a una quinta parte del gasto público total del mundo. ¡Algo falla!

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Respecto a España las predicciones del Gobierno anuncian un crecimiento del PIB cercano al 2.5%, impulsado básicamente por la drástica reducción del precio del petróleo, la bajada de impuestos y un aumento de la demanda interna.

Después de recuperar la autonomía financiera gracias al crecimiento de las exportaciones, ahora volvemos a depender financieramente del exterior. Parecía que nuestro modelo productivo iba a cambiar, pero nada de eso. Somos una economía que depende y dependerá enormemente de la demanda interna y ese crecimiento de las exportaciones no era debido a un cambio del modelo sino a la necesidad de las empresas de abrirse camino dada la nula demanda interna, pero una vez ha crecido esta volvemos a lo de siempre.

En un momento en el cuál podríamos cambiar ese modelo y empezar a autofinanciarnos, parece que ese superávit lo estamos evaporando.

No nos olvidemos que las exportaciones de España son principalmente a países de la zona euro, donde el efecto divisa es nulo. Por lo que una depreciación del euro no afecta.

No podemos competir con la industria alemana, pero los productos que exportamos son productos con un alto valor añadido y ahí es donde nos tenemos que intentar diferenciar.

Pero las empresas que tienen que llevar a cabo esto son las Pymes. Nuestro tejido empresarial está formado principalmente por pequeñas y medianas empresas y las reducciones de impuestos y ayudas tienen que ir a estas empresas. Si sabemos que el motor de nuestra economía son las Pymes y los autónomos a qué esperamos para reducirles los impuestos. ¡Y ahora de Guindos quiere ayudar a los autonómos! Esperemos que para muchos no sea tarde.

Se estima que una reestructuración de las Administraciones Públicas provocaría un ahorro de unos 40.000 millones de euros, lo que significaría reducir casi a cero el déficit y no tener que recortar en campos tan necesarios como sanidad, educación y dependencia.

No aprovechamos la crisis para modernizarnos, mejorar y corregir errores, sino para decir que creceremos cuando lo importante es cómo lo haremos y si ha servido de algo lo ocurrido. No aprovechamos la crisis para darnos cuenta de que España tiene un enorme potencial y cuando parece que puede salir hacia adelante, muchos se empeñan en negarlo.

Aquéllos que ya en 2004 decían que iba a ocurrir una gran crisis son los que ahora dicen que España está saliendo de ella y los que la negaban hasta en 2010 son los que ahora dicen que la crisis aún sigue siendo enorme. No estamos recuperados, pero lo que está claro es que si no destrozamos nuestras oportunidades y no lo hacemos rematadamente mal si podemos decir que estamos saliendo. Tenemos muchas oportunidades, pero también somos especialistas en acabar con ellas. Dejemos de ser tan positivos o negativos y vamos a ser más realistas.

Y dos puntos para acabar. No podemos comparar una crisis de excesos y de privilegios con crisis ocurridas después de una guerra. No podemos intentar solucionar una crisis de exceso de deuda con más deuda. Esta crisis podemos decir que fue única y aunque la historia se puede llegar a repetir y podemos aprender de ella, esta crisis es especial. No podemos ampararnos en decir que como Japón tiene una deuda de más del 200% sobre PIB, gastando los japoneses además un 22% de su presupuesto en pagar los intereses de la deuda, parece que la solución es crear dinero, cuando vemos que no es así. Pero no nos olvidemos que ellos son la tercera economía del mundo y el ahorro que tienen es lo que les hace seguir ahí, a pesar de tener un déficit comercial brutal debido al aumento de casi del 100% de sus importaciones en su afán por crear la tan ansiosa inflación.

En el caso de España la solución pasa por atraer capital mediante políticas acertadas, bajar aún más los impuestos y ayudar a crecer a nuestro tejido empresarial junto con una reforma laboral más acertada y si no lo hacemos y por encima nos endeudamos más, perderemos la carrera. 

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Este artículo tiene 1 comentario
Nadie quiere asumir el coste político a corto plazo de situar al país en el rumbo correcto para el largo plazo... y aunque parezca un contrasentido, quizás lo que necesitamos es un parlamento verdaderamente fragmentado para empezar a pactar soluciones de largo plazo... que cada cambio de color político en el parlamento (y por extensión en el gobierno) tengamos una reforma en educación, cambios drásticos en infraestructuras etc. es lo que realmente propicia el déficit... la reforma de la administración se viene haciendo, pero lentamente: se jubila alguien, no entra nadie nuevo. Se ataca al número de empleados pero no a su efectividad. Con los mismos se podrían hacer muchas más cosas y mejor...
06/01/2015 21:54
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