Hoy se ha formado gobierno en España, después de 300 días de dos elecciones e innumerables negociaciones entre los partidillos que pretenden dirigir a España. 300 días curiosos, pues por una parte se nos ha dicho que la economía española iba bien, mientras por otra, había signos de que la confianza en esa economía parecían estrechase.
Ciertamente, el gobiernos naciente no parece tener el futuro limpio de incertidumbres, a la vista de los obstáculos anunciados por los partidos que han decidido quedarse en la oposición poniendo palos en la rueda del carro nacional. Se dirá: es su obligación, pero también se puede decir que esa obligación depende de las circunstancias más o menos apremiantes que estén pasando.
¿Va tan bien España en los económico como para para cantar victoria definitiva contra la crisis? ¿Es inmune la economía española a la inestabilidad política que padece, incluyendo la amenaza separatista de Cataluña, sobre todo porque ésta está en manos de partidos irresponsables?
Hay señales de que no. Ni la economía se ha librado de las adherencias políticas, desgraciadamente, ni podemos cantar victoria definitiva contra la crisis, de la que no hemos superado todavía la caída del PIB que supuso.
El gobierno promete, con gran ansiedad, que si se aprueban los presupuestos lograremos, ¡por fin! Cerrar el bache entre el PIB de hoy y el de 2008 - lo cual no es ciertamente una victoria más que pírrica, porque lo usual sería alcanzar el PIB potencial, o tendencial, aplicando una tasa de crecimiento razonable al PIB alcanzado en 2008, con todas las correcciones que se quieran hacer al crecimiento potencial.
No parece que la oposición le inquiete enormemente este objetivo mínimo.
Durante estos 300 días, la incertidumbre política se ha reflejado en ciertas partidas que parecen reflejar falta de confianza en la situación política española. Exactamente igual que Italia, cuya inestable situación le hace pender de un hilo que no cause una crisis financiera que nos afectaría a todos. Italia tiene previsto un referéndum el 2 de diciembre, convocado por el gobierno para aprobar una serie de reformas, conducentes a hacer el país más gobernable, con la amenaza de Renzi, primer ministro, de dimitir si no se aprueba. Eso sería abrir la puerta al desgobierno de los partidos antieuropeos, al agravamiento de la crisis bancaria, y a una posible crisis sistémica.
De ahí que no parezca casual que Italia y España muestren el mismo flanco de debilidad en las cifras del TARGET 2, el sistema de compensación y clearing de pagos del Sistema Monetario Europeo.
Dicho sistema debería estar en equilibrio si todo fuera normal, pero está lejos de estarlo, como se ve en el gráfico las descompensaciones que hay entre países acreedores (Alemania) y deudores (España e Italia). No es causal que estos dos países sean los máximos deudores y los más inestables políticamente, y que ello de lugar a movimientos hacia a fuera de capitales y depósitos que buscan refugio contra eventualidades no deseadas.
Como demuestra Marcello Minenna, los desequilibrios que emergieron durante la crisis del euro en 2012, han vuelto a resurgir, y los países que más endeudados están con el TARGET 2 son España e Italia. Esto es un indicio de desequilibrio de la balanza de capilares entre estos países y el resto de la Zona Euro. En el cuadro del BCE de los balances del TARGET 2 vemos cómo España e Italia van aumentando sus deudas frente a Alemania y otros países, España de 189,9 mm a 319,7 mm de euros. Italia de 188,6 mm a 353,9 mm se €. Cantidades no insignificantes.
En el gráfico de arriba se ve mejor la descompensación entre Alemania e Italia-España
¿Qué quiere decir esto? Que el SME nos da un crédito inusual para seguir funcionando con normalidad, sin dificultades de liquidez, mientras desaparecen las causas que se suponen transitorias y vuelve la normalidad. Es algo así como el famoso FLA - Fonso de Liquidez Autonómico- con el que mantenemos a flote Cataluña, mientras ellos destrozan sus instituciones y el Estatuto. Es un fondo de liquidez, pero en realidad es un préstamo indefinido para que otras cosas se sostengan en pie.
En el siguiente gráfico se aprecia cómo esas posiciones en el TARGET2 se redujeron a partir de 2012, pero luego reaparecieron y aumentaron: ¡es la política estúpido! (España, gris, Italia, rojo).
Estas argumentaciones tienen un grado de conjetura. Aparte de los tecnicismos que hemos intentado evitar sobre el TARGET 2, es obvio que, como dicen , Jorge Uxó, Fernando Bermejo.
Departamento de Análisis Económico Universidad de Castilla – La Mancha
Resumen.
El objetivo central de este trabajo es proporcionar una descripción coherente del funcionamiento del sistema TARGET2, por el cual los bancos privados de la Unión Monetaria cancelan sus deudas con bancos privados de otros países.
El TARGET2 ha adquirido cierta relevancia debido a que, desde finales de 2007, los bancos centrales de la periferia europea han ido acumulando deudas con el sistema al tiempo que el Bundesbank ha acumulado un saldo acreedor.
Nuestra conclusión es que, si bien los crecientes saldos deudor y acreedor con el BCE a través del TARGET2 no son problemáticos en sí mismos, sí que son el reflejo de otros problemas que deberían ser corregidos por medio de la acción política.
El saldo del TARGET 2 no tiene por qué ser preocupante, pero la causa última de unos descompensación tan grande es signo inequívoco de que hay problemas en alguna parte de sistema.