Una de las críticas más habituales contra el liberalismo es que es una filosofía política que favorece a los ricos. Así, se afirma que unas reglas de juego que promueven la libertad individual son equivalentes a una ley de la selva en la que los fuertes se comen a los débiles. Frente a ello, los progresistas defienden que la Ley y, en general, toda acción política debe ir dirigida a proteger a los débiles frente a los fuertes.
La mejor respuesta enjaretada en una sola frase a esta crítica es la atribuida al periodista norteamericano Joe Sobran: “Quejarse de que la economía libre favorece a los ricos es como quejarse de que la libertad de expresión favorece a los elocuentes.” Es evidente que los elocuentes aprovechan mejor que los farfulladores la libertad de expresión para defender sus ideas. Pero todos nos beneficiamos de un entorno en el que no sólo podemos decir lo que nos viene en gana, sino también escuchar las opiniones de los demás y decidir cuál es la que más nos convence.
El liberalismo defiende el libre intercambio. La libertad de intercambio favorece a la sociedad en su conjunto y permite que todos progresen. Es cierto que unos progresarán más que otros. Pero, ¿debería impedirse que nadie progrese para evitar que unos progresen más que otros?
Un buen ejemplo de este debate es el de la libertad de horarios comerciales. El liberalismo defiende que no hay razón para que unos comercios puedan abrir cuando quieran y otros no. La progresía defiende que los grandes centros comerciales no deben abrir cuando quieren porque esto perjudica a los pequeños comercios. El error de la progresía reside en que la cuestión no es a qué comercios beneficia la libertad de horarios sino si favorece o no a la sociedad en su conjunto, es decir, a los consumidores. Consumidores somos todos. La libertad de horarios comerciales facilita que el consumidor haga sus compras dónde y cuándo lo desea. Y una mayor competencia entre comercios supone además precios más bajos de la cesta de la compra.
Lo que la progresía presenta como una protección de los más débiles – los pequeños comerciantes – es, en realidad, un atentado contra los intereses de todos: los consumidores. Los más “débiles” a menudo son simplemente los más organizados y ruidosos. Sus intereses son defendidos denostando a los que se oponen a ellos con el calificativo de “ricos” cuando éstos, en realidad, son los silenciosos.
El liberalismo, por lo tanto, no favorece a los ricos. Favorece a la sociedad en su conjunto a través de unas reglas de juego que permiten que sus necesidades y aspiraciones sean satisfechas al menor coste posible. Los que mejor satisfacen estas demandas sociales son recompensados y se pueden hacer ricos gracias a ello.
La progresía critica que algunos se hagan ricos satisfaciendo estas demandas sociales. Para ello, pretenden prohibir las demandas (por ejemplo, de hacer compras cuando se quiera). Así, propinan en la cara de todos la bofetada que pretenden dar a los ricos. Y lo hacen en nombre de los pobres. Esa es su definición de la justicia social. Olvidan, en cualquier caso, que el pobre no dejará de ser pobre cuando el rico deje de ser rico.
El liberalismo no piensa en términos de ricos y pobres, enfrentando a unos miembros de la sociedad con otros. El liberalismo piensa en términos de cómo satisfacer las demandas de la sociedad en su conjunto, libremente dispuestas.
así es, bien dicho. Por eso donde más socialismo, es decir menos liberalismo, hay más pobreza y corrupción y menos libertad. Así está Grecia y así está España.
Si vamos a ser liberales todos yo estoy de acuerdo, ahora si unos van en moto y otros en alpargatas..... ya en origen los ricos parten con ventaja,
Normalmente los liberales ideologicamente parten con ventaja,suelen ya ir montados en la burra , solamente en momentos de crisis sacan a relucir sus ideas ,atacando a lio gobiernos,en momentos de bonanza no quieren que los gobiernos intervengan, enseguida los llaman intervencionistas, no sé.... yo veo mucha hipocresia, yo te quiero para que me hagas rico, pero si no me haces te deshaucio,
Luego esta el de la educacion,
Todos iguales en origen, o los ricos eligen y los pobres nó,
El colegio publico tiene que dar lo mejor, de hecho yo creo que si, lo que pasa es que los de pago a casi todos los aprueban, por pagar claro, en un publico el objetivo es no aprobar solo lo justo
En la unuversidad publica tienes que ser un crac para aprobar , y en la privada solo tienes que tener dinero.
Eso es libertad de enseñanza, jajajaj, cuanta hipocresia, Pedro seguro que eres un previligiado, seria muy dificil que fueras un liberal si no fueras a si.
Yo tengo claro lo que veo. Y es que los progres que juntan cuatro perras se ponen en brazos del sector privado para todo. Lo público es lo mejor... para los demás.
Los ricos y los nuevos ricos ,se llevan al dinero a Panama, por culpa de los progres jajajaja claro pagar con mi dinero para que otros se beneficie , está claro a Panamá , porque las leyes impositivas son injustas, jajaja
El liberalismo español del siglo IXX fue un autentico desastre, jajaja y los liberales de ahora a mi me parecen unos interesaos, jajaja
En respuesta a Pepe Mary Y el chucho de colastani
El liberalismo del siglo19 dejo España hecho un erial se cargaron los bosques y genero jornaleros pobres y analfabetos, y con esos minmbres se encaró el siglo XX.
En este pais cuando hablan de liberalismo, de libertad económica, de defensa de no se que,es para echarse a temblar,as comunicaciones(telefonia, internet), la energía, la
banca, los medicamentos y casi la alimentación están controlados por unos pocos,y lo peor es que algunos creen que controlandolo no se que tipo de gobierno estarían mejor,de pena,
las leyes tienes que salvalguardar el individuo y despues al grupo,,,,que cualquiera pueda enfrentarse al poderoso,pero claro en un pais que ve la pena de televisión, que solo piensa en el futbol el finde, que lee poquisimo,,,que escucha muchos menos,y por supuesto no es nada reflexivo,es lógico que los poderosos nos tomen
por idiotas, y lo confirmemos votando a nustros verdugos PP-PSOE
La verdad es que el liberalismo mola un huevo. Primero te hunden con los recortes para cuadrar el déficit y cuándo ven que ya no pueden sangrar más te dicen que incluyas en el PIB el dinero de las actividades ilegales (algo que no se puede medir y por tanto, puedes poner la cifra que te salga de los mismísimos) para que así todo cuadre y parezca que el gobierno falso y mentiroso ha cumplido su objetivo. Claro, esto sólo puede funcionar en una sociedad de imbec..pero cómo vivimos en una, pues miel sobre hojuelas.
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