Esta semana los malos datos adelantados del PMI de los principales países están provocando que se frustre el intento de rebote de los principales índices mundiales de la semana pasada. Básicamente lo que se está dando a conocer esta semana es la confirmación de uno de los temores que provocó el pánico vendedor de agosto. La economía mundial no va a crecer tanto cómo se esperaba y hay determinadas zonas geográficas en las que la desaceleración es más fuerte, sobre todo en los mercados emergentes.
Estos días hemos estado analizando distintos mercados y llegado a conclusión de que los mercados desarrollados siguen manteniendo con claridad sus tendencias alcistas de largo plazo y los mercados emergentes están en clara tendencia bajista intentando buscar una zona de soporte en la que dibujar una figura de suelo. Si los agentes del mercado pierden toda la confianza en que las caídas no son una mera corrección sino el inicio de una tendencia bajista, evidentemente los mínimos de la semana pasada se perderán y los mismos agentes del mercado acelerarán el movimiento. Pero si finalmente los datos macro no empeoran tanto como adelantan ahora todas las noticias pesimistas que nos inundan en cualquier medio de comunicación, entonces nos daremos cuenta que el pánico ha generado una magnífica oportunidad de compra.
Así ha sido siempre en la historia de los mercados financieros en general y en los mercados de renta variable en particular. Hace sólo tres años, todos los españoles conocían mucho mejor la prima de riesgo española que el nombre de las comunidades autónomas españolas (por poner un ejemplo). En julio del 2012 un bono español a 2 años pagaba un 7% de rentabilidad y hoy paga un 0.16%. Los tipos de intervención del BCE estaban sólo al 0.5% y los bonos alemanes a dos años estaban al -0.06%. Hoy los bonos alemanes a dos años están al -0.20% y el tipo de intervención del BCE está al 0.05%. Ahora, trascurrido el tiempo todo el mundo tiene claro que será muy complicado ver otra vez el bono español a dos años al 7%. Y eso a pesar de que Grecia está peor que entonces y la deuda española sobre el total del PIB es bastante más alta que hace 3 años. Y lo de aquel verano no fue por culpa de los malditos especuladores que la habían tomado con España. La culpa era de la falta de confianza. En aquella ocasión no hizo falta ni que mejorasen los datos macroeconómicos. Una simple frase de Mario Draghi el 27 de julio de 2012 diciendo que el BCE haría todo lo necesario para salvar al euro fue suficiente para generar la confianza y todas las ventas masivas se convirtieran en compras.
Así pues, comprender cómo interactúan los mercados y hacer proyecciones en base a datos fundamentales a corto plazo es cada vez más difícil por no decir imposible. Son componentes psicológicos los que suelen explicar los movimientos. Quizás el análisis técnico sí que nos puede dar más argumentos para explicar los movimientos. Estos días estamos comentando que tras las fuertes correcciones de agosto, el escenario más probable sea un movimiento lateral. Es un movimiento probable tanto desde el punto de vista técnico cómo psicológico tal y como hemos explicado días atrás.
Pero en vez de analizar zonas geográficas e índices de forma particular, hoy creo que el índice que mejor resume la situación actual es el más amplio índice de las bolsas globales, el MSCI WORLD. Si vemos el gráfico semanal desde que comenzó la actual tendencia alcista en marzo del 2009 vemos que en agosto se ha perdido la línea que unía los mínimos desde el año 2011 y media de 50 semanas. Sin tiempo para reaccionar en sólo cuatro sesiones (del 19 al 24 de agosto) corrigieron un 10% y se frenaron justo en el primer soporte que han encontrado. Los mínimos de la semana pasada coinciden con la línea que une los mínimos desde 2009. A priori una clarísima zona de compra. El problema es que no se verá claramente que ha sido una buena zona de compra hasta dentro de unas semanas. Si se produce un rebote cómo en octubre del año pasado nadie se acordará de que la rebaja de crecimiento de China del 7.4% al 6.8% puso en jaque a las bolsas mundiales.
Tener una zona de soporte tan bien definida como esta del MSCI WORLD en mínimos del año pasado y de la semana pasada (nivel de 1.570 puntos), tiene su ventaja que rápidamente se puede convertir en un soporte. Los inversores compran o, al menos dejan de vender al llegar el soporte. Pero si hay un cierre por debajo del mismo todas las compras vuelven a convertirse en ventas y aceleran el movimiento bajista a la búsqueda del siguiente soporte. Viendo el gráfico, al igual que hemos comentado que la zona de mínimos de la semana pasada es un claro soporte, no se puede descartar que si hay un cierre semanal por debajo de 1.570 las bolsas mundiales sigan corrigiendo incluso hasta la zona de 1.380-1.400 puntos que son los máximos del año 2011 y el 38.2% de retroceso de toda la subida desde marzo del 2009 y también la media de 500 semanas.
Así pues desde el punto de vista técnico, las bolsas mundiales están en clara zona de compra por encontrarse en un claro soporte de medio plazo. Y si se pierde este nivel los que siguen el análisis técnico venderán aunque estemos en mínimos del año con la clara intención de volver a comprar tanto si se recupera el soporte perdido cómo si se cae a siguientes soportes relevantes. Algo así como ha ocurrido en agosto al perder el 1.730 e irse directamente a 1.570 puntos en sólo unos días.