Si usted está leyendo ahora mismo estas líneas atraído por el
título antipatriótico que da nombre a este post es posible que responda un poco
al estereotipo español de criticar lo propio a muerte y considerar lo de los
demás mejor. Si es así, le ofrecemos por adelantado nuestras disculpas puesto
que ese no va a ser exactamente el tema del que vamos a hablar.
Ahora que hemos captado su atención de manera tan torticera
nos gustaría señalar que España es un país con graves problemas económicos e
institucionales y que, además, dichos problemas no son coyunturales sino
estructurales. Pero no es eso lo que nos interesa aquí. ¿Es España un vertedero desde el punto de vista bursátil? ¿Qué
dicen los datos al respecto? ¿Qué hay de cierto y qué de opinión y prejuicio en
tal afirmación?
Una década de retornos
totales en el MSCI
De la mano de MSCI,
Morgan Stanley Capital International,
proveedor de índices sobre acciones y otros activos, hemos echado un vistazo a
la rentabilidad obtenida durante la última década por los índices bursátiles
correspondientes a los países desarrollados, incluidos los dividendos. Estos
son los parámetros de la búsqueda:
Y he aquí los resultados:
A la luz de la información estadística de la última década
podemos extraer algunas conclusiones respecto al vertedero bursátil español:
La primera es que España
lo ha hecho mejor que el mundo, USA y su marco regional, Europa. No mucho
mejor desde luego. Digamos que ha estado sobre la media en estos 10 años
aparentemente perdidos de bolsa.
La segunda es que lo
ha hecho también mejor que la mayor parte de países grandes de su entorno como
Italia, Francia, Reino Unido y Japón. Alemania y Canadá han sido, en cambio,
mejores.
Por tanto, ni vertedero ni vergel. Simplemente uno más, con
resultados sobre la media que ni justifican la crucifixión bursátil de nuestro
país ni, por otro lado, su ascenso a los cielos. España parece haber sido un
lugar tan bueno para invertir como cualquier otro, a pesar de sus múltiples y
estructurales problemas económicos e institucionales y a pesar también de haber
sufrido una doble recesión en los últimos seis años consecuencia del estallido
de una burbuja inmobiliaria de dimensiones mastodónticas.
El tiempo y el contexto
Ahora que sabemos que no ha sido para tanto ni para tan poco
nos preguntamos qué lecciones se pueden
extraer a nivel práctico para el sufrido ahorrador/inversor de clase media y,
en especial, para nuestro inversor mileurista. Recordemos que éste se había
indexado al mercado español mediante un sistema de promediación fija y que su
amigo también mileurista lo había hecho mediante un sistema progresivo. Veamos
pues.
El 65% del IBEX35 son
sólo 6 empresas
(Santander, Telefónica, BBVA, Inditex, Iberdrola y Repsol). El sector financiero representa el 40% del
índice (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Banco Popular, Banco Sabadell,
Bankinter, Mapfre). Por tanto si la crítica a la indexación patria viene del
lado de la concentración del índice en unos pocos valores y en su escasa
diversificación sectorial (40% sector financiero, 13% telecomunicaciones, 17%
sector energético y petróleo) la crítica es correcta puesto que los datos no
son rebatibles. Por el contrario, si la crítica sostiene que eso es un
impedimento para obtener buenos resultados la crítica no es correcta. O por lo
menos no lo es al 100%. Precisa de una doble contextualización.
Primero. La indexación
y, en general, la inversión en renta variable produce buenos resultados a largo
plazo. El tiempo
acaba colocando todo en su lugar. El progreso económico sigue a la recesión y
los dientes de sierra de la evolución de la sociedad continúan a pesar de sus
altibajos:
El MSCI SPAIN durante los últimos 6 años, los peores años de
nuestra vida:
El MSCI SPAIN durante la última década, éxtasis y agonía:
El MSCI SPAIN durante los últimos 15 años, de los felices 90
al oscuro nuevo milenio:
Segundo. La indexación
requiere de una diversificación geográfica para que sus resultados se tornen
seguros a largo plazo. Si observa el cuadro de rentabilidades arriba adjuntado podrá ver como
Dinamarca, Noruega y Suecia, los países nórdicos, han proporcionado unas
rentabilidades más que buenas durante la última década. Pero véase también que
Finlandia lo ha hecho bastante mal. Quizá el peso que Nokia ha tenido en su
mercado, que no es tan grande como el español, es uno de los motivos de esta
mala performance a pesar de que la situación económica e institucional de
Finlandia es mucho mejor que la de España.
Lo contrario también es cierto. Italia, Irlanda y Portugal
ofrecen retornos deficientes (aunque sólo Irlanda negativos) mientras que los
de España, que es un país de la misma órbita que estos últimos, proporciona
unos rendimientos sobre la media. El hecho de que tan sólo Irlanda produzca
retornos negativos a 10 años nos da también una idea del poder que el tiempo
tiene en la generación de eficiencia en los mercados y en la seguridad que
representa para el inversor la vinculación de su ahorro a la renta variable.
Las lecciones prácticas
para nuestro par de inversores mileuristas es que no deben renunciar a la
indexación nacional porque ésta puede mejorar la media de su entorno económico
comparable pero, al mismo tiempo, es mejor y conveniente poseer una indexación
regional que garantice esos resultados, por ejemplo Europa, y también mundial,
USA o MSI World. La
combinación de fondos índice (uno nacional, otro regional y otro mundial) no
hará desde luego perder dinero al inversor. Se asegurará siempre una
rentabilidad sobre la media y, además, podrá ponderar más o menos en uno u otro
ámbito según las oportunidades de inversión y las diferentes velocidades de
revalorización que cada índice le proporcionen.
Así, en los últimos 6 años el S&P 500 lo ha hecho mucho
mejor que el IBEX35 pero si usted está promediando de manera progresiva es
posible que sea éste último índice el que le haya proporcionado más
oportunidades de acumulación de capital y rentabilidad que el primero dado que
ha habido más tiempo para comprar barato en España que en USA. Como de
costumbre, la inversión es un arte y una
disciplina contraintuitiva que responde mejor a los resultados que ofrece un
proceso que a las apariencias y los prejuicios que se desprenden de los
resultados coyunturales no contextualizados en el tiempo.
Por tanto, la
eliminación del riesgo-país mediante la indexación regional y mundial es
recomendable a pesar de que el tiempo y la dinámica económica subyacente en los
mercados de valores hagan difícil obtener resultados desastrosos si tan solo se
realiza la indexación respecto a un mercado nacional, pues la indexación
progresiva a lo largo del tiempo facilita el aseguramiento del capital
invertido y la obtención de una rentabilidad razonable.
Como siempre se puede caer en el riesgo de ser la oveja
negra, en este caso Irlanda, es mejor ampliar la indexación local a la regional
y mundial. El inversor que opere de esta manera minimiza los riesgos inherentes
a una mala performance de un mercado local y, simultáneamente, no cierra las
puertas a poder obtener resultados mejores que la media regional o mundial si
su mercado nacional lo hace mejor. En suma,
el ahorrador/inversor, mileurista o no, coloca las probabilidades de tener
éxito, bajo cualquier circunstancia y entorno, claramente de su lado al mismo
tiempo que minimiza las probabilidades de pérdida en el capital invertido.
Conclusión: la realidad
no coincide con las apariencias
No existe tal vertedero español. Sólo es un prejuicio, una
opinión común no sustentada con los datos estadísticos extraídos de la
realidad. Como inversor no debería usted temer a la indexación nacional sino
tan sólo protegerse de que ésta se
convierta en la oveja negra de su mercado regional. Olvídese de los periódicos y de los medios especializados porque ellos
viven del día a día y opinan en función de las emociones que experimentan sus
lectores porque saben perfectamente que casi nadie se acordará de lo que
dijeron y recomendaron ayer. El público hará lo mismo.
Usted a lo suyo: su plan y sus objetivos así como los medios
para alcanzarlos. Deje que opinen los datos y el tiempo. En ocasiones son más
de fiar que las personas.
Podéis seguirnos también en nuestro blog y vuestra cuenta de
twitter @quietinvestment