En el campo de la inversión nos
enfrentamos a desafíos considerables...pero no son todos los que están, ni están
todos los que son:
En primer lugar debemos determinar el valor razonable de cada título para
comparar si su precio está próximo a su valor intrínseco o por el contrario está
muy alejado, por encima o por debajo.
En segundo lugar no menos importante
es la capacidad psicológica para mantenernos firmes a nuestro análisis a pesar
de los movimientos del mercado mientras los fundamentos de análisis no indiquen
un cambio.
Suponiendo que los dos primeros
pasos han resultado acertados encontramos el "tercero en discordia". Una gran mayoría de inversores cuando revisan
sus carteras lo máximo que pueden decir es si ganan o por el contrario si pierden
dinero, en muchas ocasiones ni eso y en otras muchas ocasiones cometen un error
considerable.
En mi opinión estamos ante tres
factores muy escurridizos que conforman este factor:
- Indisciplina
La tarea de inversión requiere un
seguimiento continuo, disciplinado y ordenado, pero cuando los resultados no se
producen de forma inmediata nuestra atención se va relajando hasta olvidar por
completo el rumbo de nuestra inversión a la espera que finalmente se
materialice.
- Autocomplacencia
La mente humana tiene una tendencia
a buscar un estado onírico, en otras palabras, cuando se produce una ganancia
no le interesa demasiado determinarla de forma exacta para poder fantasear con
nuestro futuro como inversor, pero cuando se produce una perdida, no le interesa demasiado determinar la perdida de forma exacta para protegernos del
trauma que supone asimilar la realidad.
- Espontaneidad
Después de dedicar buena parte de
nuestro esfuerzo a formarnos sobre valoración y selección de activos nos
aventuramos de inmediato a poner en funcionamiento lo aprendido, pero descuidamos
el seguimiento de los resultados obtenidos
y el efecto que ejerce el paso del tiempo sobre nuestras inversiones hasta el
punto que terminamos basándonos en una intuición o una improvisación de la
rentabilidad conseguida.
No se trata de convertir nuestra
vida en un siervo de las inversiones que acometemos, pero es necesario determinar
con rigor periódicamente el retorno de nuestra cartera para actuar consecuentemente.
Estos principios son aplicados y mostrados desde la creación
de mi cartera personal en http://finanzasconfinanzas.blogspot.com.es