En el post anterior hacía referencia a los riesgos sistémicos de China y de Europa. Estados Unidos tampoco se salva de la quema. El próximo y muy cercano 15 de marzo es una fecha clave para la administración norteamericana ya que vence la prórroga del techo de deuda que Obama y los republicanos del congreso pospusieron en 2015. La pregunta clave es si el congreso admitirá más techo de deuda en una inminente demanda de auxilio del secretario del Tesoro Steve Mnuchin, es de esperar que si por el bien de todos. La cuestión de fondo es simple. El siguiente gráfico habla por sí solo.
En las últimas semanas de gran fiesta bursátil, la liquidez del tesoro se está evaporando. La famosa reforma fiscal y de infraestructuras que tan a bombo y platillo anunció Trump en su campaña electoral, por cierto ya descontada por el mercado, probablemente se verá obligada a permanecer en el cajón. Los expertos calculan que habrá liquidez hasta julio siempre y cuando se considere la hipótesis de que el techo de deuda se va a cerrar el 15 de marzo. Si así fuere, a partir de julio habría que paralizar la administración y estallaría el volcán de la deuda que tan tímidamente viene asomando desde la anterior crisis.
Mientras tanto, en el S&P 500 la fiesta continua aunque debería de terminarse en cualquier momento. Hablando desde un punto de vista probabilístico y usando la visión mas simple de Elliot, quizás también más eficaz a largo plazo, la presunta onda 5 ya iguala a la onda 1 cuando la extendida es la onda 3. El escenario empieza a ser de tiralíneas aunque jamás se hablara de techo hasta la rotura de la línea de correcciones 2-4
Es imposible predecir como cerrara mañana o la semana que viene el mercado, pero indudablemente esta muy muy muy caliente.