Imaginemos a un superhombre con una fuerza enorme. Con una fuerza tal que fuese capaz de poder dar forma a un automóvil con sus propias manos, pero no con tanta como para poder conseguirlo fácilmente. Supongamos que la medida de su fuerza le permitiese, haciendo un gran esfuerzo, doblar y dar forma al chasis de un automóvil de gran tamaño y cilindrada. Así lo imagino yo…
Siguiendo con este ejercicio imaginativo pensemos ahora que el objetivo de este superhombre fuese convertir un automóvil de casi 5,5 metros en un descapotable de unos 4 metros.
Imaginad el proceso por unos segundos antes de seguir leyendo…
¿Oís el rechinar del chasis mientras poco a poco le va dando forma?
La imagen ha de ser la de un superhombre con mucha fuerza pero teniendo que hacer un enorme esfuerzo para ir dando forma y doblando el chasis. Un proceso arduo de muchas horas y varios días.
Ahora volvamos al mundo real:
El proceso que comencé hace años me ha hecho oír de vez en cuando el rechinar de mi mente, mientras esta iba restructurando su forma de pensar, notando pequeños cambios que sin embargo no finalizaban ni por mucho el trabajo. De vez en cuando adivinaba cambios positivos en mi conducta o en mi forma de pensar, y me alegraba por sentir avances. Sin embargo, los días y semanas siguientes volvían a contener sensaciones o conductas que me hacían ver lo inacabada de la obra. Resulta muy duro mentalmente ver cómo has sudado la gota gorda, sufrido, desanimado, animado, motivado y otras sensaciones desestabilizantes, y visionar tu mente notando que está totalmente inacabada, sin forma definida, con falta de muchos detalles.
Me refiero al proceso de cambio que experimenta la mente de una persona desde el momento que comienza a trabajarla para orientarla al Entorno del Trading. Pienso que se trata de una sensación que todos los aspirantes a traders experimentan.
Supongo que una sencilla metáfora es el proceso de preparación física de una persona para correr un maratón de competición. Días y días de arduo entrenamiento de diversa índole (preparación de los músculos, correr diferentes distancias cada vez, diferente intensidad del ritmo, trabajo motivacional, dieta alimenticia, etc.) Seguro que él/ella notará el rechinar de su cuerpo durante el proceso, y habrá muchos días y meses en los que pensará que ha hecho pocos progresos, o días en los que el cuerpo simplemente no responde, y no entenderá si el trabajo anterior está sirviendo para algo.
Aquellos días en los que mi mente rechina, y me dan ganas de pegar un puñetazo en la mesa por no estar a la altura, son los ideales para entrenar más duro y superar otro escalón.