Ayer conocimos que la OPEP ha revisado al alza sus previsiones de demanda mundial de crudo este año un 1.31% más que en 2015. La demanda a final de año se situará en torno a 94.26 millones de barriles al día. Esta noticia debería haber contribuido a la subida de precios del crudo, sin embargo estos bajaron en el día de ayer y hoy continúan corrigiendo. Y es que ha pesado más la noticia de que Arabia Saudí ha aumentado la producción a niveles máximos históricos (10.67 millones de barriles diarios). En definitiva, aunque la demanda suba, todo apunta a que la oferta sigue subiendo (en julio la OPEP alcanzó producción récord). Y, aunque Venezuela vuelve a solicitar una cumbre para estabilizar el mercado, no hay demasiadas esperanzas en que esto se produzca antes de la próxima reunión de la OPEP (entre el 26 y 28 de septiembre).
Pues bien, mientras llega el momento de esta reunión, el precio del petróleo no termina de estabilizarse. En junio parecía dispuesto a superar los 50 dólares el barril y desde entonces está desplegando un importante tramo bajista que supone una corrección del más del 20%. En el siguiente gráfico podemos observar que esta corrección es lógica tras el fuerte repunte del precio del petróleo desde febrero hasta junio (subida casi del 100%). En el citado gráfico podemos observar que mientras el precio del petróleo (Futuro del West Texas) no pierda el nivel de 38$ el barril, mantenemos intacta la posibilidad de una clara figura de suelo en los precios del crudo. Concretamente podemos estar completando el segundo Hombro de una figura de Hombro - Cabeza - Hombro invertida.
Por tanto, los precios del petróleo que a principios de año eran el principal referente para todos los mercados mundiales, puede volver a serlo en las próximas semanas. Si pierde la línea de hombros, volverán las dudas en los mercados por las implicaciones que tendría para las expectativas de inflación. Y si continúa el rebote tras haber tocado el nivel de 40$ a principios de mes, será el aumento de demanda lo que primará en los inversores y esto sí que tendrá implicaciones alcistas para los activos de riesgo en general.
El resto de materias primas sigue una evolución similar. El índice genérico CRY Index, también está en clara tendencia bajista desde junio, tras un importante rebote entre febrero y junio.
Si continúa la corrección del precio de materias primas, las expectativas de inflación seguirán débiles y esto favorece a los bonos y perjudica a las bolsas. Y si hay alguna bolsa que se puede ver perjudicada son las bolsas de los países emergentes. Los emergentes han recuperado con mucha fuerza desde mínimos del año y están ya en niveles de clara resistencia. El MSCI Emerging Markets ya ha recuperado la zona de soportes perdida el año pasado cuando se produjo la primera fuerte devaluación del YUAN. El nivel de 900 puntos antes era soporte y ahora es resistencia.
Es muy complicado que los emergentes rompan esta fuerte resistencia sin el apoyo de una subida del precio de las materias primas. Históricamente la evolución de ambos activos ha estado muy correlacionada, tal y como hemos visto en las correcciones de los últimos años.
Por tanto, tal y como hemos comentado en el título de las claves de hoy, es muy importante que el precio del petróleo al menos se mantenga en el rango entre 40 y 50 dólares el barril, ya que significará que se mantiene vigente la figura de vuelta de HCH invertida. Y un petróleo estable o alcista debido al aumento de la demanda siempre es positivo para la economía global, y de ello debería beneficiarse la renta variable.