Ha sido una característica de la primera mitad de 2018 que las rotaciones entre sectores han sido tan rápidas que las selecciones de acciones tienden a ser "ex" incluso antes de que se hayan implementado en las carteras.
La aversión al riesgo (miedo) es un factor crucial en cualquier decisión de inversión y es un concepto complejo de definir también. El siguiente gráfico es un recordatorio de que el miedo incluso puede ser un factor muy transitorio. El VDax (Deutsche Borse DAX Volatility Index - en rosa) alcanzó su punto máximo junto con el VIX (Chicago Board Options Exchange SPX Volatility Index) cuando se habló de la inflación de los salarios en EE. UU. y de un posible cambio de escenario. En ese momento, la opinión era que la volatilidad había llegado para quedarse. Argumento que se mostró equivocado.
El pico en los tipos italianos también tuvo una vida muy corta (aunque parece que ahora vuelve de manera rápida y convulsa). Las cosas se calmaron bastante rápido cuando se hizo evidente que se podrían evitar unas muy temidas nuevas elecciones en Italia. La subida de la pendiente en la curva de tipos italianos reflejó presumiblemente un problema de liquidez en los mercados de deuda.
Lo
mismo se puede observar en las herramientas de análisis de AlphaValue para
el impulso del momentum de
los precios de las acciones. El siguiente gráfico de Indicador de tendencias opuestas
de momentum muestra
que los períodos en los que el número de acciones con un momentun en precio
negativo aumenta (línea roja) son de corta duración. La única excepción ha sido
de febrero a mayo de 2018, sin que tengamos una explicación clara de por qué el
miedo en las acciones europeas ganó tanto terreno.
La línea roja está compuesta por el 20% del universo cubierto por AlphaValue (92 acciones europeas). El punto más interesante es que no hay una clara señal sectorial. Es decir, un mismo sector tiene tanto valores en caídas como valores al alza y diversos momentum. Excepto el caso de los bancos, donde 24 de 38 mostraron un momentum del precio de las acciones definitivamente negativo al reaccionar en masa ante los interrogantes italianos. Pensamos que dichos temores de contagio también serán de corta duración, pero no dudamos que puedan volver de forma repentina. Esto podría dar una nueva oportunidad para comprar duraciones cortas de los bonos italianos (v.gr. 2Y).
Es tentador concluir que el dinero rápido debería comprar en las caídas y no preocuparse demasiado por los fundamentales. Sin embargo, puede resultar un pensamiento extraño. En cualquier caso, recomendamos a los inversores a medio plazo que sean prudentes y pacientes.
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