Cada vez estoy más comprometido con el tejido emprendedor y más
interesado en empresas de crecimiento, léase las empresas que cotizan en
el MAB o Startups. Los principales motivos son porque son
más accesibles, fáciles de enteder, facilitan el seguimiento y
normalmente aportan un valor añadido presentando modelos disruptivos e
innvadores. A todo ello hay que añadirle como elemento clave que las
retornos obtenidos son mucho mayores que en empresas maduras. Sin
embargo, se ha de ser consciente y cautos al tener un un riesgo
implícito muy elevado (perder toda la inversión) y por eso, cuanto más
sepamos del modelo de negocio más segura estará nuestra inversión.
Evidentemente no hay que descartar el error subyacente en la naturaleza
humana pero éste siempre se puede minimizar con una buena gestión del
capital.
Las Startups son empresas en fase iniciales de crecimiento que
estan buscando consolidación en el mercado y tienen un potencial de
expansión increible. Invertir en ellas es muy arriesgado ya que hoy por
hoy la probalidad la tenemos en contra (más de la mitad fracasan) y
saber identificar cuales de ellas van a pasar a ser empresas rentables y
escalables es una tarea comleja. Pero, si es tan difícil ¿porqué
invertir?. Porque invertir en startups es más entrañable que en empresas
de mercados cotizados. Tienen mayor recorrido y te acercan más a la
propia gestión del negocio, al equipo directivo y llegar a formar parte
del consejo de administración es más asequible. También, al estar
desvinculadas del mercado su valoración es menos visible lo que lleva a
poderte centrar más en el negocio y no en su cotización. Otra cosa muy
positiva es que tienen por delante mucho recorrido y esto quieras o no,
es mayor retorno.
Ahora bien, para acertar hay que entender muy bien el negocio y estudiar
detenidamente como se desarrolla la estrategia y si el equipo gestor
tiene suficientes capacidades para ejecutar la idea con éxito. Por eso,
estudiar las diferentes técnicas de gestión nos puede ayudar en la toma
de decisión. Recientemente me he leído El método Lean Startup: Cómo crear empresas de éxito utilizando la innovación continua de Eric Ries y ahora en la mesita de noche tengo El manual del emprendedor: La guía paso a paso para crear una gran empresa de Steve Blank y Bob Dorf.
El segundo libro es un libro de consulta que ayuda a todo emprendedor o
inversor a crear negocios rentables e identificar los elementos
críticos en la creación de una startup. Es escrito por Blank y Dorf,
ambos empresarios de éxito y propulsores de nuevos modelos disruptivos
para alcanzar el éxito empresarial.
Sin embargo, me gustaría centrarme en explicar la idea del primer libro. Eric Ries, alumno de Steve Blank, ha desarrollado una metodología llamada lean startup que esta centrada en la ya conocida lean manufacturing
y en la metodología cientifíca y que a mi modo de ver mejora
sustancialmente los elementos claves de la vida de una empresa. Derivado
de éllo, ha crecido todo un movimiento que defiende esta nueva
filosofía empresarial y es apoyada por una infinidad de profesionales.
Sin quere descubrir el libro y solo dar una pinceladas, decir que Eric Ries
propone la acción de crear-medir-aprender iterativa para el desarrollo
de cualquier producto e identificar necesidades de los clientes y no
crear productos que después no serán rentables. También propone
conceptos como pivotar (cambiar la estrategia para ajustar el producto
al cliente y no al revés) o trabajar con lotes pequeños para minimizar
tiempos y costes. Realmente es un libro que recomiendo leer a todo
emprendedor o inversor porque te das cuenta como gestionar una empresa
de manera óptima y así poder identificar problemas o tensiones futuras.
Tanto las Startups como las empresas del MAB son empresas que su
éxito vendrá principalmente por las capacidades de sus gestores y por
presentar un proyecto innovador y ambicioso. Por ejemplo, en el MAB
encotramos empresas como Catenon que tras unos años de
desconcierto han sabido pivotar su modelo de negocio, entender las
necesidades del cliente y enfocar su producto a ellas. Desconozco que
metodología siguen pero según los hechos que se van publicando uno puede
ver si el equipo gestor tiene la capacidad de hacer frente a
dificultades y tomar decisiones drásticas para el bien de la empresa.
Otro ejemplo y por ahora triste es el de Zinkia, dónde se aprecia
claramente una mala gestión. ¿Cómo es posible tener un producto tan
bueno como es Pocoyo y llegar a concurso de acreedores? Hay algo que
falla.