El Baltic Dry Index, comentado aquí sobradamente y que mide la variación de los precios de los fletes de las materias primas secas a través de 23 rutas marítimas distintas, está registrando mínimo tras mínimo desde hace tres meses. Es evidente que el índice marca una buena correlación con el precio del crudo que provocó un encarecimiento de costes de los fletes durante la burbuja del 2006-2008 y un fuerte descenso posterior a su pinchazo.
No obstante no son pocas las voces expertas las cuales implican al índice con la situación económica mundial posicionándose como que la demanda mundial de materias primas secas se ha desplomado por enfriamiento del barómetro económico global. Otras opiniones van dirigidas a que la demanda mundial no ha descendido sino que existe actualmente un gran excedente de barcos graneleros con el consiguiente exceso de la oferta de transporte con el añadido de un abaratamiento del flete por el bajo coste actual del combustible. Mi posicionamiento es un poco la mezcla de ambas cosas, no hay que olvidar que la desaceleración económica de China, gran demandante de commodities, y de Europa es perceptible.
Los smartphones se venden por todo el mundo al igual que los Apple y, como no, los productos derivados financieros están tomando forma de burbuja, pero hay datos preocupantes como la caída del barril de crudo desde hace 6 meses, la fuerte caída del Baltic Dry Index en los últimos 3 meses y, quizás lo mas importante, la velocidad del dinero que sigue cayendo.