Según datos dados a conocer por la prestigiosa The Conference Board, el indicador líder de la eurozona declinó en julio un -0,2% hasta los 113,9 puntos, confirmando la caída de los últimos meses y profundizando hasta niveles (-0,8% semestral) que en el pasado han coincidido con recesiones económicas (2008 y 2012) o con grandes mercados bajistas como el de 2000-2002.
Entre los principales componentes que restan al indicador líder se encuentra la curva de tipos europea, las nuevas órdenes de compra de bienes de capital, las licencias de construcción y los índices ISM. El mercado de acciones contribuyó positivamente al indicador en julio, pero dada las caídas del mes de agosto, en la próxima actualización del índice volverán a ser un elemento negativo.
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