Ya saben a que me refiero. Salen en las series y películas americanas, esos que están en la carcel y apenas pueden andar a pasitos, pues tienen las manos esposadas a los pies, y parecen una Fanta de naranja. Pedro Sánchez luce unos trajes de varios miles, pero no se dejen engañar. Por debajo es un auténtico prisionero maniatado, con los pies trabados, por los aliados que le apoyan y no le dejan sacar las armas ni la policia en Cataluña, porque le dejan caer al foso. Ayer, daba pena Borrel, diciendo sandeces de Ibuprofeno aplicado para bajar la hinchazón de Cataluña, pero que ha sido insuficiente. Habrá que meditar otras medidas, pero con tiento, prudencia, no vaya a ser que los podemitas se cabreen, y los etarras también. No digamos ya Torra.
Cataluña, una región al otro lado Del Río Pecos, donde hay demasiados jueces de la Horca. Y los CD-R, pistoleros mandados por esos. Un paquete que se va cerrando y reforzando, ante la pasividad de un gobierno naranja maniatado, al que sólo le dejan hablar a través de un cristal para repetir hasta la saciedad lo mismo de siempre. Que lo de Cataluña no pinta tan mal, y si no funciona el Ibuprofeno, probaremos con Enantium.
Ahora calculen lo que se puede deteriorar esto hasta que el Fanta naranja caiga, haya elecciones sin mayoría absoluta, y se forme un gobierno débil, menos débil que éste, pero débil, que es el signo de España. Para entonces CAT se ha ido.
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