Entre los motivos que justifican la compra de una acción nunca debe estar la típica afirmación “está muy barata” u otras del mismo estilo como “ya ha bajado mucho, no creo que baje más”. Por desgracia estos argumentos son muy seguidos por muchos inversores a pesar de que está estadísticamente demostrado que no funciona.
Un valor puede estar cayendo durante muchos años y cada año estará más barato que el anterior, pero eso no significa que el precio subirá. Cuando el precio es muy bajo la empresa puede realizar un contra-split reduciendo la cantidad de títulos aumentando su valor, de forma que por ejemplo cada 10 acciones de 0,10 € pasarían a ser una sola de 1 €, de esta forma ya tenemos margen para seguir cayendo.
Imagínese estar atrapado en un valor 9 años para evitar asumir esa pérdida, puede llegar incluso a desaparecer al quebrar la compañía y los títulos no valdrán nada, menos que nada, porque si no los anula seguirá teniendo que pagar comisión de custodia.
Argumentos como “barato”, “creo que…”, son totalmente subjetivos y distraen al inversor evitando que se analice lo verdaderamente importante. Para tomar decisiones es necesario contar con datos objetivos, donde no entren en juego los sentimientos ni las opiniones, hechos contrastados que no se pueden negar.
El precio de cotización es un dato objetivo, la acción del precio a lo largo del tiempo es lo verdaderamente importante. Esta evolución puede estudiarse y compararse mediante estudios estadísticos y análisis técnico. Si desea usar análisis fundamental, no confunda precio con valor, lo que se debe valorar es la compañía (análisis de balance, cuentas anuales, ratios, etc.) como hace el Value Investing, para luego compararlo con el precio de la acción, pero nunca el valor de la acción de forma aislada.
Una acción que ha subido durante años, lo ha conseguido porque la mayor parte del tiempo el precio ha aumentado y lo ha hecho en una proporción mayor que cuando ha disminuido. Lo contrario ocurre con un valor que lleva años cayendo. Por tanto, en vez de comprar lo barato que está bajando, ¿no sería mejor comprar lo que sube?
De hecho, muchos sistemas de inversión profesionales tienen como reglas exigir que el precio esté subiendo. Como ejemplos tenemos:
- -el famoso sistema de las tortugas desarrollado por Richard Dennis que buscaba valores que superasen máximos de unos determinados periodos,
- -también el popular sistema de cajas de Nicolas Darvas donde la compra se producía en la ruptura con volumen de un máximo anterior,
- -otros muchos sistemas esperan al precio por encima de una media móvil o cruce de varias medias,
- -también están aquellos que vigilan el precio por encima del kumo del indicador ichimoku con cruce del tenkan y el kijun,
- -o la superación de otros indicadores como la parte alta del canal de Richard Donchian,
- -y podríamos seguir con un larguísimo etc.
Es obvio que una tendencia no es eterna, en algún momento cambiará. Pero en un gráfico es claramente identificable su inicio y su fin. Estos son los puntos más importantes para detectar el mejor momento de entrada y salida del mercado. Sin embargo, estos no serán ni el más barato ni el más caro respectivamente.
Debo matizar que cuando hablo de un valor que sube me refiero a tendencias alcistas mínimo de corto plazo (1-3 años) o a sus inicios en los que lleva varios meses subiendo y no a subidas de tres días. Al igual que no estoy diciendo que no se busque un buen momento o buen timing de entrada, al inicio de una tendencia como he comentado o justo cuando dicho valor ha terminado de consolidar una subida y se prepara para iniciar otro tramo de subidas, lo que le llevará unos días o semanas, a lo sumo unos pocos meses, pero no años corrigiendo ya que nos encontraríamos ante una tendencia bajista.
Sinceramente creo que tratar de adelantarse adivinando el futuro, buscar las acciones que han caído mucho y están baratas, no tener en cuenta la tendencia principal del mercado y querer cazar rebotes es una filosofía que le hará perder mucho dinero en bolsa.