Está demostrado que los mercados de vez en cuando se obsesionan con un determinado activo o fenómeno y lo que acontezca en otros lugares o activos cobra una importancia irrelevante. El crecimiento de la economía China hace un año y medio servía para justificar una caída en la cotización de una Small Cap española que ni compraba ni vendía artículos en el gigante asiático. Después, todo estaba relacionado con el precio del petróleo. Cuando este corrigió por debajo de 30 dólares el barril, todas las bolsas caían en picado bajo el argumento de que íbamos encaminados a una recesión global y no se discriminaba si las empresas cotizadas se beneficiaban o no de esta caída del precio del crudo. Y qué decir de la prima de riesgo. Estaba tan de moda hace cinco años que anulaba cualquier ánimo de tomar riesgo por parte de cualquier inversor. Todas las compañías españolas caían por igual, independientemente del riesgo que tenían en España (porcentaje de ventas totales).
En las últimas semanas la obsesión del mercado es la evolución del dólar. Quizás porque implícitamente en la evolución del mismo se esté midiendo la capacidad del gobierno de Estados Unidos de implantar la reforma fiscal y rebaja de impuestos. Ayer claramente vimos que en cuanto el dólar tocó una zona de soporte, todos los activos de riesgo reaccionaron al alza.
En el siguiente gráfico del euro dólar podemos ver que ayer los máximos coinciden con los máximos de octubre. Equivalencia clara con lo que está ocurriendo en las bolsas europeas, donde los mínimos o cierres de las últimas sesiones están en la zona de mínimos de octubre. Pensábamos que el dólar, al perder el soporte de 1.17, parecía dibujar un H-C-H con objetivo en 1.13 que abría clara oportunidad de subidas de los activos de riesgo. Sin embargo, al superar de nuevo al alza el 1.17, el dólar parece dibujar una trampa bajista equivalente a la trampa alcista de las bolsas europeas.
En el gráfico anterior, notablemente situamos los máximos de ayer como el nivel clave a corto plazo. Si el euro los supera (se debilita aún más el dólar), sería mala noticia para los activos de riesgo a corto plazo, por el motivo que estamos comentando de pura obsesión con la evolución del billete verde por parte de los inversores. De momento, el giro al alza del dólar (a la baja del euro) ha servido para que el Eurostoxx 50 (con dividendos) rebote justo en la base del canal alcista iniciado tras el Brexit. Superar el 7.200 confirmaría a corto plazo el rebote en el soporte.
El Dax rebotó en la media de 50 sesiones y hoy está intentando superar de nuevo el canal lateral de octubre.
El Cac 40 Total Return rebotó justo en la base del canal alcista iniciado tras el Brexit y hoy intenta superar de nuevo máximos de mayo…
El Ibex 35 Total Return se giró al alza en los mínimos de octubre y hoy recupera la zona lateral desde agosto con claridad…
Incluso el sector bancario europeo lo vemos en un clarísimo lateral desde mayo y ayer se giró al alza en la media de 200 sesiones.
Pero no sólo en los mercados de renta variable se está produciendo movimientos de risk on- risk off (entrada o salida en riesgo) en función del movimiento del dólar. Ayer los diferenciales de la deuda high yield europea tocaron máximos de los últimos meses coincidentes con la media de 200 sesiones y ahí se giraron a la baja en un notorio lateral que se está dibujando desde el mes de mayo. Estos diferenciales miden cuanta rentabilidad exigen los inversores a los bonos con calificación crediticia inferior a BBB-. Así, cuando los diferenciales bajan, indican mayor confianza en la capacidad de pago de los mismos, y si suben, es un indicador de "miedo" o menos confianza en que los emisores europeos puedan hacer frente a sus deudas.
Por lo tanto, como decíamos ayer, no parece que estemos en una situación de salir corriendo de las bolsas ya que estábamos jugando en zonas de soportes. Hoy se aprecia que los inversores continúan con ganas de asumir riesgo si los mercados generan oportunidades y no termina de desaparecer el apetito por el riesgo a pesar de que el año está siendo muy bueno y pudiera darse por acabado. La semana que viene es el día de acción de gracias en Estados Unidos y todo apunta a que las cifras de ventas del Black Friday van a superar con creces las del año pasado y no sólo en Estados Unidos, ya que la moda se ha extendido a todo el mundo. Estas cifras de ventas serán un indicador claro de la mejora de la confianza del consumidor y podría ser el toque de campana para una especie de rally de fin de año, o al menos para evitar debilidad en los mercados.
Mientras tanto, parece evidente que los vaivenes del mercado a corto plazo seguirán muy relacionados con la evolución del dólar. La fortaleza del mismo beneficia a los activos de riesgo y la debilidad los perjudica.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)