Todo el mundo ya conoce la bajada de impuestos que aplicó el gobierno estadounidense y que entró en vigor durante 2018. Pero en los últimos meses se ha producido un hecho que probablemente vaya a tener más impacto sobre el bolsillo de los consumidores estadounidenses. No es otro que el desplome del precio de la gasolina en EEUU, que ha pasado en tan solo dos meses de 2,90 dólares/galón a menos de 2,45 (1 galón estadounidense equivale a unos 3,785 litros). Una caída de más del 16%.
Fuente: WSJ via @SissiBellomo
Justo lo que quería Trump cuando presionó a la OPEP con sus furibundos tuits… y Arabia Saudí parece que habría accedido a esas presiones aumentando las exportaciones a EEUU durante meses anteriores. Se especula que pudo tener que ver con una ayudita (¿intercambio de favores?) a Trump antes de las elecciones de mitad de mandato.
Esta caída en los precios del carburante podría representar un impulso para el consumo del país, al aumentar la renta disponible de los ciudadanos.
Obviamente, la duda es si estos precios se mantendrán en estos niveles, o si el petróleo volverá a subir con fuerza tras el anuncio de recorte de la OPEP y Rusia. Por otro lado, estos precios no son tan atractivos para que las compañías de petróleo shale de EEUU sigan aumentando la producción tanto como lo han estado haciendo hasta el momento (fíjense en el gráfico inferior).