La sesión de ayer nos dejó una novedad en el aspecto técnico de los principales índices europeos: el Dax se destaca y el resto aguanta como puede.
El índice alemán ha roto al alza, por fin, el canal bajista en el que venía desenvolviendo la operativa desde tiempo inmemorial:
La ruptura, además, coindice con el cruce al alza de las líneas del Indicador Direccional de Welles Wilder aplicado a la Línea AD y con el oscilador McClellan registrando las lecturas más altas del presente año, lo que habla de fuerza y determinación de romper con lo que estaba pasando hasta ahora.
Ahora bien, en el corto plazo, la vela que ha dejado el Dax puede ser el aviso de una corrección que, por otra parte, no sería nada de extrañar a la vista de los huecos que ha ido dejando el índice en cada uno de los arreones que ha dado en las últimas sesiones.
Esta idea de posible corrección de corto plazo viene avalada además por la situación de la mayor parte de los índices europeos, que presentan gráficos muy semejantes a este que les voy a mostrar del Ibex:
El selectivo español no ha logrado romper aún al alza la banda superior del canal bajista o de la cuña más bajista aún en que venía discurriendo su devenir a pesar de que las líneas del Indicador Direccional sí se han cruzado al alza. De igual forma, la lectura del Oscilador McClellan no es la de máximos del año como sucede en el Dax.
La mayoría de los índices europeos están en la misma situación. El Dax se escapa y los demás le siguen como pueden sin terminar de romper al alza sus figuras técnicas y dejando la habitual sombra de duda. Lo curioso es que no puede decirse que el Dax haya subido más que el resto y de hecho el Ibex ha subido más desde mínimos. La diferencia estriba en la intensidad de la caída, que agudizó la mala situación técnica de casi todos mientras el Dax se mantuvo en el canal.
Esta conjunción de factores nos puede llevar a una corrección de corto plazo si en Wall Street no encuentran motivos para mantener el impulso, que a ellos lo de Grecia les pilla muy lejos.