El pasado 18 de abril, el DAX fue el primer índice que rompió máximos de marzo y decíamos que podría ser el índice que liderase la ruptura alcista de la renta variable europea. Esperábamos que los datos macro y resultados empresariales le dieran soporte a esta ruptura, pero los que se conocieron la semana pasada no fueron nada optimistas. Los beneficios siguen, un trimestre más, corrigiendo tanto en Europa como en EE.UU. y esto está provocando que los inversores de nuevo se decanten por la recogida de beneficios.
Pero seguimos pensando que estamos ante sólo eso, una recogida de beneficios. Los resultados están siendo malos, pero básicamente son los que ya estaban descontados por el mercado. Es verdad que esperábamos que tendrían que haber superado expectativas y esto debería haber servido para mantener o incluso ampliar las subidas, pero no son tan catastróficos como para justificar una nueva vuelta de las bolsas a los mínimos de febrero. Volver ahí significaría darle más pábulo al escenario de una recesión global.
El escenario que seguimos barajando es el de un entorno de crecimiento moderado, con los tipos de interés en mínimos históricos y con claro apoyo de los bancos centrales. En este entorno, el binomio rentabilidad riesgo favorece a la renta variable frente a la renta fija, y los inversores que están en liquidez aprovecharán estos recortes para incorporarse a la tendencia alcista que se inició en los mínimos de febrero.
En el gráfico del DAX 30 alemán dibujo el canal alcista que se puede estar dibujando desde los mínimos de febrero. En 9.850 está la línea que une los mínimos de febrero y de abril. Los mínimos de hoy coinciden con la media de 50 sesiones que es otro soporte importante. Y más abajo en 9.770 puntos tenemos un hueco alcista que dejó el DAX el día 13 de abril.
Por tanto, tenemos tres niveles en los que los inversores podrían aprovechar los recortes para entrar en el DAX alemán. Evidentemente, lo que más está presionando a la baja a la renta variable europea, y sobre todo a la alemana, es la fortaleza del euro. Esta semana ha superado el nivel de 1,15 dólares por euro y esto está reduciendo fuertemente la competitividad de las empresas europeas.
Ya en el verano pasado, el Euro estuvo en niveles similares y un giro brusco a la baja al llegar a 1,17 (incluso lo superó el 24 de agosto) provocó el rebote de las bolsas europeas. Si el euro sigue fuerte, las bolsas europeas tendrán complicado seguir subiendo, pero con el QE europeo recién ampliado y el BCE diciendo que hará todo lo posible por conseguir objetivo de inflación es complicado pensar que el Euro siga mostrando tal fortaleza. En el gráfico se aprecia que justo hoy ha tocado la media de 500 sesiones. Es una media de muy largo plazo que es muy complicada que supere a las primeras de cambio. Así pues, tenemos al DAX en soporte y al euro en resistencias. Momento, por tanto, en el que parece tener más sentido apostar por comprar renta variable europea que por venderla. Evidentemente, los soportes y resistencias están para superarse. Si el DAX pierde los soportes comentados y el Euro supera la media de 500 sesiones y máximos de agosto del año pasado, aumenta considerablemente la probabilidad de que los índices europeos pierdan todo lo ganado desde febrero. Pero en soportes no se vende, sino que se compra.