De un artículo de Ambrose Evans-Prichard extraigo dos ideas básicas sobre que hay de nuevo en Europa desde las elecciones francesas.
Macron tienes planes para Alemania que Alemania no tiene deseos de oír: un ministro único de finanzas, una unión fiscal y de deuda, una unión bancaria de verdad con seguro de depósitos, garantizado legalmente por un nuevo parlamento. He wants a eurozone finance minister and budget, with joint debt, and a banking union with shared deposit insurance, all legitimized by a new parliament for the currency bloc. It implies a unitary eurozone superstate.
Estas cosas suenan estridentes en Alemania. Es como una lata de gusanos que nadie quiere abrir. Yet there are limits. Mr Macron’s plans would require a new EU Treaty, opening a can of worms that several states are determined to avoid. Berlin has no intention of sharing Italy’s debts, whatever France does.
La corte suprema alemana dice que requeriría un cambio constitucional que políticamente sería absolutamente imposible. Un nuevo encontronazo de las mal diseñadas instituciones europeas con las sagradas soberanías nacionales. Unas más que otras.Germany’s top court says EMU fiscal union and debt-pooling would require a change to country’s constitution. “Politically, that is absolutely impossible,” said Heiner Flassbeck, former economy minister and now at Hamburg University.
“Macron would have to be a magician to turn around the Christian Democrats on this. It is in their genes to think Germany is right on the substance of all this. I don’t see much chance that they will do anything serious.
A todo esto, en la primera vuelta, más del 40% de los votos fueron a partidos anti euro. Macron es la última oportunidad de salvar el euro, como el mismo ha dicho. Dentro de cinco años los partidos anti sistema tendrán más cancha. This is what Mr Macron meant when he warned last week that the European experiment will blow up unless it is rebuilt on better foundations. “We have to listen to our people, and listen to the fact that they are extremely angry, and understand that a dysfunctional EU is no longer sustainable,” he said.
Deseo con todas mis fuerzas que Macron venza y logre cambiar las reglas del juego, pero estoy convencido que no lo logrará. Luchar contras las inercias europeas, que están tan sesgadas a los deseos de Alemania de mantener su superávit escandaloso ( y mientras se sigue aplaudiendo en España éste) es prácticamente imposible. La UE no se hizo par España Portugal, Italia y etc, sino para Alemania y Francia. Francia quiere salir de la trampa sin romper el euro... de momento. Macron ha sido una prórroga del partido de cinco años. Dentro de cinco años las cosas no habrán mejorado tanto como para calmar a las fuerzas opuestas al euro.
Hay dos fuerzas inerciales cada una tirando para su lado. La burrocracia europea, esclava de Alemania: el Leviathan. Los demás, luchando contra ese leviathan hasta ahora invencible por la división de los demás. El euro ha aumentado las diferencias entre un bando y otro. Sin el euro, el engendro podría haber durado más, porque es una bomba en marcha.