Hace algo más de 6 meses escribía un artículo acerca de las salidas a bolsa de Banca Cívica y Bankia. el arte de comprar sin mirar Lo hacía para poner en situación a familiares y amigos que contactaban conmigo insistentemente para que les animara a comprar acciones, especialmente del SIP que agrupaba a Cajacanarias, caja muy representada en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Como “inversor value” que soy, ya se pueden imaginar que mi cartera no contiene ningún banco, especialmente ningún banco español, y aún menos un banco español y público, como era el caso de las cajas.
En el post, y posteriormente en la réplica, explicaba por qué había que tener cuidado si decidíamos tomar parte de esta operativa, ya que no contábamos con la información suficiente para poder analizar las entidades. Los balances de la banca los consideramos en ese momento “tan desconocidos para nosotros como un BMW de segunda mano, podríamos comprarlo, pero nunca sabremos cómo lo han tratado”.
Pues bien, hace pocas semanas y en medio de la reorganización del sistema financiero español, Banca Cívica tuvo que abrir su contabilidad a La Caixa para intentar salvarse de la intervención estatal debido a los crecientes requerimientos de capital. La Caixa, en su afán por seguir creciendo en España, examinó detenidamente los activos de Banca Cívica y determino un precio para ésta de 1,97 euros por acción. Se abrieron las cuentas y se hizo la luz (o la oscuridad).
Esta valoración suponía un 27% de descuento con respecto al precio al que había empezado a cotizar Banca Cívica y un 11,3% de descuento con respecto al cierre de la sesión anterior.
Así las cosas, poco más de 6 meses después de la oferta a particulares e inversores cualificados, un banco privado (La Caixa) pagará un 27% menos por algo que los empleados de Cajacanarias, Cajasol, Caja Navarra y Caja Burgos colocaron a los clientes de la sucursal bajo el mandato de las administraciones públicas regionales (propietarias de las cajas) a su "precio justo", es decir, un 37% superior. ¿Sorprendente, no? Saquen sus propias conclusiones.
